CAPITULO IV

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(William en multimedia)


WILLIAM

Ha pasado una semana desde que le propuse mi trato a Cassandra, y todavía no ha aceptado, pensé que lo haría desde el primer momento, que no le importaría el que no me conociera, pero eso claramente no paso me equivoque, al pensar que podría ser así de fácil.

Ella no es como creí que seria, si posiblemente como ella dice apenas y la conozco, aun así, con eso poco que la conozco, puedo decir que no es una persona mala, aunque su actitud de mucho a desear, pero aun así me gusta, la actitud de niña mala es algo que le queda muy bien a ella, el físico le da puntos extras y el que sea fiel a sí misma es como todo el plus completo, porque sabe lo que quiere y lo que no.

Tiene su propio criterio y forma de pensar, así que he estado pensando y creo que puedo entender, aunque sea solo un poco de todo lo que me dijo la semana pasada y sinceramente puede entender porque no acepta mi trato, yo le pido más de lo que estoy dispuesto a darle.

- Señor Vega, podría ayudarnos con el siguiente planteamiento – la voz del profesor me trae de regreso a la realidad.

- Claro – me pongo de pie para caminar directo a la pizarra y comenzar a resolver el problema matemático.

Una de las cosas que mas me gusta hacer y que mis padres no aprueban es el club matemático al que pertenezco, y al que me uní con el apoyo de mi hermano Virlan, por consecuente es el único que sabe que asisto, me alegra que sea así, él es el único de mis hermanos que no le hace caso a las peticiones de mis padres, de cierta forma lo admiro, porque el hace lo que quiere y no lo que le imponen, el siguió sus instintos y ahora forma parte de la marina de mi país, lo hace como medico y como investigador.

A mis padres nunca les pareció buena idea y aunque ya haya pasado bastante tiempo siguen sin aceptar que él no siguió lo que le tenían planeado para su futuro, pero es tan raro, porque todos los que conocemos como es Virlan, sabemos que jamás fue hecho para estar en una oficina y atendiendo negocios, el siempre fue mas libre de cierta forma. A mí me encantaría tener el valor que tiene el, y poder revelarme sin sentir que estoy traicionando a las personas que me importan demasiado.

La semana pasada que lleve a Cassandra con él, para que revisara su pierna me dio un poco de miedo al ver como acomodaba sus huesoso y el tronido que estos emitieron cuando estuvieron de nuevo en su lugar. Hay que reconocer que es muy bestia cuando se lo propone, pero los resultados valen la pena.

Se sorprendió bastante al verme con una chica como ella, toda una chica mala, eso no es común en mí, pero se alegró bastante a que estuviera frecuentando a otras personas que no sean solo los niños ricos y caprichoso, con los que normalmente me juntos cuando salgo con Lanna; no tuve el valor para decirle que ella ni siquiera era una conocida, se veía feliz, porque seguro pensaba que estaba con una persona que me agradaba y era diferente a mí.

No noto cuando he terminado de resolver el problema, solo me quedo observando un punto en la pizarra, me despabilo un poco con el carraspeo de una garganta, delo la tiza en el borde y regreso a mi lugar, el profesor se acerca para revisar si es correcta mi respuesta y efectivamente es correcto.

El tiempo transcurre rápido, cuando menos me los espero las clases han terminado, me apresuro a recoger mis pertenencias, para poder retirarme a mi casa, hoy tengo un aburrido evento con la familia de Lanna así que debo darme prisa para llegar a tiempo. Ya que no se ha casado de mandarme mensajes y llamadas para estar completamente segura de no me arrepentiré de ir o que la dejare plantada.

Antes de lograr por completo mi huida, la única chica que viene a estas clases extras se acerca a mí.

- Hola William – me saluda sonriente.

Jodido ClichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora