La vida es un obsequio que se desgasta en el tiempo,
Algo que es indeterminado incluso para el destino mismo,
Memorias perdidas en el abismo de la consciencia,
Inexplicable ante la ciencia,
El recuerdo del despertar,
La ingenuidad y la bondad,
Se quedara en el recuerdo de amar,
Dejando todo rastro de la esencia de nuestra personalidad,
Quedándose en el profundo olvido cual susurro,
Presente en cada rincón de la existencia de aquel último murmullo,
Cada rastro de nosotros quedara impregnado cual perfume de nuestra presencia,
Siendo la vida y el tiempo mismo testigos de nuestra coexistencia,
Y la muerte el juez del destino que forjamos con las acciones y la verdad alma,
Logrando ser capaces de alcanzar la plenitud de la calma,
Fundiendo nuestra esencia con la vida misma en un acto sincero,
Quedando nuestra existencia en las memorias de un corazón efímero.
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~ La joven que vivía de la poesía ~
PoetryLa joven que vivía de la poesía no era menos, no era más, era vida como los demás, la soledad la mentirá y la traición tenían agonizando su frágil corazón mientras la literatura se volvió su inspiración y sustento emocional creando diversos mundos d...
