Te Amo

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Narra Shikamaru

Sus labios mordían y succionaban los míos, era una guerra por saber quién era el dominante.

Mordí y succione su cuello como loco, quería comerla, devorarla, necesitaba hacerlo.

— Shika... No..oo me dejes.., marcas...

— No puedo —dije entre dientes—

— No...ooo lo hagas

No podía entrar en razón hasta que sentí que ella intentó pararse de encima mío

— Shikamaru —jadeaba— no puedes hacerme marcas no me jodas.

— Que romántica —dije con falso fastidio—

— Hablo en serio —dijo ella arreglando su cabello—

— ¿Algo más que no pueda hacerte?
—pregunté de mala gana—

— ¿Estas molesto?

— No —di un fuerte suspiro—

— No te molestes, sabes porque te lo digo, que pasaría si yo te hiciera marcas a ti.

— No tengo problemas las mostraría con orgullo, son medallas de guerra por mi buena acción en el campo de batalla.

Reímos

— Eres un sin vergüenza

— Y a ti te encanta o no —respondí guiñándole el ojo—

— Presumido... ya que estás ahí echado que te parece si te pones cómodo y me dejas hacerme cargo de todo...

Me acomodé mejor en la cama mientras vi como ella gateaba y llego a ponerse encima mío.

Me besó y mordió tan fuerte mi labio inferior que pensé que me lo arrancaría, continuó su recorrido bajando por mi cuello abriendo con sus manos los botones de mi camisa, la abracé y empecé a sacar su bajar los tirantes de su brasier, pero ella de un respingo me lo impidió.

— Ah ah ah nada de manos, te dije que me dejaras todo a mi, si me tocas pierdes.

— Está bien...

Puse las manos en mi cabeza y me deje hacer, ella terminó de abrir mi camisa y yo levanté un poco mi torso para ayudarla a sacármela.

Con sus manos abrió mi correa y mi pantalón, mi pene ya estaba bastante duro, esos besos no son de gratis.

Bajo mis pantalones y me los sacó dejándolo en el suelo, regresó gateando hasta mi pecho y continuó con besos y succiones hasta llegar nuevamente a mi boxer, el bulto en el era bastante notorio, las mordidas que ella le daba por encima me hacían gruñir y desesperarme

— Mujer no seas mala, sácalo y mámalo

Temari sonrió y bajó mi boxer con ambas manos poniendo al descubierto mi duro y goteante falo.

— Pero mira que tenemos aquí, parece que alguien está desesperado —dijo ella riéndose—

— Temari eres mala, que te cuesta chupar...ahhhh... Siiii.... Así mujer así

Temari había metido todo mi pene en su boca y empezaba a chuparlo tan fuerte que por un momento sujete su cabeza

— Nada de manos... si no te dejo así

— Mujer no puedo, quiero tocar.... Ahhhh... siiii... sin manos... Sii ya enten...dí

Temari empezó su afanosa tarea de arriba abajo chupando y serpenteando con su lengua mientras tenía mi pene dentro de su boca, los orales de ella son magistrales dignos de una clase sexual para amateurs.

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