🖤Oscura Elegancia 🖤

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Oscura elegancia.

Florencia, Italia: 17 de Agosto de 2021.

Mis tacones retumbaban en el suelo de mármol del ala oeste de la mansión Todoroki. Seguí caminando hasta encontrarme con uno de los espejos de decoración con marcos bañados en oro y comencé a reparar en mi aspecto elegante.

Una blusa blanca que se introducía en mi falda negra entubada hasta las rodillas. Un par de pendientes de perlas blancas decoraban mis orejas y mi cabello azabache caía en ondas a los lados de mi perfilado rostro perfectamente maquillado. Luego miré hacia abajo comprobando que mis tacones negros se encontraban completamente relucientes y reanude la marcha hacia mi destino.

🖤🖤🖤

De camino a la puerta principal me encontré con mis hombres custodiando la puerta y procedí a informar de mi marcha.

-Saldré a presidir la reunión de los clanes-. Informe-. Avisad a mi marido y... tu-. Hice un gesto a Sero-. Acompaña me-. Ordene.

El llamado me siguió en silencio-algo muy poco habitual en el-, y me tendió la mano para que subiera al Jeep negro que esperaba aparcado por nosotros. Después intercambio el lugar del piloto con otro hombre y procedió a arrancar el coche en dirección a Manarola.

-¿A que viene tanto silencio?-. Me coloqué el cinturón para luego hacerle un gesto a mis hombres para que abrieran la verja principal.

-Es que podrías a ver elegido a otro para escoltarte-. Suspiro cansado.

-Es tu trabajo-. Dije sonriente mientras el coche se adentraba en la autovía principal que llevaba a la cuidad de Manarola.

-No me lo recuerdes-. Volvió a suspirar hasta que el maletero de nuestro coche explotó y me quité el cinturón de seguridad abriendo la puerta de una patada mientras el coche volcaba y caía en el asfalto rodando.

Me levante a duras penas de la carretera mientras oía los gritos despavoridos de las personas que huían del conflicto que se iba a dar. Metí mi mano bajo la falda hasta conseguir dar con la pistola atada a mi muslo y la saque activando el seguro y poniéndome en posición defensiva para disparar.

-¿Sero, te encuentras bien?- Oí su quejido adolorido y sus pasos acercándose a mi hasta que puso su espalda contra la mía y le escuché activar el seguro de su pistola también.

-Dentro de lo que cabe-. Se tensó contra mi espalda-. He alertado a nuestros hombres y estarán aquí en 15 minutos.

-¿Tanto?-. Me quejé.

-Ciao, Momo-. Me saludo Kendo con una sonrisa maliciosa y seguida por una decena de hombres.

-Ciao, Kendo-. Sonreí haciendo le a Sero un gesto para que bajara el arma mientras yo lo hacía.

-Qué grata sorpresa la tuya, Kendo-. Jugué con el arma entre mis manos-. No suelo recibir visitas en mitad de una carretera.

-Bueno, querida a veces tenemos que innovar-. Apunto con su pistola hacia mi haciendo que reaccionara de la misma manera.

-Cierto, cierto-. Asentí ante sus palabras falsamente.

-¿Y si nos dejamos de falsedades y peleamos?-. Pregunto arremetiendo contra mi mientras sus hombres corrieron a inmovilizar a Sero.

Esquive su ataque golpeando con la pistola la suya haciendo que las dos armas callaran al suelo.

-¡¡¡Mi le pagherai, Momo!!!-. Me gritó con el rostro rojo de furia mientras me lanzaba un puñetazo que no pude esquivar.

ONE-SHOTS DE TODOMOMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora