Capítulo 3.
El emperador actual no tenia una princesa, ni un príncipe.
Dos años después, el año en que cumplí doce, la emperatriz tuvo a una princesa. En una época en la que la naturaleza no tiene la disciplina mas noble de la familia imperial, los niños de mas alto rango de mi edad, tienden a ser adultos en nombre y realidad.
Yo, el personaje principal del día, recibí los obsequios uno por uno en el gran salón de banquetes y luego vacié la sala de recepción para que los invitados guiasen a los niños a la sala de juegos preparada.
Y ahora la situación.
Tres o cinco niños de nueve o diez años, se juntaron para formar un grupo, pero solo Emil se encontraba solo, aislado por la ventana.
Mis ojos se toparon con sus ojos dorados, tratando de sonreír, pero me sentía confundida.
"Sera mejor que me acerque directamente a el"
Sin embargo, lo que pensé que era una oportunidad al estar caminando hacia ahí, me detuve a los tres o cuatro pasos.
Un tímido saludo de felicitación me llamo.
—Bueno... señorita Lancaster, feliz decimo cumpleaños.
Fue el honor del Conde Butt.
Su nombre era... Blancia Butt.
Detrás de ella había una clara impresión de Hildred Rayman, asombrosa.
"Lo enviaste a propósito"
Blancia me saludo con una sonrisa.
—Gracias señorita Butt, me alegro de que este hoy aquí.
—Bueno, siempre he querido ver a la señorita Lancaster, mis padres me dijeron que el marqués, como la marquesa son muy buenas personas, así que la señorita Lancaster también es muy amable.
Al detener las fechorías de la malvada mujer, los dos se ganaron la confianza del actual emperador, que era el príncipe heredero en ese momento y ayudaron a elevar a la malvada Robelia a la pena de muerte por las víctimas inocentes.
Como tal, el publico confiaba en el y lo apreciaba. El problema es que las expectativas para ustedes dos, también han recaído en mí.
"Emil también lo hizo"
Mirando hacia atrás, Emil y yo éramos diferentes y teníamos muchas similitudes.
—No soy tan buena como ellos dos, si fuera una persona normal ¿las decepcionaría?
—¿Qué? ¡Oh, no! De ninguna manera ¿Quién soy yo para decir- ¿En primer lugar, es normal para la señorita Lancaster?
—Gracias, quería ser un buen amigo de mente abierta con la señorita Butt.
Entendí lo que Blancia iba a decir, pero sonreí como si no lo supiera.
Junto sus manos como si estuviera feliz mientras que un rubor se extendió por su como un cachorro.
—Yo también quiero ser amiga de la señorita Lancaster.
Blancia que su voz se había convertido un poco más aguda arrastrándose al final, se regocijo con el rostro sonrojado.
Muy bien en primer lugar, hemos sentado las bases.
Los otros niños que miraban hacia nosotros, se acercaron poco a poco a la activa socialista que yo le había dado.
"¿Acabas de ver eso Hildred Rayman?"
Hill era un tipo sensible en su posición.
Fue malvado e inteligente, Emil seria la concentración del publico sobre el y Rayman. Mas aun sabiendo que se dividiría entre los dos, ese no sería el caso.