Capítulo 5: Broken

6 3 0
                                    

-Así que ahora soy un gilipollas. Como cambian las cosas, ¿eh?.

La mirada oscura de Kuroo me traspasó el alma. Sentí como si sus palabras fueran pequeñas agujas que se iban incrustando en mi corazón. Lo miré como si no llevara 2 días llorando por él y me senté al lado de kenma, ignorándolo por completo. No merecía ni mi tiempo ni mis palabras. Kenma bufó.

-Mira si vais a montar un espectáculo me piro.

-No voy a montar ningún espectáculo, no tengo necesidad de hacerlo.

Kenma me fulminó con la mirada y miro a Kuroo de soslayo.

-Yo tampoco pensaba hacer ningún comentario más.

-Más te vale, Tetsurou.

Pese a ser mejores amigos, las palabras de Kenma sonaron como si fueran totales extraños. Kuroo apartó la mirada de los orbes color miel de Kenma. Suspiré.

- Kenma, ¿Quién es ella?.- Me giré y miré al peli naranja que tenía al lado.

-Hinata por dios, tantas tardes jugando videojuegos juntos, ¿Y no te acuerdas de mí?

-TÍA NI SABÍA QUIEN ERAS, DIOS MIO YUKI- El peli naranja me estrechó entre sus brazos con tanta fuerza que pensé que los ojos se me iban a salir de las órbitas. Pero, aun así sonreí. Hinata era un buen amigo de Kenma en secundaria, y de vez en cuando, pasaba tardes enteras en casa de Kenma jugando videojuegos, a las que me unía yo de vez en cuando. Pese a todo los años que habían pasado y ser una estrella del voleyball a nivel mundial, seguía siendo el mismo chico risueño y extrovertido. Bueno, físicamente sí que no era el mismo. Había crecido un poco, y sus brazos se habían convertido en armas letales. Porque, vaya brazos que se había echado.-Jolin Yuki, estas preciosa, no parece que el tiempo haya pasado para ti.

-Pero si ni me habías reconocido.-Me guiño un ojo.-¿Como tu por aqui?

-Vine a pasar un par de meses con mi familia, este ambiente no tiene nada que ver con el ambiente fiestero de Brasil. Kenma nos llamó para una reunión de super urgencia.

-¿Reunión de super emergencia?- Miré a Kenma de reojo, y este hizo señas a Hinata.

-Si, resulta que quería que te ayudaramos a...-
-Hinata, suficiente.-El peli negro que estaba sentado al lado de Hinata le frenó los pies. Le mire, resignada. Supuse que era el aclamadisimo Kageyama, el mejor amigo de Hinata y del cual este no dejaba de hablar cada dos por tres. Y, omitiendo eso, era jugador de los Schweiden Adlers. Era curioso que pese a estar en equipos rivales, tuvieran esa gran amistad fuera de la pista. -Yuki-san, ¿Qué haces aquí?

Ignoré su pregunta.

-Hinata, ¿Qué estabas diciendo? ¿Ayudar a quien?

-Si tia, a- Kenma tiró intencionalmente su bebida por la mesa.

-Ups, vayaaaa, se ha caidooooooo..... Hinata, ve a por otra bebida para mí.

-¿Por qué tengo que ir yo?

-Hinata, ve.-El tono imperativo de Kageyama me recordó al de Kenma. En el fondo, eran parecidos.

-Joooder...- Hinata se levantó bufando y se fue a la barra.

-En fin, Yuki-san, no has respondido a mi pregunta, ¿Qué haces aquí?

-Es difícil de explicar, pero lo resumo a "cita fallida".

Kuroo levantó la mirada de su móvil con una velocidad pasmosa, y recostó su cabeza sobre la palma de su mano, mientras me miraba con intensidad.

-Ah, ¿Si? Aquí se aburre quien quiere.- Aguante la compostura. No podía insultarle en 20 idiomas, no por nada, si no porque no quiero que me acaben sacando a rastras de el bar, porque por consiguiente no tendría como volver a casa. Respire hondo.

-No, aquí se aburren los que han sido unos idiotas.

-Punto para Yukii- Llego Hinata con una nueva bebida para kenma. -Aquí tiene su bebida, rey de roma. -Kenma se llevó por segunda vez la mano a la cara.

Kageyama carraspeo.

-Bueno, ha sido una bonita noche, pero creo que deberíamos irnos, Hinata. Ha sido una estupenda velada, gracias por la invitación Kenma. Hina, vámonos.

-¿Queee?¿Yaaa? Espera que quiero hablar un rato con Yuki.

-Ya tendréis tiempo para hablar.- Se levantó, hizo una reverencia y agarró a Hinata de la camiseta, no sin antes susurrarle algo al oído a Kenma, a lo que él asintió. Escuché a Hinata resoplar mientras cruzaban la puerta de salida.
Sonreí al ver que seguían estando tan unidos como lo recordaba, pero de un plumazo volví a la realidad. Un silencio sumió a nuestra mesa, como si nos hubiéramos quedado los 3 mudos. La tensión se podía cortar con un cuchillo de plastilina. Miré a Kenma, que estaba escribiendo algo en el móvil a toda velocidad. Se levantó como si le hubieran poseído.
-Ale, hasta luego majos- Me quede helada. Le agarre a una velocidad pasmosa del pelo.

-A dónde crees que vas, bonito. Tú te quedas aquí.

-Nop, reunión sorpresa en la empresa. Lo siento, soy el jefe, si no voy yo quien va a ir si no.
Le supliqué con la mirada que no se fuera, a punto de echarme a llorar. Hizo su primera muestra afectiva hacia mi persona en lo que llevamos de año. Puso su mano en mi hombro y lo frotó con delicadeza, mientras me deseaba ánimos con la otra mano. Aunque supiera que era una excusa barata para dejarnos a solas, me tocó hacerle frente.
Pese a este final trágico que habíamos tenido, tenía que quedarme con lo bueno de la relación. Que cojones. Eso era imposible.¿Debería quedarme con lo bueno de una persona que ni es capaz de dar explicaciones a la hora de romper con la que decía que era el amor de su vida y la única chica a la que sería capaz de amar en toda su vida? Ni de coña. Miré hacia delante, y me encontré con los ojos curiosos de Kuroo. Al contrario que yo, él se veía tranquilo, como si no tuviera ningún cargo de conciencia. Que, a ver, no se, despues de haberlo dejado TU con tu novia, se podría ver un poquito más afectado. Cada segundo que pasaba era peor que el anterior, y con estos, mi enfado iba en aumento progresivamente. La mirada de superioridad del susodicho estaba pudiendo conmigo, hasta que me harté. Me levanté del asiento de un golpetazo, dispuesta a irme. Y si, se que no tengo nadie que me lleve a casa, ni llevo un jodido yen encima y estoy perdidisima, pero mi orgullo es demasiado grande como para estar en frente suyo. Ni me despedí de él.
Salí pitando por la puerta y me paré en medio de la bulliciosa calle, abrazándome a mí misma. Empecé a andar rumbo a ninguna parte. Parecía que le estaba dando pase VIP a todos los viejos verdes que pasaban por mi lado para mirarme el culo debido a la enorme raja que tenía en la minifalda. Pero, sinceramente, ese ya era el menor de mis problemas. Era verano, pero sentía como si una rafaga de aire frío me golpeara en la cara. Hice amago de coger el móvil, pero recordé que estaba sin batería. La noche no podía ir a peor. No aguanté más. Deje que las heladas lágrimas bajen por mi rostro. El rostro de Kuroo no salía de mi mente. No había pasado ni una semana desde que lo dejamos, y verlo ahora ha sido como una especie de reseteo cultural. La culpabilidad se me echó encima de un plumazo. Quizas el tenia razon; quizas me estaba divirtiendo demasiado, quizas no deberia haber hecho el amago de ir al host. Pero, por otra parte, me arrepentía de haber salido escopetada del coche y haber dejado allí a Iwaizumi. Quizás hice mal en sentarme con Kenma aun sabiendo que el mismísimo kuroo estaba delante mía. Pero, el pasado ya es pasado y no puedo volver atrás para enmendarlo. Seguía inmersa en mis pensamientos mientras largos senderos de lágrimas me destrozaban el maquillaje, hasta que alguien me sacó de ese bucle.
-¡Yuki!- Me giré a la velocidad de la luz y lo vi a él.

-¡Ahora que cojones quieres, Tetsuroo!

-¡Solo quiero hablar contigo! Creo que acabamos muy mal, y quiero arregl- Exploté. Dije que no iba a montar ningún espectáculo, pero la situación pudo conmigo.

-Arreglar el que, joder, ARREGLAR EL QUE?! Arreglar que hayas sido un hijo de puta, arreglar que me hayas roto el corazón? Y ahora quieres hacer como si nada? Y encima, tienes los huevos de estar de cachondeo haciendo comentarios? ¿A qué cojones estás jugando, Kuroo!? -El peli negro se quedo estatico .-Que te den, Tetsuroo, que os den a ti y a tu egoísmo de mierda.
Y salí corriendo sin mirar atrás.

////////////////////////////////////////////

Warning Lights Under The RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora