Todo parecía volver a la tranquilidad. No se había vuelto a tocar el tema de Jackson, incluso Kihyun tuvo que disculparse con él cancelando la salida pero proponiendo un encuentro futuro en cuanto estuviese disponible.
Kihyun por fin pisó el suelo de su editorial, al fin pudo escuchar la palabra "jefe". Estaba feliz después de que Hyunwoo se tomara unas vacaciones y por fin se hiciera cargo de sus hijos aunque claro, volver a casa no era del todo bueno porque siempre se encontraba con cada sorpresa que lo único que le provocaba era enojo, ya sea porque Jooheon y Changkyun estaban sucios, de que su hijo mayor no haya hecho las labores, de que la ropa sucia estuviese formando una montaña parecida al Everest, etcétera.
No podía darse el lujo de quejarse de todo aquello porque, ya tenía lo que quería así que, a labios pegados se obligaba a reorganizar la familia, bañar a Jooheon, mientras Hyunwoo se hacía cargo de la tarea.
Era muy lindo cuando regresaba a casa y veia a Hyunwoo trabajando en la computadora con Changkyun sobre sus piernas. Era una buena imagen de padre e hijo. Ambos con el ceño fruncido, concentrados en la pantalla o como la vez en que pasó un rato divertido después de ver a Jooheon dibujando circulos en el rostro de su padre cuando éste permanecía dormido.
Eran tantas cosas que lo hacían quejarse y agradecer del cambio. Incluso no solo en el ámbito familiar, también Hyunwoo comenzaba a llenarlo de detalles, como girasoles en el despacho de su editorial, en la habitación que compartían, le compraba además, chocolates e incluso un reloj de mano nuevo. Las cosas entre ellos de nuevo tomaba camino, de nuevo iba viento en popa. Ahora dormían juntos, hacian el amor cada que podían, disfrutaban del uno al otro y agradecía mucho que Hyunwoo no se quejara o mencionara palabra alguna relacionada a su empresa.
Kihyun estaba feliz.
El castaño se veian concentrado entre el papeleo que se volvía cotidiano en su vida. Le encantaba sentirse bajo presión, un sentimiento demasiado masoquista pero que disfrutaba mucho ahora que volvía a su amada editorial saludando a sus empleados y asistente personal.
Como cualquier otro dia, permanecía saturado de trabajo, ya casi se acercaba su hora de comida. Su estómago comenzaba a revelarse con sonidos extraños.
-Señor Yoo, un joven desea hablar con usted Escuchó del otro lado de su teléfono.
Extrañado estiró el brazo para presionar el botón dos y responder con el ceño fruncido.
-¿Te ha dicho su nombre?
-No, pero dice que le urge hablar con usted ¿Lo dejo pasar?
-Okay.
Comenzó a guardar sus cosas sobre el escritorio recogiendo los papeles que inundaban el área de trabajo. Su asistente apareció para darle paso a un joven de quizá, misma edad que él, atractivo, con un aspecto bastante americano, rasgos finos. Bien pudo pensar que era un modelo sacado de una revista.
-Señor Yoo-La asistente hizo una reverencia y se marchó de la oficina para brindarle privacidad.
-Bueno... ¿A qué se debe tal urgencia?- Preguntó con total curiosidad.
El chico usaba pantalones de cuero negro, botines roqueros, una playera de Ramones, junto a una chaqueta de mezclilla. Baste juvenil, bastante extraño también por la forma en lo miraba, como si Kihyun hubiese cometido el peor de los crimenes.
Aturdido por el comportamiento del extraño joven, se obligó a hablar primero rompiendo así la tensión en su despacho.
-Toma asiento... -No pudo creer que apenas si la voz salia de sus labios.

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DIVORCIO. - SHOWKI.
Fanfiction"Nunca digas nunca". Drama, violencia, amor. ⚠️MPREG⚠️ Adaptación.