Caminábamos hacia la división de magia, estaba tan nerviosa, pues era de las más pequeñas en este lugar.
El colegio Crisantemo estaba dividido desde secundaria hasta universidad, a pesar de ello, seguía viéndome muy pequeña en comparación, aunque también era intimidante su estatus. Personas de otras naciones acudían a esta escuela, solo por el nivel que manejaban.
Dereck apoyo su mano en mi hombro, tratando de brindarme su fuerza.
—Tranquila.
Asentí, por dentro deseando la ayuda de dios.
Tras abrir la puerta pude ver un grupo de niños sentados en media luna, la maestra era notablemente joven, aun así portaba los lentes más gruesos que he visto en mi vida.
—Suerte, nosotros vamos a otro salón.
Tan rápido entre, mis amigos desaparecieron. Era raro, nunca me había tocado estar en un lugar sin ninguna persona conocida, me sentía rara
—Bienvenida, toma asiento. Estamos por comenzar.
La clase estaba mayormente centrada en la magia básica, aquella con la que mama solía sorprenderme cuando era más pequeña. Eso me dejaba pensando, era obvio que en una clase normal o una escuela normal, todo esto ni se tocaría. Por lo regular, tenía que ser innato como tocar, como el piano: algunos nunca le entenderán, otros lograran lindas melodías, algunos pocos más, serán eruditos en el área, pero, habrá otros pocos que serán unos genios para ello, genios desperdiciados por no aprovechar su potencial.
Así era la magia, algunos por más que estudien, no lograran nada, habrá otros grandes talentos, que a falta de estudio llegaran a nada.
—Chicos, para mañana ocupo que traiga café muy espumoso, veremos cómo formar nuestras figuras en él. En un momento su siguiente profesor estará con ustedes.
Las siguientes dos clases antes del receso fueron tal cual las clases en el palacio, claro, con la gran diferencia de que no había un profesor que solo se enfocara en tres alumnos.
En cuanto ya no hubo algún profesor que nos supervisara, mis nuevos compañeros empezaron a charlar sobre lo fabulosa que se le hacia esta clase y aquella, otros estaban totalmente apáticos, en cambio yo, solo quería encontrar un lugar al cual ir en lo que salían mis amigos.
Tan pronto salí del salón, me sorprendió el hermoso lugar, el cual por las prisas no preste atención.
— ¡Espera!
Una temblorosa voz llamo la atención a mis espaldas, una niña de ojos inusualmente verdes y cabello corto me estaba llamando.
—Perdón... no soy buena conociendo gente nueva, note que también estabas incomoda ahí adentro.
—Estoy algo desacostumbrada a ello.
— ¿Puedo ir contigo?
—Solo paseare un poco en lo que salen mis amigos.
La niña comenzó a caminar junto a mí, dando brinquitos cada tanto.
— ¿Cómo llegaste a esta escuela?
—Mis padres me insistieron para empezar a practicar.
— ¿En serio? Que increíble, mis padres preferían que siguiera con las clases particulares, dicen que la magia es solo una banalidad.
Ella pego un brinco hacia una barda en la jardinera, vacilando al aterrizar, rápidamente tendí la mano para ayudarla a estabilizarse.
—Cuidado.
—Perdón, no soy muy buena coordinando —sonrió ampliamente—. Muchas gracias.
— ¿Dónde estudiabas antes?
—Maestros particulares.
—Entonces tenemos la misma experiencia en todo esto, es raro encontrarse a alguien en una situación tan similar a la tuya.
Resulto ser más extrovertida de lo que ella creía, me era difícil seguirle el paso, pues yo no sabía de qué hablar con una persona totalmente nueva. Al menos podía agradecer que la situación no se volviese incomoda, pero, me recordaba a cuando bailamos durante la ceremonia: siempre necesitando que me guíen.
Pensar en ello me incomodaba, tenía que aprender a toda costa a ser quien dirija, pues mi hermanito algún día va a aprender a caminar y hablar, ocupara que su hermana lo guié y lo consuele.
El timbre sonó y las divisiones por salones dejo de importar, pronto había personas por donde mirara.
—Creo que me voy, nos vemos en el salón.
—Si gustas, puedes venir conmigo.
—Así está bien, puedo manejar una persona nueva, con muchos a la vez, es otra historia. Igualmente, gracias.
Tras la ausencia de mi nueva compañera, mis leales amigos aparecieron, Dereck se miraba tan entusiasmado como en navidad, tanto que resaltaba ante al resto, claro, como si pudiera resaltar aún más.
Rápidamente me estrujo entre sus brazos, dejándome sin aire. Al notarlo, rápidamente me soltó y me tomo de los brazos, mientras daba pequeños brinquitos.
— ¿Víctor?... ¿Que sucedió en mi ausencia?
—Tiene un club de fans.
—Me observaban mientras esperaba a Viky, pensé que estaban esperando a verlo a él, pero se pusieron nerviosas en cuanto voltee y salieron corriendo.
—Te dije que no me digas Viky en la escuela, además, creo que estaban huyendo del espanto de confundirnos.
Suspire pesadamente y reí un poco ante su actitud.
—A veces pienso, mis viejos amigos ya maduraron, pero luego los veo peleando así y pienso: son un par de niños actuando como adultos.
Víctor tomo mi mano entre las suyas, luciendo tan serio y solemne como se le está haciendo costumbre, parecía darme su pesar por una noticia lamentable.
—Mi querida Carolina, lamento recordarle que usted es la menor.
Coloque el dorso de mi mano libre en mi frente.
—Oh... que gran tragedia... es una noticia terrible, ¿Qué será de mi con tan horroroso destino?
Nos reímos al ver que comenzábamos a llamar la atención.
—Vamos a un lugar más calmado— nos propuso Víctor.
Tras un rato de risas y juegos, el timbre sonó. Pero esta vez, las clases se me hicieron más amenas, tal vez fue que las payasadas de mis amigos me relajaron, o el hecho de que tenía algo de normalidad en mi vida, no sé porque era, pero me dejaba en paz.
Una vez llegamos a palacio, nuestros deberes continuaban. Mama seguía ausente, así que entre la reina y yo nos encargábamos de sus asuntos, era más una formalidad que otra cosa, pues yo solo tenía que estar presente y seguir los consejos de la reina. Ella era la que realmente se encargaba de todo.
—Hoy le noto más inquieta, ¿Sucedió algo?
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La sombra de la traición
RomanceCarolina esta destinada a ser la siguiente dama de la vida, la prosperidad y estabilidad de su reino dependerá de su equilibrio con los otros dos portadores. Todo acabara mal por la indecisión entre dos apuestos príncipes. Acompaña a Carolina en su...