Como no llevaba los cordones bien atados me metí la hostia del siglo y rápidamente vino un hombre a levantarme del suelo y preguntarme si estaba bien.
Le contesté que si con una tímida sonrisa y me fui avergonzada a uno de los asientos que quedaban libres al fondo del bus.
Me senté y abrí mi mochila para ver si se me había olvidado algo con las prisas.
Por suerte solo se me habían olvidado los libros de Mates.
Después cogí el móvil para ver si tenia algún whatsapp de mi amiga Noelia la que se suponía que debía estar esperándome en la puerta del insti.
Vi que tenía un mensaje no leído que decía:
Como no vengas en quince minutos te mato Marta! Tía llevo media hora esperando!
Le envié un audio diciéndole que iba a llegar bastante más tarde de lo que ella llevaba esperando.
Noelia era bastante simpática solo que algo impaciente y muy cabezona como yo jajaja
El audio ya tenia doble tick y en color azulito como leído al que Noe me respondió con un emoticono de enfado y una cara con un beso.
A veces es muy orgullosa pero cuando se suelta es muy cariñosa. Me puse a ver las noticias de la tele esa pequeñita del bus y cada vez me estaba entrando más sueño del que ya tenia.
Los ojos se me cerraban cuando empecé a oír unas risas procedentes de los asientos que estaban detrás del mio.
Me giré y...
Jodeeeerr!
Menudo morreo que se estaban metiendo aquellas dos!
No podía tener más suerte...
Porque los astros se unían para que yo tuviera que ver por segunda vez a dos tías besarse!
Me quedé mirando aquel beso y noté que mi entrepierna despedía un calor bastante intenso.
Aquel beso era...era...no sé como explicarlo...
Los labios de cada una deseaban encontarse con los de la otra.
Estaban mojados y hacían que el beso fuera mucho más sexy.
No calculo cuanto tiempo duró aquel beso pero cuando las dos chicas se separaron se quedaron mirándome fijamente y una de ellas me dijo:
Se puede saber que miras mocosa!?
Y al segundo moví la cabeza de un lado para otro para intentar responder a aquella pregunta.
Miré la tele y vi que la próxima parada era en la que tenia que bajar y me puse de pie al lado de la puerta.
Bajé en mi parada y fui corriendo para poder llegar lo más rápido posible al insti y encontrarme con Noelia que debía tener un cabreo de tres pares de cojones.
Confirmé el cabreo de Noelia que cuando me vio me puso cara de malos amigos pero yo sabía que todo eso era pura facha, abrió los brazos y nos dimos el abrazo más grande que jamás nos habíamos dado.
Al en mi interior me decía que algo iba mal y lo notaba por la forma en que me miraba y me abrazaba Noelia.
-Marta te tengo que contar algo...
Me quedé con cara de preocupación pero ella enseguida me dijo que no me preocupara que todo estaba bien y que ya me lo contaría en otro momento.
Entramos a clase y lo primero que vimos fue a Jose Vicente nuestro profesor del año pasado y el que de nuevo nos volvía a tocar.
En pocas palabras era un hijo de puta que nos hacia la vida imposible pero también tenia momentos divertidos como cuando nos llevó de excursión a la montaña donde se calló tropezando con una roca y acabó en los pies de la profesora Lourdes.
El profesor nos dio la charla de todos los años que si tenemos que estudiar, que este año es más difícil, que las notas bajarán bla bla bla.
Cuando salimos a las 3 de la tarde del insti Noelia me dijo de ir a tomar algo a una cafetería y contarme lo que le pasaba.
Fuimos a la cafetería más cercana.
Noelia se pidió una cerveza y yo como mi cuerpo no permitiría más alcohol del que tomé en verano me pedí una Coca Cola bien fría.
-Marta tu sabes que el verano cambia a todo el mundo no? Pues yo...yo...
Mi verano a sido bastante movidito y...
Noelia no sabía ni por donde empezar y le hice un gesto de complicidad, le guiñé un ojo y sonrió levemente.
-Noe sea lo que sea puedes confiar en mi y no te preocupes que tampoco será para tanto...
Antes de que acabara la frase Noelia me cortó y dijo:
-Estoy embarazada.
En ese instante no me podía creer lo que acababa de escuchar.
Mi amiga a penas tenia 16 años y estaba embarazada!
-Emmm...Noe no se que decir...Solo puedo decirte que no estas sola, yo intentaré ayudar en todo lo que pueda...
Al decirle eso vi que por su pálida mejilla caía una lágrima llena de dolor y por una parte de vergüenza.
Me levanté de la silla y nos fundimos en un abrazo el cual dejaba muy clara la postura de cada una y el sentimiento que teníamos en ese momento.
Cuando más o menos pude tranquilizarla le pedí que me contara los hechos, el lugar, con quien y cuando.
En realidad por una parte me sentía culpable por no haber dado señales de vida en todo el verano para que Noelia me pudiera contar esto pero no podía hacer nada ahora.
Volví a casa sobre las 6 y mi madre me esperaba en el sofá para echarme la bronca por no haber avisado de que no iba a ir a comer.
Después de aguantar la pequeña bronca de mi madre de que la próxima vez que no avisara me quedaría sin salir me fui a la habitación.
Me puse a hacer los deberes pero no podía dejar de mirar el móvil por si alguien me enviaba algún whatsapp para salir esta noche de fiesta o algo parecido.
Acabé rápido los deberes y Noelia me envió un whatsapp:
Puta muchas gracias por lo de esta mañana y sobretodo por animarme y poder confiar en ti.
Quieres salir esta noche?
No me lo pensé más de dos veces y al minuto le contesté que por supuesto que salíamos esta noche.
La íbamos a liar como lo hacíamos siempre.
Me disponía a arreglarme y a ponerme decente pero no encontraba nada en el armario.
Al final me puse unos pantalones vaqueros ceñidos y una camiseta fresquita blanca en la que se me transparentaba un poco el sujetador negro de encaje.
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Besos en su espalda
RomanceMarta con el paso del tiempo va experimentando, hasta el día en que se da cuenta de que su orientación sexual no és la que ella misma pensaba. En todos estos instantes estará rodeada de personas que cambiaran su vida por completo, en especial una de...