Sentimientos cruzados

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( en la foto Gabriel)

Tres largos años pasaron desde la partida le Martín.

 Agosto se recibió y comenzó a trabajar como relaciones públicas en un importante bar en donde tocaban bandas de rock.

Daniel se enojo un poco cuando lo supo, sentía que la única razón para trabajar en ese lugar era la de conocer más hombres y seguir negando la realidad.

Martín seguía la frente de la conducción de la cocina del hotel.  Su relación con Marina había terminado porque ella le confesó que no había podido olvidar a su antiguo novio y poco después de terminar con Martín ella se caso con su antiguo novio.

No le faltaban mujeres pero todas eran de paso, nadie lo había hecho olvidar a Agosto. Se obligaba a sí mismo a no pensar en ella a no mirar sus fotos pero a veces cedía y la recordaba... otras trabajaba sin descanso para terminar rendido y no pensar.

 Hablaban pocas veces por teléfono porque era doloroso para los dos. Daniel  solo le decía que ella estaba bien pero no quería contarle nada mas, sabía que sería herir a Martín decirle que ella seguía en sus andadas y no había sábado en el que no terminara enredada en la cama con alguien de una banda.

 Aunque  Martín lo sospechaba, sin embargo aun la amaba. Y ella a él. Ninguno de esos roqueros lograba llegar ni cerca de lo que Martín la hacía sentir en cuerpo y alma. 

Daniel seguía siendo su amigo y el guardián de Agosto. Y  aunque  hizo todo el esfuerzo que pudo no logro desprenderse de los sentimientos que ella le provocaba. Más allá de su locura por los hombres veía en ella a una mujer inteligente, divertida, capaz de dejar todo por los seres que quería. Con un corazón enorme, capaz de dar sus últimas monedas en la mano de cualquier necesitado  o preparar comida demás para llevársela a la familia pobre que vivía del otro lado de la calle. Por eso no entendía como a veces podía ser tan fría con los sentimientos de los hombres.

 Todas las semanas llegaban flores y regalos a la casa de Agosto de parte del músico de turno, nada de eso la conmovía, pero cuando Martín llamaban ella terminaba con los ojos llenos de lagrimas.

Daniel trataba de mantenerse firme en su propósito de no sentir nada más por Agosto pero le costaba.

 Agosto de sentía muy atraída por él y no entendía el porqué de esa pared invisible que el siempre ponía entre los dos con respecto a la cama.

Un par de noches ella le prestó el cuarto desocupado para que él estuviera con sus amigas porque no le gustaba llevarlas a su casa, y le divertía y le extrañaba a la vez ver que las chicas siempre se iban con algún dolor  en el hombro o en el brazo. Daniel le contó que en el momento de llegar al orgasmo no podía evitar clavar sus dientes en alguna parte del cuerpo de su compañera, había intentado analizar el tema varias veces incluso había intentado contenerse pero si no lo hacía no llegaba al orgasmo y eso lo frustraba. Aunque  sus compañeras volvían a buscarlo, todas terminaban marcadas.

Fue en esa época en la que Agosto conoció a Gabriel.

El tío de Martín decidió alquilar el salón para algunas fiestas y contrato a Gabriel para encargarse del buffet de las reuniones. Propuso a Agosto el trabajo de organización por lo que debían  trabajar juntos.

Cuando la conoció Gabriel se impresiono con ella. No solo porque Agosto era hermosa si no por su inteligencia y esa presencia que lo invadía todo cuando ella estaba cerca. El era muy atractivo, tenía una sonrisa que desarmaba a todas las mujeres, era caballero y sus ojos color avellana dejaban entrever una pasión intensa escondida dentro de él.

No tardaron en llevarse bien, cada uno era muy bueno en los suyo, estaban contratadas cinco fiestas, la última era una fiesta muy importante con más de 500 personas y era todo un desafío.

Agosto #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora