Allí donde estés

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Han pasado 3 terribles días desde el accidente e entierro de mis padres, la verdad estoy destrozada tanto psicológica como físicamente, doña María no me ha querido dejar sola ni un segundo, cosa que agradezco, pero a su vez no. En estos momentos quiero llorar en paz, quiero dejar de ver esas miradas de compasión que todos me lanzan, dejar de escuchar los pésames y sobre todo quiero a mis padres devuelta conmigo.

Estamos entrando en los despachos de la familia de doña María, donde se leerá su testamento uno del cual no tenía constancia.

Me siento en una silla cerca de la ventana, fuera está lloviendo, en seguida entra el marido de doña María, don Alberto quien procede a leerlo, en este dice que me ceden toda su fortuna, el 50% de las acciones de la empresa familiar y un sin fin de cosas más a las que no presto atención.

Cuando pregunto con quien estaré ella me responde:

-Ángela lo siento muchísimo cariño pero nosotros no podemos hacer nada- me dice entre sollozos doña Maria - tus padres lo dejaron escrito en su testamento por si les llegara a pasar algo y desgraciadamente a pasado.

Sentada en su pequeño despacho mirando a ningún sitio en concreto solo lloro, lloro por no haber podido estar con ellos cuando paso, lloro mi futuro incierto y sobre todo por la pérdida.

-Y dónde se supone que tengo que ir si ya no tengo a nadie- le respondo entre descargadores sollozos.

-Si tienes a alquilen hermosa, irás con el hermano adoptivo de tu padre a Nueva York- dice mientras se seca las lágrimas y se sienta a mi lado.

-Pero yo no quiero, ni siquiera sé quién es- le digo ya hipando de tanto llanto- ni siquiera a venido al entierro de su propio hermano.

-Cariño vamos tranquilízate, ellos tenían una relación complicada pero se querían muchísimo, lo más seguro es que esté de camino- me dice mientras me abraza por los hombros y acaricia mi cabeza.- Vamos te llevaré a mi casa para que descanses y comas algo.

-No quiero...- empiezo a decir pero ella me corta enseguida.

-Claro que quieres y lo harás llevas 3 días sin comer y dormir decentemente no quiero que a ti también te pase algo, eres muy joven mi niña todavía tienes que disfrutar de la vida.

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Hace ya un par de horas que llegamos, doña María se a encargado de hacerme comer todo y estoy segura de que me puso algo en la comida o la bebido para lograr que me duerma, ya que casi no me aguanto de pie. Cuando mi cuerpo está ya apunto de colapsar don Alberto me levanta, llevándome a uno de los cuartos de huéspedes que tienen en la casa, me acuesta en la cama y en seguida caigo rendida.

POV HUGO

Recién a las 16:50 llego al aeropuerto de Madrid, estoy muy triste y a la vez mosqueado con todos, tardaron 3 días, 3 putos días en decirme que mi hermano y su mujer habían muerto en un accidente de coche, que tengo que cuidar de una niña que apenas dos semanas a tras cumplió los 17 años, 3 tres putos días, por qué, no lo sé lo único que me importa ahora mismo es llegar a casa de doña María y conocer a mi sobrina. Pensara que la odio o algo por el estilo al no haberme presentado nunca y dudo mucho que sus padres lo hicieran.

Recojo mi pequeña maleta, camino hacia el exterior donde me dispongo a rentar un coche para poder llegar a casa de doña María.

Ya en el coche con todos los documentos y las cosas guardadas pongo el teléfono en manos libres y la llamo.

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-Hola al habla María- responde en seguida con voz triste.

-Hola doña María, soy Hugo, hablamos ayer por teléfono.

-Hugo hola, no reconocía tu número muchacho, ya estás aquí? Quieres que vayamos a por ti al aeropuerto? Quieres...- empieza a hablar rápidamente, tanto que me confunde un poco llevo muchos años fuera y casi se me olvidaba como hablabar en castellano.

-Nonono, no se preocupe ya e alquilado un coche, le llamaba para preguntarle la dirección de su casa y para saber si ella lo sabe ya...- la corto yo enseguida y murmuro la última parte en voz baja.

-No hacia falta que alquilarás un coche, cuando nosotros podemos ir a por ti- medio me regaña- ahora hago que mi Alberto te mande la dirección y si lo sabe, está algo molesta por qué no te conoce y...

-No se preocupe intentaré hablar con ella cuando llegue, envíeme la dirección por favor, tardaré un poco en llegar ya que pasaré por el cementerio antes- le digo poniendo el coche en marcha, saliendo del aeropuerto.

-Ahora se lo pido, nos vemos en un rato y por favor muchacho ten cuidado- dice antes de colgar.

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Tardo casi una hora en legar al cementerio, camino entre los nichos y lápidas hasta encontrar la de ellos, me arrodillo dejando el ramo de flores sobre la lápida, donde  pone sus datos y una bonita foto que les hice yo 10 años atrás cuando apenas tenía 18 años, al ver eso me echo a llorar como un niño pequeño.

-Por qué , por que justo cuando nos arreglamos tiene que pasar esta mierda- le digo a la nada sollozando- Josh, Linda que voy a hacer ahora, ella no me conoce y seguro que me odia por no haber estado nunca y...y..

No puedo continuar, estoy 20 minutos en la misma posición hasta que se me pasa el llanto, acaricio la lápida antes de levantarme e irme al coche de nuevo donde busco la dirección de la casa de doña María, a la cual tardo en llegar otra media hora.