Her - Narcissa Black Malfoy wlw TRADUCIDA

Thorns

CABE ACLARAR QUE NO SOY EL AUTOR ORIGINAL DE ESTA HISTORIA, SOLO LA TRADUZCO, TODOS LOS CREDITOS A LA AUTORA ORIGINAL 

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Cahya había permanecido en un estado de trance mirando hacia los jardines, aliviada por los golpes en los cristales de las ventanas. Había pasado toda su vida asegurándose de que fueran perfectos, y de alguna manera lo que había priorizado durante tanto tiempo se convirtió en la causa indirecta o en su necesidad de irse.

Sin embargo, no fue por su propia voluntad, ni podía culpar al rosal. Podría culpar a Lucius. Él fue quien los solicitó. De alguna manera, todo se redujo a él: la marca, el rosal, todo. Si no fuera por la marca, su vida podría haber sido moderadamente pacífica. Si no fuera por las rosas, no habría estado en riesgo de muerte, no se habría dado cuenta del potencial de sí misma que amenazaba su propia seguridad.

Narcissa, sin embargo, solo podía culparse a sí misma por eso, por ella.

Cuando las lágrimas comenzaron a formarse a partir de una serie de emociones, las había atrapado antes de permitirse dejarlas caer. Se secó agresivamente la cara y frunció el ceño, criticando su debilidad, la forma en que le habían enseñado.

Su cabeza comenzó a descansar contra el vidrio helado, a pesar de que se acercaba el verano, ciertamente no parecía así. Pudo ver más abajo en el lado izquierdo del jardín con la cabeza apoyada contra el cristal. Cuando lo hizo, notó dos figuras, una vista rara: Narcissa caminando con Draco por el césped, exactamente lo que Cahya haría cuando quisiera darle al niño un descanso de todo, desde que él señalaría los tipos de flores y árboles. preguntando por ellos. Sin embargo, empezó a darse cuenta de que Lucius no lo aprobaría, y la cruda realidad de que no podía dejar para defenderla a ella y al chico de sus ignorantes críticas la dolía. El pensamiento de él se sumó a su mente, ¿cómo explicaría su partida?

Le causaba dolor saber que aunque no era necesario que se fuera a la fuerza, ella necesitaba irse y esa era una elección. No quería elegir la opción que era una necesidad para la seguridad, la cordura y para ella.

Su mente se aceleró con posibles excusas. Por mucho que odiara complementarlo pero él era un hombre inteligente, analizaría el absurdo y abrupto anuncio por sílaba.

En el peor momento imaginable, ese mismo hombre llamó a la puerta. Ella conocía sus golpes, siempre han usado patrones de golpes muy específicos entre ellos desde que eran niños, era su forma de comunicarse para cuando no se alarmarían por un golpe en la puerta, distinguiéndose entre ellos de Abraxas.

"¿Sí?" Ella le anunció que entrara. Por un tiempo había olvidado que sentía un elemento de disgusto en su presencia.

Abrió la puerta y con paso lento se acercó al lado de la ventana donde ella estaba sentada. "Me gustaría hablar contigo sobre-"

"No estoy discutiendo nada ahora, Lucius, ¿de acuerdo?" Ella lo interrumpió antes de que pudiera continuar, "todo lo que sé es que el hechizo debe haber sido simplemente débil, con la fuerza suficiente para casi completar su tarea. Esa es la única explicación que puedo darte".

Suspiró y puso los ojos en blanco para mirar por la ventana mientras permanecía de pie junto a ella. "Tu pequeña táctica de intimidación de nunca nivelarte con la persona de la que quieres algo no va a funcionar, hermano. ¿Qué vas a hacer, dañarme? Es improbable. Siéntate si vas a quedarte un rato más. " Ella falló en usar un tono burlón, tomó más la forma de su propio tono rencoroso.

Él aceptó su invitación de todos modos, y se sentó incómodo en el asiento acolchado para poder mirar por la ventana. "Bueno, debo decir que no pareces muy feliz considerando ..."