Warning Lights Under The Rain

Capitulo 4: Sobresalto

-Kenma porfavor nunca te he pedido nada, ven a por mi.

-¿Que no me has pedido nada? ¿Estoy hablando con la misma Yuki que hace nada me pidió que la acompañara a comprar una puta batidora y acabaste con mi tarjeta de crédito en ropa? No caigo de nuevo.

-Tio que estoy perdida es vida o muerte.

-TE JODES Y TE BUSCAS LA VIDA.

El estridente sonido del fin de la llamada acabó con mis tímpanos. Y si, estaba jodidamente perdida. Sin querer, he acabado en Shibuya, a las 22 de la noche, SOLA. Intente no alarmarme, al fin y al cabo llevo viviendo en Tokyo muchos años; ¿Y aún no conozco mi propia ciudad? Me reí conmigo misma para quitarle peso al asunto. Estaba desesperada. El subnormal de Kenma quería hacerme sufrir y no pensaba venir a ayudar a su pobre amiga. Creo que a este paso volvemos a nuestra simbiosis del principio. Y el resto de mis contactos, estaban de viaje, ya que era verano. Genial. Pensé por lo que me pareció una eternidad, hasta que caí en llamar a Iwaizumi. ¿Me mandaría a la mierda? Probablemente. Pero no hay que temerle al éxito.

-Yuki, pensaba que te habías muerto por el camino o habías inundado tu casa.

-No porque no lo cubre el seguro-Kenma me estaba pegando sus gilipolleces.-Pero si que tengo que pedirte un favor...

-¿Te has perdido, verdad?

-Entre tú y Kenma cada vez estoy más segura de que los videntes existen. -Se rio con su risa suave de siempre. No había cambiado nada.

-Voy a buscarte. Mándame tu ubicación.

-Mil gracias Iwa, ¿Cuantas te debo ya?

-Tranquila, mis servicios invitan a la casa.

Nunca imaginé que trabajando en un host se ganaba tanto dinero. Porque el coche de Iwaizumi no era lo que viene siendo una cosa sencilla; era un cochazo que seguro que ni su propio dueño sabría  la utilidad de la gran mayoría de botones. Creo que había hasta uno que te daba masajes. Que sea un desastre con las ubicaciones no significa que no sepa cuándo nos estamos desviando de la zona, y eso era lo que estaba pasando. Iwaizumi no estaba yendo al host.

-Hey, creo que te has ido por otro camino jaja.

-Lo sé.

-¿Se podría considerar esto como secuestro?-
Su risa interrumpió mis pensamientos macabros.

-No, Yuki. Solo vamos a una cafetería normal a charlar. Tú y yo. Los dos solos.

-Pero yo iba al host a buscar refugio en un chico que me tratara como su novia por un par de horas, porque para ir a tomar un café podríamos haber quedado en otro momento, como por ejemplo a una hora en la que no solo haya borrachos en la calle.

-En cierto sentido es tu culpa, no te habías dignado a presentarte hasta ahora.

-Ya Iwa, pero así no era el plan. Se que eres el gerente del local y tal per-

-¿Quieres que te sea sincero?-Me dejó con la palabra en la boca.

-Hombre, pues si.

-Me daría envidia ver coquetear a otras personas contigo. -Su respuesta me dejó helada. ¿Me estás diciendo que tiene envidia de sus propios trabajadores que están haciendo, eso, su trabajo? No tenía sentido. ¿Tantísimos años sin vernos y me suelta esto? Venga ya. -Yuki, cuando Kenma me contó que Kuroo y tú habiais roto, quise aprovecharlo.

-¿Aprovechar el que?

-Que ya no había nadie en mi camino.

-¿En tu camino de que, Hajime? ¿Con que cojones me vienes ahora?

-Me gustas desde hace mucho, Yuki. -Ahi lo teníamos. En menos de dos horas de conversación en total entre ayer y hoy, lo soltó como si nada.

-Eres un gilipollas.

-¿No reivindicabas la libertad de expresión? Pues ahí tienes lo que llevo guardándome tantísimos años.

-¿Sabes que? Mejor déjame aquí. Ya me voy andando yo solita.

-No te lo crees ni tú. Con tanto subnormal suelto.

-Pues mira que estoy al lado de uno.

-No entiendo esa reacción, te lo digo en serio. Solo te he dicho lo que pienso, punto.

-O sea, ¿Te parece lo más normal declararte a una chica que llevabas más de 10 años sin ver al día de romper con su novio? ¿Estás de coña?

-¿Me lo estás diciendo a mi cuando tú, en un primer lugar, ibas a ir a un puto host para sentirte mejor contigo misma porque estás en la mierda por el cabrón ese?- La gota que colmó el vaso.

-Me bajo.

-Yuki, no seas tan extremist-

-Iwaizumi, me bajo. Para el coche.- Como si fuera mi perrito faldero, paró el coche, y como bien dije, me baje. Vi como miraba mi reflejo en el retrovisor mientras andaba sin rumbo aparente, y no arranco hasta que vio que cruzaba la calle. En el fondo, me sentía como una mierda. Quizás he sido de lo peor con él. Quizás no merecía todo eso, el chico solo quería llevarme a por un café. Que cojones estaba diciendo. No era normal. Salí de mis pensamientos y volví a la cruda realidad. Estaba a saber donde, perdida de la mano De Dios y con un 5% de batería. Le puse un mensaje a Kenma para que viniera a por mi, pero no le llegaban los mensajes. Supongo que estaría trabajando o lo mismo me había bloqueado para que le dejara en paz si las cosas se ponían raras. Voto por la segunda opción. Aguantando las lágrimas por la situación y porque la minifalda se me estaba rajando por pensar que los vestidos que usaba en el instituto me valían, anduve hasta una calle iluminada con bastantes locales. Me valía cualquier cosa. Entré al primer local con apariencia medianamente normal y me senté a tomar algo, buscando alguna cara conocida entre la multitud. Porque eso seria un milagro o una señal. Y bastantes ostias me he dado ya en estos dos días como para que no se me obsequie con un rayito de esperanza. Y ahí estaba mi rayito de esperanza. Como si hoy fuera mi día de suerte, encontré la cabellera rubia de Kenma charlando (cosa extraña) con un grupo de chicos a los que no lograba distinguir pero se me hacían familiares. Corrí (literalmente) hacia Kenma y me tire a su espalda. El susodicho pego un brinco que casi me manda a Marte, y ni se molestó en ver quien era al ver mi llamativa y única funda del móvil de gatos fucsia. Deje pasar que si me había bloqueado para que le dejara en paz y lo pasara bien, porque literal era mi salvación.

-YUKI QUE COJONES HACES AQU-

-KENMA NO SABES QUE HA PASADO, IWAIZUMI SE ME DECLARO DE LA FORMA MÁS RARA DEL PLANETA TIERRA Y JODER EN QUE COÑO ESTABA PENSADO PORQUE AÚN NO SUPERO A ESE GILIPOLLAS Y ENTONCES ME BAJ- Me tiro del brazo y susurró en mi oído

-Yuki, mira a quien tienes en frente. -Mire al frente y me dieron 190 tipos de infartos. Estaba delante mío. El mismísimo cobarde e hijo de puta de Kuroo Tetsuroo.