Nothing To Do

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-Este capitulo puede contener contenido descriptivo-

Suspiro por milésima vez entrando a su departamento, viendo lo desordenado que lo había dejado. Perdido en sus pensamientos, dejó todas sus pertenencias en una pequeña mesa, y fue a acostarse de nuevo en su sillón, como lo había hecho los días anteriores.

La culpa parecía no tener ni las mínimas intenciones de salir, y al contrario, nada más, lo carcomía cada vez peor. Había perdido a su bebé, por su irresponsabilidad. Ni siquiera sabía que estaba embarazado, pero sabiendo que mató a una razón que lo haría feliz por el resto de su vida, se sentía la peor escoria del mundo. Ahora su vida no tenía sentido alguno, estaba sólo, se sentía como la mierda, no tenía algo más que hacer, no tenía algún propósito o meta, todo se rompió ese día.

Ya no tenía sentido su vida.

Después de pensar un buen rato, mientras lloraba y se lastimaba como si no hubiera un mañana, se levantó del sillón dirigiéndose al baño, abriendo rápidamente la llave de la tina de este. Su mano temblaba demasiado, casi que ni siquiera podría agarrar una pluma o un simple lápiz,  aún así, se paró frente frente al espejo, viendo lo demacrado que estaba, no se reconocía, y con una ira y fuerza impresionante, llevó su puño con fuerza directo a donde se reflejaba el mismo, provocando que el espejo se rompiera en varios pedazos, recogiéndolos con su mano que se encontraba con rastros de sangre, y nuevamente temblando.

Agarró un pedazo de cristal y lloraba mientras lo pasaba fuertemente en su antebrazo.

Cerró la llave de la tina.

Se adentro en ella.

Y finalmente, se sumergió completamente.