3

1 0 0
                                    

UNAS COPAS DE MÁS 

ALMA WHITE

Después de unas horas el alcohol comenzó a hacerme efecto. La música resonaba a todo volumen por mis oídos, las personas a mi alrededor bailaban y bebían como si no hubiera un mañana, me sentía un poco mareada y mi vista estaba un poco borrosa, caminaba tambaleando, mis pies me dolían mucho de tanto bailar y tenía la garganta seca.

Bueno creo que ustedes no están entendiendo nada así que los pondré un poquito en contexto de como llegue a este estado.

UNAS HORAS ANTES.

- ¿Cual me queda mejor? - preguntó Stephanie mostrándome dos vestidos, uno negro que le dejaba la espalda descubierta y otro plateado con un gran escote.

- Creo que el negro te quedaría mucho mejor - respondí mientras rebuscaba en su closet, era increíble la cantidad de ropa que tenía esta mujer, y yo que pensé que por ser un pueblo sería más tranquilo.

- Bueno ahora te toca a ti elegir - Dijo Stephanie mientras sacaba unas cuantas opciones demasiado cortas para mi gusto -. ¿Cuál te gusta más? – preguntó con mucha emoción, yo me limitaba a mirar los vestidos con una mueca, no me gustaban mucho, en realidad, ni siquiera me llegaba a imaginar usando uno de esos vestidos.

- No me gustan - Contesté mientras rebuscaba en su closet para ver si encontraba algo más de mi agrado.

- Bueno, entonces ¿qué opinas de este? - dijo Stephanie sacando un vestido que había quedado oculto detrás de los otros. Era un vestido rojo que se adaptaba bastante bien a mi gusto.

- Voy a probármelo - le contesté mientras me dirigía al baño

Me probé el vestido con un poco de miedo per terminó resultando bastante bien, tenía unos tirantes finos, un escote poco pronunciado y cuadro y me llegaba hasta la mitad del muslo, además resaltaba las pocas curvas que tenía y mi pelo rubio contrastaba muy bien con el color del vestido, honestamente me quedaba genial.

Salí del baño con el vestido puesto para que Stephanie me diera su opinión.

- ¿Te gusta? – Pregunté algo nerviosa.

- ¡Te vez asombrosa! - exclamó emocionada -, ahora solo nos falta el mejor amigo de una mujer, el maquillaje – dijo con una sonrisa malvada pero divertida.

Duramos aproximadamente cuarenta minutos maquillándonos y después de tanto trabajo nos veíamos aún mejor que antes, me sentía un poco extraña porque normalmente no me arreglaba mucho pero esta vez Stephanie me sorprendió con sus habilidades de estilista.

Oí el sonido de un claxon, creo que ya era hora de irnos.

- Bueno Alessandro vino a recogernos, bajemos rápido antes de que le dé un ataque de histeria - bufó Stephanie con cierta gracia, salimos de la casa y nos encontramos con el auto de Alessandro era un Corsa blanco.

Alessandro bajó la ventanilla de su auto.

- Pero qué milagro que Stephanie esté tan arreglada - Dijo con una gran sonrisa burlándose, ella solo puso los ojos en blanco, solté una risita por la cara de pocos amigos que había puesto Stephanie, él estaba vestido con unos vaqueros negros, una camisa blanca y una chaqueta negra que le quedaba increíble. Alessandro me miro de arriba abajo y me dedicó una sonrisa - Estas muy linda, Roja.

Lo mire con una sonrisa por el apodo ridículo que me puso.

- Basta de coqueteo, es hora de irnos, la fiesta nos espera - Exclamó Stephanie con una sonrisa de oreja a oreja.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 20, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

A Town Bathed In BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora