feather light kisses

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Renjun le sonrió al personal mientras balanceaba el bolso que llevaba en sus manos, los saludos le fueron de vueltos en voz baja con pequeñas sonrisas y sacudidas de mano

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Renjun le sonrió al personal mientras balanceaba el bolso que llevaba en sus manos, los saludos le fueron de vueltos en voz baja con pequeñas sonrisas y sacudidas de mano. Llegó a la habitación y entró tarareando una canción.

Abrió las cortinas para que el sol entrara al menos el poco tiempo que estuviera porque parecía que quería llover, cambió el agua de las flores que había llevado hacía dos días y arregló las mantas sobre su regazo. Sonrió antes de finalmente tomar asiento a su lado y retomar el libro que había dejado la tarde anterior.

Paso casi una hora en la que sus signos fueron revisados, administraron componentes para que se mantuviera nutrido y revisaron que siguiera habiendo actividad cerebral. Todo seguía igual.

Exactamente igual que hace 93 días.

Jeno estaba bien, un día simplemente despertó con dolor de cabeza y Renjun fue quien tuvo que insistir en llevarlo al hospital. Lo que asumieron era una simple jaqueca terminó siendo un tumor en su lóbulo temporal y hubo hemorragia, sufrió un paro y algo fue cortado mal. Todo esto mientras estaban en cirugía, así Jeno había terminado en coma, solo con esperanza.

Esperanza de que despierte.

Esperanza a que esté bien.

Esperanza de que siga respondiendo a los medicamentos.

Esperanza a que sus órganos no terminen por fallar mientras está en cama.

Esperanza porque no tenga que tomar la decisión de desconectarlo y que todo esto pronto sólo sea un mal recuerdo.

Sostuvo su mano mientras leía una y otra vez el final del libro que leía porque ya no tenía nada más que hacer, pero la doctora llegó y dijo que la hora de visita había terminado y que debía irse antes de que perdiera el autobús.
93 días en el hospital le había dado la oportunidad de contar un poco de su vida.

Le asintió a la mujer con una sonrisa y se puso de pie con un suspiro. Miró al pelinegro, quizás mañana ya cortaría su cabello porque se estaba poniendo muy largo, por suerte su chico nunca tenía barba. Llevo su flequillo hacia atrás y le puso una pinza que llevaba en su bolso, luego se acercó a sus labios y dejó un beso suave y casto, un beso tan suave como una pluma, el beso número 93, justo como el que le había estado dando desde el día número 1.

-Despierta pronto, ¿Si? Juraste que seríamos nosotros dos siempre, no tengo a nadie más en el mundo así que si, estoy siendo egoísta por pensar en mi pero no me vas a dejar solo Lee Jeno, así que despiértate.

Observó sus pestañas con la esperanza de que moviera al menos la punta de una de ellas pero fue inútil, nada sucedió. Pero no perdía la fé, algún día movería un dedo y luego la mano, luego un dedo del pie y cuando menos lo pensara tendría a su chico de vuelta. Se despidió una última vez y salió del hospital para ir a su turno en el bar, pues debía trabajar para pagar la cuenta del hospital.

Eran 93 días sin Jeno despierto pero su corazón aún latía así que seguiría teniendo esperanza.

Eran 93 días sin Jeno despierto pero su corazón aún latía así que seguiría teniendo esperanza

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Kisses [noren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora