One shots - multishipp Horacio

🦋Maneras de entenderse: 4🦋

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Volkacio

✓  Esta es la parte 4 de ?.
(Iban a ser dos partes, pero me está gustando escribir esto, lo haría para una historia.)

✓Au en el que son hermanastros, ambos adoptados por una pareja de casados de la cual la mujer es estéril,
Jack y Julia.

✓Aclaración, Volkov es mayor que Horacio por 2 años y 10 meses, por eso al principio Horacio tiene 15 y Volkov 17, pero a lo largo de la historia la diferencia de edad será de tres años, por ejemplo:

H:17
V:20
__

H:18
V:21
__
etc

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Gustabo no podía parar de culparse a si mismo mientras estaba siendo atendido por Claudio, sentado, apoyadando su espalda contra la pared, frente a la sala donde estaba Horacio siendo actualmente reanimado con los médicos.

El chico estudiante de medicina se mantenía calmado ante la situación al contrario que el resto de médicos que trataban de salvar la vida del menor en aquella sala de emergencia, pasaba lentamente el algodón empapado en alcohol por una de la cejas rotas del rubio, quien hasta ahora no había sentido el dolor y la hinchazón.

-¿Duele?- preguntó la voz del pelirrojo agarrando una pomada del botiquín que llevaba consigo, comenzando a esparcirla en la herida abierta del chico, para después ponerle con cuidado unos puntos de quita y pon.

-¿El qué?- preguntó en un susurro alzando su oscura mirada azulada al estudiante, quien mostró una sonrisa nerviosa ante aquella amenazante mirada.

-La ceja.- respondió con simpleza mientras empezaba a guardar todo en aquel botiquín.

-No, gracias, ya puedes irte.- respondió soltando aquella pequeña mentira piadosa cortante, no sin antes darle una mirada fugaz, algo amenazante.

El estudiante en pruebas se levantó del lugar con el botiquín en la mano y comenzó a irse por el mismo camino por donde había llegado.

-¿Esta-? ¡Ah! ¿Señor Conway?- preguntó nerviosa una pequeña joven enfermera que salía de la sala de emergencias junto con el desfibrilador, el cual lo colocó de nuevo en su lugar, justo donde su compañera lo había cogido.

-Si, dime.- aquella grave voz hizo a la enfermera dar un pequeño paso hacia atrás, aunque se quedó lo más firme posible que pudo.

-Su hijo está estable, le están haciendo una transfusión de sangre y han detenido el sangrado de la cabeza, aún quedan algunas pruebas pero creemos que ha sido un simple golpe, hay un...setenta por ciento de probabilidad de que haya sufrido una conmoción cerebral, nada de lo que no se pueda recuperar aunque puede ser algo confuso para él. Pueden esperar sentados en otro lugar, todo está bajo control por el momento.- finalizó soltando una amable sonrisa antes de entrar en la sala de cirugías de emergencia de nuevo.

Por primera vez el ruso parecía que había podido coger aire con tranquilidad para acercarse a su madre y abrazarla, escondiendo su rostro entre el cuello y el hombro de la mujer, que a comparación de él, era unos centímetros más baja.

-Todo está bien Viktor...- murmuraba aquella suave voz que calmaba sus penas mientras pequeños sollozos algo opacados por su posición se podían escuchar provenir del peli gris.