𝐎𝐜𝐡𝐨

127 14 1
                                    

Luego de que John B soltara aquella simple frase, el silencio los inundó, lo único que se oía era el sonido del agua junto al viento soplar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luego de que John B soltara aquella simple frase, el silencio los inundó, lo único que se oía era el sonido del agua junto al viento soplar. No era porque no le creyeran, si no porque no habían palabras para ese momento, el castaño estaba igual de anonadado que el resto de sus amigos. Se quedó allí de rodillas un buen rato, hasta que Paula se puso a su lado y con un toque suave en el hombro, le sonrió.

Pope, Kie y JJ se marcharon tiempo después, dejando solos a John y Paula que por alguna razón se estaban entendiendo bien en esa situación.

-Te llevo a casa, Pau- Le dijo el chico una vez que había oscurecido, y aunque ella dijo que no hacía falta, obvio que insistió y a la morena no le quedó más remedio que ceder ante la terquedad de John. Una vez en la puerta de su casa, el noto la mirada entristecida de su amiga al instante- Ey ¿qué ocurre?- Se atrevió a preguntar, notando como no quería adentrarse a su hogar, eso estaba claro- ¿Tu padre trabaja esta noche?- Cuestiono confundido cuando noto la ausencia de la camioneta de los Acuña, que solo Armando usaba-

-No- Contesto seca, carraspeando su garganta para que su voz no flaqueara en el intento-

-¿No?- Repitió la respuesta con duda, elevando sus cejas de forma inquisitiva- No puedes mentirme, no a mi, Pau- Canturreo mientras se inclinaba hacia ella. La peli negra se paso una mano por la frente, suspirando-

-Mi papá se fue- John frunció el seño- Dejo una jodida nota y se marcho a quien sabe donde, el muy imbecil me dejo sola con mamá- Espeto con furia, sorprendiendo que su amigo- Ese hijo de puta me dejo sola con la alcohólica de Miranda- Esta vez dijo entre dientes y golpeando la puerta con fuerza, reteniendo las ganas de llorar que tenía-

-¿Desde...desde cuando es esto?- Se atrevió a decir, en un tono casi inaudible-

-Luego de la fiesta, cuando fui a abrir la heladera la vi. Pero no tuve tiempo a procesarlo, JJ me necesitaba y...- Tardo unos segundos en seguir, ya que tomo una larga bocanada de aire- Pues eso, tenía cosas más importantes que hacer. Da igual, no es tan importante...- John B nego con rapidez, mientras evitaba que Paula descendiera de la caravana-

-¿Qué no es importante? Paula, tu padre se fue y solo dejo una nota, tu misma lo dijiste, una jodida nota- Ella soltó una risa sarcástica mientras asentía- No le quites importancia, porque lo que te acaba de pasar es una mierda- El castaño se relamio los labios, mirando la casa de la morena unos segundos antes de dirigir nuevamente sus ojos hacia ella- ¿Sabes que? Y una mierda te quedas en tu casa para que tu madre te trate como una basura, te presto ropa mía y te quedas el tiempo que necesites-

-John B, no tienes porque hacerlo- Se apresuró a decir, algo asustada de hacer sentir culpable a su amigo o hacerlo cargar con más problemas de los que ya tenía- Tienes tantas cosas con que lidiar, no quiero ser un estorbo...-

-¡Ey!- Exclamo, señalandola- Jamás serás un estorbo, eres la chica más especial que hay en mi vida e ignoraste esto solo para seguirme a mi en mis estupideces- La observo a los ojos, queriendo que Paula dejara de sentirse así- Te dije alguna vez que siempre puedes acudir a mi cuando lo necesites ¿okey? Y eso sigue en pie- Arranco el vehículo, sin esperar una respuesta por la Argentina que se mordía el labio para no romper en llanto. Estaba aguantando toda esa angustia desde que miro la nota en la nevera, era una miserable nota que solo decía que la amaba, ni más ni menos, se había llevado todo el dinero y las cosas de valor. Por lo tanto...ella entendió que estaba en la mierda y que no dejaría de trabajar nunca, no así-

Agradeció tener a un amigo como John B cuando se encontraba recostada en su cama con el abrazandola. No había mejor consuelo que los brazos de un amigo verdadero, que te brindaba todo su apoyo en los momentos más difíciles, sin importar que tan mal esté el también. Aunque si lo veías desde otra perspectiva, se sostenían juntos, el uno con el otro.

-Tengo miedo, John B- Confeso sobre el abrumador silencio que había en el Chateau- Tengo miedo de lo que Miranda pueda hacerme por su enfado debido a la partida de papá- Recostada sobre el regazo del castaño se sintió capaz de poder soltar esas palabras que llevaban atoradas en su garganta desde que leyó esas tontas palabras-

-Sabes que no tienes que volver si no quieres, Paula- Dijo el, abrazando más fuerte a la peli negra- Puedes quedarte aquí todo el tiempo que quieras, esta es tu casa- La chica sonrió contra el pecho del castaño-

-Ojala fuera tan fácil- Murmuro- Pero si no voy a casa, ella vendrá aquí a gritar como una desquiciada- Ambos rieron por lo bajo, porque ya habían vivido una situación de tal magnitud  con la madre de Paula. Una vez, la susodicha había pasado cuatro días completos sin aparecerse en su casa luego de una pelea, resulta que la morena se había refugiado en la casa de John junto a su padre, que no dudó en defenderla cuando la mujer llegó hecha una fiera exigiendo que su hija volviera o sufriría las consecuencias. Ese día, Big le dijo que si seguía armando ese tipo de escándalos llamaría a la policía, Miranda se fue y Paula se quedó unos días más-

-Puede que mi padre no esté aquí para defenderte, pero yo sí- Añadio nostálgico- Somos una familia ¿Bien? Ya te lo había dicho una vez. Además, tu siempre me recibes en tu casa, siempre lo hiciste ¿por qué yo no podría? Eres como mi hermanita, Paula-

Luego de esas palabras, los dos jóvenes pudieron conciliar el sueño con el sonido del agua corriendo y los grillos cantando en tonos bajos de fondo. No supieron que tan tarde era cuando cerraron los ojos, pero no importo, porque aquella charla era la que necesitaban ambos adolescentes desolados, que no tenían consuelo alguno en sus hogares.

John B y Paula habían congeniado desde el primer momento que se conocieron, se entendían tan bien que hasta JJ se había enfadado, porque creía que lo dejarían de lado, en realidad, el rubio temia que su mejor amiga no le hiciera caso por la presencia del castaño. Esta claro que no fue así, pronto fueron el trío del caos en la isla, todos conocían a los tres niños que no hacían más que armar problemas por todos lados, aunque JJ y Paula siempre fueron lo más reconocidos por ello, porque cuando Big estaba para ponerle los puntos a su hijo se quedaba en casa, mientras los dos restantes enloquecían a quienes estuvieran a su alrededor.

Tʀᴏᴜʙʟᴇ Iɴ PᴀʀᴀᴅɪsᴇᵒᵘᵗᵉʳᵇᵃⁿᵏˢˣʲʲDonde viven las historias. Descúbrelo ahora