Sanji estaba determinado, habían pasado varios días desde el accidente con la cremallera, ahora su plan de evadir al cabeza de musgo había cambiado radicalmente, no sabía ni como pero se besaban ocasionalmente a escondidas, se rozaba con el pie por debajo de la mesa para poder estar en el comedor, aquello había bastado para que las alucinaciones se mantuvieran al margen, aunque claro el echo de tener que estar besando al bastado eran algo con lo que no sabía cómo lidiar, era diferente a besar desconocidas, amores fugaces de una noche, ¿será porque zoro es un hombre o porque lo conoce de bastante tiempo atrás? lo que provoca que cada que sus labios se rozan algo se mueva en la boca de su estómago y pueda sentir el palpitar de su propio corazón.
No lo sabía, o tal vez en el fondo lo sabía pero era muy cobarde para aceptarlo, tan cobarde como zoro que se conformaba con ser utilizado para evitar las alucinaciones aunque moría por ir más allá de un simple beso, de rozes de piel, pero temía ser rechazado aunque claro no lo demostraría nunca.
La noche había caído de subito, al rubio le correspondía vigilar esta vez, tomó su cajetilla de cigarros, una frazada y una revista para estar cómodo. Se topo de frente con el cirujano de la muerte.
-A donde te diriges kuroachi ya?
-Me toca estar de guardia
-No, me corresponde a mi
-No, a ti te toca en 3 días,
-No, en el siguiente puerto me bajo, no te lo comentaron?-Mmm pues no, creí que seguirías con nosotros hasta llegar a la gran isla.
-Lo que pasa es que tengo unos asuntos importantes en la isla anmo
La isla anmo?? Esa pequeña y sosa isla? *en aquella isla fue que lo habían maldecido, tenía que encontrar a ese bastado y hacer que revirtiera todo eso, siii, por supuesto ¿ como no pensó en ello antes? *
-¿qué pasa con esa expresión kuroachi ya?
—verás, olvidé algo en esa isla la última vez...
-¿quieres que intente encontrarlo?
—No!, me gustaría si me lo permites acompañarte, pero tengo que comentarlo primero con Luffy.
-Bien, pero te costará caro.
-¿Unos onigiris?
-más te vale que no tardes
Entonces Sanji se dirigió a la cocina a toda prisa y comenzó a preparar los onigiris para el doctor.
Estaba tan inmerso en sus pensamientos sobre que explicaciones le daría a su capitán para irse así como así, y si convencía a Trafalgar de que era cosa suya?, na no se prestaría aún por el doble de onigiris. Una voz que conocía muy bien lo sacó de orbita.
¿Que haces? Dijo mientras se acercaba rápidamente para colocar su mano sobre el hombro del cocinero el cual se encontraba rellenando y formando las bolas de arroz.
No es nada, solo preparo un snack.
Te vi hablando con law, y ahora le llevaras onigiris? Dijo notablemente irritado
-¿Y eso que tiene que ver contigo?
Zoro no pudo más, tomó la barbilla del cocinero con fuerza y lo atrajó hacia él para sembrarle un beso, tosco, profundo, pasional.
Al principio Sanji intentó apartarse, pero el mismo no se lo permitió y terminó devorando la boca del espadachín, pasó su mano por su cabello, y luego de algunos minutos tomó fuerza para apartarse de él, debo ir a dejarle esto a Law, dijo para salir a toda prisa con comida en sus manos.
Zoro se percató de que Sanji no sólo le había llevado los onigiris, si no que se quedó conversando con él, se dio cuenta porque tardo mucho en llegar a las habitaciones, aunque no lo intentaba, el espadachín no podía dormir, se preguntaba por cuánto tiempo más podría seguir así, tomando esas manos, besando esos labios, luego su mente se desviaba y se preguntaba de que estuvo hablando con Law, que lo había echo cocinar a esas horas especialmente para el, sus pensamientos iban de un lugar a otro como olas agitadas.
La mañana siguiente Zoro llegó a la conclusión de que quería disfrutar más tiempo la compañía del rubio, esta noche sería su guardia, pero su intención era permanecer a su lado, asi fuera solo para vigilar y admirar su silueta bajo la luz de la luna.
En el transcurso del día intercambiaron algunos besos fugases en la alacena, era como un romance entre adolescentes, escondiéndose de sus padres, así lo veía zoro y le parecía divertido, Sanji cada vez se dejaba llevar más, pero al mismo tiempo quería romper la maldición.
El rubio tenía una segunda teoría, en caso de no encontrar al adivino, ¿que pasaría si llegarán a terminar? , y no en sus manos como lo hicieron una vez, si no hacerlo, por completo.
El no sabía si quería acostarse con él para romper la maldición, porque siendo sinceros hace mucho que no tenía ninguna alucinación, y aún así a veces pensaba en cómo sería estar envuelto en él, fantaseaba, pero esas fantasías salían de su propia imaginación.
** casi un año sin actualizar que pena, la verdad pase algunos momentos un tanto difíciles pero aquí andábamos espero terminar esta historia y que siga siendo de su agrado, tomen agua los tqm**

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MALDICIÓN DE AMOR
FanfictionHan maldecido a Sanji, ahora puede ver los pensamientos de la persona que está enamorada de el, y no realmente sus pensamientos, si no sus fantasías sexuales, ¿que va a hacer ahora que se vea convertido en el protagonista de los pensamientos de un p...