Chapter three

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Después de lo sucedido días atrás Louis partió de Holmes Chapel. Fueron 2 días duros para él, ya que pensó que no podría afectarlo, pensó que su pasado no lo golpearía y que Harry no aparecería en su mente, pero no fue así. Desde que se bajo del auto de su madre Louis recordó cada puto segundo de su vida allí y Harry aparecía en cada jodido lugar al que mirase. Sus ojeras eran notorias y sus ganas de llorar se hacían presentes, pero trato de no hacerlo, no quería volver a llorar por lo mismo y desearía que no le doliera recordarlo, sin embargo, lo hacia. Le dolía cada lugar del cuerpo al recordar a Harry. Éste nunca le había hecho nada malo, pero justo en este momento le hacia mal y odiaba odiarlo. No podría odiarlo, eso jamás, pero odiaba el hecho de que su recuerdo le afectara tanto. Él quería recordar al rizado entre risas y lindos momentos, no entre lagrimas y dolor en su pecho, odiaba por completo eso.

El día estaba igual que siempre: nublado y frío. Era de esperarse estaban en pleno febrero. Louis había hecho las maletas la noche anterior y estaba en la cocina viendo como su abuela le hacia algunos sándwiches para el camino, eran aproximadamente unas tres horas y media de viaje hasta Londres y eso dependía especialmente del trafico, así que unos sándwiches no le vendrían nada mal a su madre y a él, aunque no tuviera mucha hambre, tenía que comer si quería seguir con vida.

A su abuela le preocupaba el castaño, era un chico muy parlanchín y en este momento se veía fatal, las bolsas negras debajo de sus ojos eran notorias y sus ojos tristes le partían el alma en dos, ella sabía que a su nieto todavía le afectaba el hecho de que Harry nunca volverá y lo entendía perfectamente. Su difunto marido había muerto hace ya cinco años y le había costado demasiado superarlo, así que imaginaba como se debía encontrar Louis en ese momento. Aunque realmente no lo sabia del todo, cada persona vive su duelo de diferentes maneras y su nieto no era de hablar mucho sobre el tema, así que no sabia mucho de como se sentía y por mas que preguntase el castaño nunca respondía.

-Listo, cariño, aquí están listos todos los sándwiches. Espero que los disfruten-dijo ella tendiéndole una sonrisa al mayor. Louis la miro tratando de darle una sonrisa igual de cálida, pero solo obtuvo una mueca.

-Gracias, abue, de seguro quedaron riquísimos. Igualmente con el hambre que tendremos en ese momento no nos fijaremos en si están ricos.- le dijo el levantándose para darle un abrazo. Su abuela dejo el táper con la comida en la mesa y correspondió al abrazo. Louis no se quería ir, deseaba quedarse y pasar mas tiempo con su abuela, pero se hacia difícil estar en ese lugar sin que se le vinieran recuerdos a la cabeza, cosa que Harry carecía, pero claro, él no lo sabia.

El claxon del auto de su madre los saco de su pequeño momento de despedida, Louis se separó de su abuela y fue hasta el sofá para ponerse su mochila y agarrar su pequeño bolso. Al volver con su abuela, ella le dio el táper con la vianda para el camino y él lo agarro con su mano libre.

-Cuídate, cariño. Espero que en algún momento deje de doler, yo sé lo difícil que es esto y si para mí lo fue no quiero imaginar lo que es para ti.-Louis le sonrió tristemente a su abuela y bajó la mirada, no iba a parar de doler y lo sabía. Todo el mundo dice que va a parar de hacerlo y lo esperó, esperó ya cuatro años y el dolor es el mismo  que hace años atrás o incluso peor. No para y sabe que no va a parar jamás, pero tiene que empezar a convivir con su él y tratar de que no duela o, al menos tratar, de que no lo haga tanto.

-Cuídate tú también, abue. Prometo volver pronto-dijo y trató de abrazarla de nuevo, aunque esta vez estaba cargado de cosas. Su abuela le abrió la puerta y saludó a Johana con la mano. El castaño entro al auto, le dio un último saludo a su abuela y después de un "te quiero" partieron rumbo a su hogar o, bueno, a lo que llamaba hogar en este momento. El hogar de Louis se fue hace exactamente mil cuatrocientos sesenta días y unas semanas.

Había mas trafico de lo normal y recién ibaN una hora de viaje, Louis estaba frustrado, quería llegar a su casa y dormir, ya que no pudo hacerlo en los últimos dos días. En el auto rondaba un silencio, no incomodo, pero su madre quería preguntar demasiadas cosas y el castaño se daba cuenta.

-Y...¿Cómo te fue cariño?-pregunto finalmente su madre. Louis río sin gracia ante la pregunta.

-Creo que es muy notorio como me fue, ¿verdad?-le dijo el castaño mirando a los autos que no avanzaban por la ventana. Su madre apretó el acelerador y luego volvió a frenar.

 Mierda, estaremos demasiado tiempo aquí y tendré menos tiempo de dormir.

-No quiero suponer como te fue, Lou, quiero que me lo digas- dijo Johana mirando a su hijo y él no sabia que responderle. La verdad es que le fue fatal, ir a la casa del rizado no le sentó muy bien y lloró demasiado por recordar cosas de golpe, y la foto no ayudo a que su llanto cesara.

-Me fue pésimo, mamá. ¿Eso querías escuchar?. Lloré los dos días que estuve en la casa de la abuela y no pude parar de pensar en él y dolía, duele como la mierda-ella lo miraba atenta y Louis quería acostarse en su cama y volver a llorar, no quería recordar a Harry-Joder, ya han pasado cuatro putos años y me sigue doliendo. ¿Algún día dejara de hacerlo? Dime cuando, por favor, mamá. Ya no aguanto el dolor que me causa esto, ya no lo aguanto-decía Louis entre frustrado y triste. Ya había pasado mucho tiempo y la mayoría de personas lo habían superado y seguían como si nada, seguían su vida normal y joder el quería eso. Él quería poder superar al rizado y seguir su vida, pero, por lo visto, nunca lo haría.

-Lamentablemente, no tengo una respuesta para eso, amor.- A su madre le dolía demasiado verlo así, es muy joven para sufrir de esa manera.-No te puedo garantizar que deje de doler, pero con el tiempo aprenderás a vivir con ello. Un día habrá una persona que sane ese dolor y, aunque Harry siempre tendrá un lugar en tu corazón, comenzaras a olvidar el dolor y vas a volver a la normalidad, Lou. Y si esa persona no aparece tú solo aprenderás vivir con esto, amor. Tú solo encontraras una salida y verás que lo recordaras con una sonrisa en tu rostro.- Louis no dijo nada después de eso, sólo miro la ventana. Johana supo que no tenia ganas de hablar, así que le dio su espacio para pensar.

El no quería, realmente no quería que haya otra persona, sólo quería a Harry, sólo quería verlo al despertar, pero eso ya era imposible. Louis recuerda todas esas charlas en donde los dos hablaban de su futuro, en como pensaban seguir sus sueños y lo que mas querían eran llevarlos a cabo juntos. Louis nunca imaginó que pasaría lo inimaginable, lo que sólo sucedía en sus peores pesadillas., pero pasó y no pudo evitarlo. Estuvo bastante tiempo culpándose por ello, pero un día llego la conclusión que hubiera sucedido de todos modos. 

A Harry le encantaba la fotografía, soñaba con tener su propio estudio y cuando todo sucedió el castaño juró que haría su sueño realidad y tendría un estudio en su nombre.. Por el momento estaba estudiando, pero prometió que lo haría por él. Claro, no lo hace sólo porqué a Harry le gustaba, bueno, al principio si, pero luego realmente le apasionó la carrera. Tardó un poco en empezarla, así que a sus veinte años se decidió por ello y estaba muy feliz con su decisión










—Gracias por leer.









I need fool | l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora