4

177 27 18
                                    

Dos días después del aniversario de los padres de Kihyun, las cosas comenzaban a tomar el ritmo normal de siempre, la costumbre, lo cotidiano. El castaño no había tocado el tema sobre aquella llamada extraña y tampoco sobre la propuesta de Hyungwon acerca de cuidar a los niños mientras trabajaba porque sabía perfectamente que todo terminaría en una discusión, otra vez, y realmente no quería eso, estaba cansado porque se sentía bastante cómodo con la calma y serenidad en la que se estaba envolviendo día con día pero sabía que de alguna forma tendría que tocar el tema en algún momento.

Hyunwoo había vuelto a llevar a Jooheon a la escuela y regresaba temprano.

Era extraño pero se conformaba con que su pelinegro esposo comenzara a esforzarse para darle su espacio al trabajar y cuidar a los niños.

Eran las once de la mañana, Hyunwoo y Jooheon se habían ido de casa para dejarlo solo junto a Changkyun.

El pequeño bebé usaba un mameluco celeste mientras permanecía sentado en su nueva andadera que su tía Soyou se había tomado la molestia de regalarle antes de irse a Estados Unidos para ampliar su diseño de ropa. Kihyun agradeció aquél gesto de su hermana.

La andadera era perfecta para el bebé, quién apenas si sus pies tocaban el suelo, adornada con juguetes interactivos para mantenerlo distraido.

Kihyun tomaba la ropa sucia de las habitaciones para meterlas a la lavadora mientras su hijo jugaba con los cascabeles de su andadera.

Llevaba un cesto enorme en brazos con ropa de Jooheon y suya, se acercó para tomar la de Hyunwoo y de pronto, sintió un aroma diferente. Se quedó estático observando a su alrededor tratando de percibir mejor aquél aroma dulce. Se agachó para tomar una camisa de Hyunwoo y olió de cerca.

-Es esta... -Murmuró oliendo una y otra vez.

Miró hacia el tocador tratando de recordar el perfume de Hyunwoo pero ninguno de ellos era del mismo olor al que emanaba la camisa sucia. Pensó que talvez era una nueva fragancia que su esposo había comprado, así que le restó importancia lanzando la camisa al cesto para después llevársela a la lavadora y encenderla cuando hubo echado jabón y suavizante.

Regresó a ver a Changkyun y comenzar a ordenar la habitación de Jooheon, que lucia todo un desastre con juguetes tirados por doquier.

Suspiro.

-Manos a la obra... -Sonrió observando al bebé Kyunnie, quién chupaba un cascabel. No... a la boca no... -Dijo quitándole aquello.

******

Por la tarde, Kihyun ya había terminando sus que haceres, ayudaba a Jooheon con su tarea en la mesa de la cocina aprovechándose de que Changkyun estaba durmiendo.

Jooheon era un niño muy listo, no había necesidad de explicarle dos veces, solo era cuestión de decirle qué debía hacer para que el pequeño castaño resolviera las actividades por sí mismo sin ayuda de nadie, lo que mantenía orgulloso a Kihyun.

Estaba concentrado observando el cuaderno de Jooheon cuando escuchó el timbre de su casa.

-¿Esh papá?- Preguntó el pequeño.

-No lo creo... -Kihyun revolvió el cabello de su hijo ordenandole que terminara su tarea mientras atendía el llamado a la puerta.

Extrañado camino hacia ella y abrió algo desconfiado, faltaba más de una hora para que regresara Hyunwoo. Casi nunca recibía visitas.

DIVORCIO. - SHOWKI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora