Cuando cerramos las puertas del instituto, miro a Stiles y a Scott.
- Tenéis, exactamente dos segundos, para explicarme que es todo esto.
- Te prometo que te lo explicare luego, de verdad, pero primero tenemos que salir de aquí.- me dice Scott.
- Como salgamos de esta, os voy a matar a los dos, lo prometo.
Empezamos a andar intentando escapar de lo que sea que nos persigue. No puedo dejar de pensar en el hombre que estaba con los chicos. No lo había visto antes, pero se que es alguien relacionado con todo esto. Seguimos caminando sin encontrarnos a nadie. Nos metemos en un aula que parece abandonada. De fondo puedo oir a Scott y a Stiles hablando sobre algo de un teléfono, pero no presto atención. Se que ellos no son normales, esta claro, y sea lo que sea lo que nos persigue tampoco lo es, pero tengo la sensación de que yo tampoco lo soy. Oigo voces en mi cabeza, veo cosas que no existen y esta mañana recibo mensajes anónimos. Cuando vuelvo a la realidad, escucho decir a Scott que ha perdido su móvil y Stiles esta entrando en pánico por el, según el, un monstruo con patas nos persigue.
- Tendremos que salir en algún momento, Stiles.
- Claro, era mi plan par esta noche, salir a que un lobo gigante me ataque y me convierta en su cena.
- Tenéis que contármelo.- les digo, a lo que me miran sorprendidos.
- Ashley, no es por ser plasta, pero estamos a punto de morir.- dice Stiles con las manos alzadas.
- Por eso mismo. –miro a Scott, que es el que parece dudar.- Scott, creo que tengo algo que ver con todo esto.
- Todo empezó el día que fuimos a buscar el cuerpo.- dice Scott, mirando al suelo mientras habla. Me atacó un animal, que resulto ser un hombre lobo. Al principio no sospeche nada, solo que me cure muy rápido. Los siguientes días empecé a notar que era más fuerte que antes, escuchaba todo y los ojos me cambiaban de color. Stiles y yo investigamos un poco, y descubrimos la licantropía. Encontramos a Derek, y en un principio pensamos que había sido el quien me mordió y el asesino de la mujer. Lo arrestaron y descubrieron que era inocente. Desde entonces me ayuda a controlarlo, y queremos encontrar a quien me hizo esto. El por sus razones, yo por las mías. Pero juntos somos más fuertes.- Me quedo en silencio pensando ¿hombres lobo? Creo que tenía una ligera idea.- Di algo, lo que sea. No quiero que dejes de hablarnos.
- ¿Y Stiles? ¿Qué es?- pregunto mirando al susodicho.
- ¿Te acaba de decir que uno de tus mejores amigos es un hombre lobo, que nos persigue un asesino y tu preguntas que soy?- Asiento tímidamente.- Definitivamente no eres normal.
- Stiles es humano, como tu.- al decirlo, decido contarle todo lo que se y que me pasa, aunque nunca se lo he contado a nadie.
- Yo… yo no estoy tan segura de ello
- ¿Qué?- pregunta Stiles mirándome sorprendido.- ¿A ti también te crece pelo en la cara y tienes uñas del tamaño de mi mano?
- No, nada de eso.- les miro a los ojos dispuesta a contarle todo lo que nunca le había contado a nadie.- Cuando…cuando tenía ocho años, empecé a oir voces.-Corre. Me quedo callada mirando hacia todos lados, y se que tenemos que hacerlo.
- ¿Qué? ¿Qué paso?
- Tenemos que salir de aquí.
Y nada más decir eso la puerta de la clase sale volando desvelando al lobo que nos ataco antes y que nos persigue. Los tres logramos salir por la puerta de atrás, pero aún así nos sigue muy de cerca. Cuando esta a punto de alcanzarnos, hago algo que hacia mucho tiempo que no intentaba. Me pare en seco, haciendo que Scott me mirara horrorizado y volviera a por mi. Centré toda mi atención en los casilleros, de ambos lados. El lobo, o lo que quiera que fuera, empieza a correr hacia mí, y se que por mucho que corra Scott no llegaría a tiempo. Espero a que este entre los casilleros, y cierro los ojos con fuerza. Al volverlos a abrir, las dos filas de casilleros se juntan en el medio, haciendo que el lobo quede atrapado en medio. Los casilleros se levantan poco a poco, hasta que salen volando hacia la otra punta del pasillo, quedando apilados en un montón que no se mueve. Siento a Scott detrás mía, y me doy la vuelta lentamente. Cuando me mira su sorpresa se hace aún mayor, igual que la de Stiles, que ha llegado a su lado. ¿El motivo? Por lo mismo que vi yo el día que descubrí que podía mover el libro de matemáticas de la cama a la mesa. Ese día fui al espejo de mi habitación, estaba exactamente igual, salvo mis ojos. Que eran azules. No un azul normal. Un azul brillante como la luna.

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Trust the instinct
אנשי זאבBeacon Hills, un pueblo sencillo, pequeño, humilde y con habitantes pacíficos y tranquilos. Hace tres años, ocurrió lo inesperado. Hubo un misterioso asesinato de una joven. El cuerpo apareció en mitad del bosque con heridas propias de un lobo o alg...