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Mientras tanto, Wei Wuxian estaba recostado en su sillón, ahogándose con licor, para intentar olvidar todo, para hacer que el dolor se fuera, y para no recordar a esa persona, no había comido en los días que había estado encerrado, y se notaba a kilómetros, era muy notorio lo mal que estaba, ya que ni siquiera se veía el bulto de su panza que tendría que estar presente en esos momentos.

Aparte de su delgadez bastante notoria, su piel estaba de un pálido anormal, no tenía color, su cabello desarreglado, no había sido cepillado en días, sus ojos rojos e hinchados de las lágrimas que nunca dejaban de caer, bajo de estos, una ojeras tremendas, que gritaban que no había ni siquiera visto la cama o simplemente cerrar los ojos, sus brazos rojos, por los múltiples arañazos que se había hecho anteriormente, y su vestimenta seguía siendo la misma, sólo unos shorts con una simple camisa blanca.

Había caído en una depresión, y no tenía a nadie a quien pedir ayuda.

Como era bien sabido, desde chico sus papás murieron, dejándolo solo y viviendo en las calles, hasta los 13, ahí supo que tendría que vivir independientemente, e intentó conseguir un trabajo, aunque al principio fue demasiado difícil y las pagas no eran las mejores, supo que alcanzaría a cursar los años de escuela que había perdido, y no era que no supiera nada, desde siempre fue muy inteligente y curioso, solamente que quería acabar sus estudios superiores, con el paso del tiempo, su trabajo fue mejorando y al entrar a tercer año de secundaria, supo que había tenido que madurar desde muy temprana edad.

Finalmente, después de pensarlo mucho tiempo, decidió salir al parque, sentía que se estaba asfixiado en su propia casa, y no era para nada agradable esa sensación. Solamente de arreglo un poco, lavándose solamente la cara y salió

Estaba caminando, sin ver a un punto fijo, ni siquiera había visto que las luces del semáforo de la calle, estaban en verde, el fuerte sonido de un pitido, lo hizo volver a la realidad. 

Nothing To DoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora