Vueltas a la cabeza

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No sé como volví a casa porque entre lo que había bebido y la sensación que acababa de experimentar con Irene me hacía estar muy confusa y más pensativa que nunca.
Llegué a casa bastante tarde y me dejé caer en el sofá porque se me hacia muy cansado llegar a mi cama.
Estuve toda la santa noche dando vueltas.
Tenía tantas preguntas en mente que ni yo sabia contestarme.
Porque tuve esa sensación con Irene?
Porque me ponía tan nerviosa el contacto físico incluso solo su presencia?
Podía estar la posibilidad de que...me gustara?
Tenia ganas de volverla a ver?
Me hubiera gustado notar sus labios tan suaves encima de los mios?
Tantas preguntas pero ninguna tenía su correspondiente respuesta.
Creo que en toda la noche dormí 2 horas.
De buena mañana me llamó por teléfono Noelia por si quería que quedáramos a ir a dar una vuelta por el barrio.
Le dije que no, necesitaba por lo menos un día para reflexionar.
Dándole vueltas y vueltas a la cabeza volvió a sonar mi móvil.
Número desconocido
...
-Marta?
-Si? Quien eres?
-Soy Irene
De lo traspuesta que me quedé se me cayó el móvil al suelo pero por suerte no se había apagado, seguía la llamada.
-Marta hola?? Estas ahí ?
-Emm si si! Esque no te escuchaba bien...Bueno dime
-Pues que si te apetecía quedar e ir al cine esta tarde.
-...(segundos de silencio) Ahh...pues...si me apetece y así me distraigo.
-Me alegro de que te guste el plan.Te parece si te recojo en tu casa a las 5:30?
-Vale
-Entonces... Hasta luego
Estaba muerta en ese momento.
Irene! Irene la chica que conocía de hace un solo día me estaba pidiendo una cita!?
Y lo más fuerte es que yo había aceptado aún así con las dudas que tenia sobre mi O R I E N T A C I ÓN S E X U A L.
Se acercaban las 5 de la tarde, quedaba media hora para que viniera Irene a recogerme y yo aun no estaba preparada.
Solo me faltaba secarme el pelo y vestirme con algo que encontrara decente en el armario.
Me decidí ponerme una camiseta con hombro al descubierto, unos pantins y unos shorts vaqueros.
Me metí en el baño a darme los últimos retoques y maquillarme un poco con eye liner y rímel.
Acababa de pintarme el ojo izquierdo y sonó el timbre.
Me puse tan nerviosa que se me pinté mal el eye liner.
Derrapé hasta llegar al telefonillo y le dije a Irene que esperase 1 minuto para poder pintarme de nuevo el ojo que estaba corrido.
Cuando por fin acabé del todo salí de casa y me encontré cara a cara con Irene.
Tragué saliva y le dije:
-Hola...que tal?
-Muy bien jajaja estas muy guapa.
-Gracias-me puse tan nerviosa que no podía parar de tocarme el pelo y al instante me puse roja como un tomate.
No le di ningún beso cuando nos vimos aunque no me faltaban ganas.
Fuimos andando hasta el cine y noté que en todo el trayecto Irene no había parado de mirarme.
Estaba muy nerviosa pero aun así estuvimos hablando todo el camino.
Estuvimos hablando sobre el embarazo de Noelia que al final resulta que Irene también lo sabía.
Me dijo que ella si sabia quien era el chico que...pues eso...me dijo que se llamaba Conan y que era negro!
Cuando llegamos, nos pusimos a ver las pelis que estaban en la cartelera.
Casi todas eran una mierda pero no sé porque no me importaba la película que fuéramos a ver, solo me importaba estar a su lado.
Al final nos decidimos por una comedia romántica porque no había nada mejor.
Entramos a la sala 12 y cogimos sitio.
Nos sentamos prácticamente al final aunque teníamos sitio más hacia delante, yo seguía a Irene.
Empezaba la peli y yo cada vez me ponía más nerviosa.
Tenía a Irene muy cerca, a escasos centímetros de lo que la silla nos podía separar.
Irene tenia puesta la mano en el posa brazos y yo no me había dado cuenta de la tenía ahí y puse mi mano encima de la suya.
Me entraron unos nervios supremos al notar el contacto de nuestras manos.
Estuve toda la película con retortijones.
-Te pasa algo Marta? Te encuentras bien?
-Si si...Bueno solo es que me duele un poco la cabeza, nada más...
-Si quieres no vamos...
-No no...no pasa nada
-Enserio?
-Si...tranquila
Me sentó muy bien que me preguntara si me pasaba algo, eso era demostraba que le importaba como estuviera.
En realidad le metí la escusa de que me dolía la cabeza pero empezaba a notar que si que me dolía en realidad.
Acabó la película salimos del cine.
Estaba lloviendo a más no poder y ninguna de las dos llevábamos paraguas.
Irene me dejó su chaqueta para que me la pusiese y ella se quedó con la camisa azul marina que llevaba.
Nos dirigiamos a casa.
-Marta quieras o no hoy te voy a acompañar a casa
-Bueno...vale
-jajaja me alegro de que me des tu consentimiento...
Irene me sonrió con esa sonrisa inapagable y yo se la devolví al mismo tiempo.
Ya estábamos en la puerta de mi casa.
Quedaba lo más difícil de la "cita", la despedida...

Besos en su espaldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora