Infieles

Feliz Navidad

Narra Temari

Me desperté mareada, tal parece que todo lo que pasó ayer me abrumó, giré mi cuerpo y estaba Shadow durmiendo a pierna suelta en el lugar que se supone es de mi esposo.

Mi esposo... lo extraño.

Son dos noches ya durmiendo separados y hoy es navidad.

Me senté aún mareada recostándome en el respaldar de mi cama, es la primera vez que me siento feliz de estarlo, toque mi vientre feliz porque es navidad y porque pude llegar a los tres meses con mi hijo sin problemas.

El ginecólogo me dijo que crece tal y como se espera y mi peso es otra cosa que me emociona, subí cuatro kilos que ya están empezando a notarse pero no importa, si me preguntan si soy feliz lo soy.

Lo soy porque tengo un embarazo normal y tranquilo, a mi familia a mi lado, pude resolver el problema con Itachi e Izumi, aunque mi felicidad no es completa porque él y yo seguimos peleados.

Respire y sonreí sobando mi vientre con los ojos cerrados tratando de recuperar la estabilidad de mi cabeza.

El sonido de la puerta y la cola moviéndose en la cama me hicieron darme cuenta de quién se trataba.

— Hola... buenos días

— Hola... —respondí—

Shikamaru me miró y yo quise sentarme en la cama pero otro leve mareo me movió el cuarto de pies a cabeza.

— ¿Estás bien? —se acercó tirando su ropa al piso— ¿mi amor?

— Si... es un mareo leve amanecí mareada pero estoy bien, al menos no tengo nauseas.

— No quiero volver a dormir alejado de ti —acomodó mi cabello sentándose mejor en la cama— yo te extraño y si estás amaneciendo mal yo quiero estar al pendiente para ayudarte... ¿en la madrugada tuviste problemas? Si es así, debiste haberme llamado yo casi no he dormido pensando en ti.

Sus ojos... con sólo mirar los ojos de una persona puedes descubrir si te miente o no, si te ama o no, si está preocupado por ti o no.

Mi esposo está diciéndome la verdad y se le ve preocupado porque me ama.

— Dios Temari dime algo... perdóname rubia, yo te amo... a los dos, si quieres que vaya y me disculpe con el idiota voy y lo hago, si quieres que me ponga de rodillas también lo hago... pero no me alejes de ti.

— No quiero que hagas eso, —Shikamaru bajó la cabeza— lo que quiero es que confíes en mi, en lo que tenemos.

— Yo confío en ti amor te lo juro, pero... voy a controlar mis celos —suspiró—

— ¿Me lo prometes? —él asintió— no quiero que esto vuelva a ocurrir y no lo digo por mi, lo hago por mi hijo.

— Nuestro rubia... nuestro hijo —acarició mi mejilla—

— Por nuestro hijo...—lo miré— es que no quiero que nos vea discutir así o que te vea en esos arranques... no quiero

— Lo sé, y estoy de acuerdo contigo, prometo cuidar eso de ahora en adelante pero no sólo por nuestro hijo, sino también por ti porque no te lo mereces.

— Gracias...

Shikamaru bajó su mano y toco mi vientre

— Esta creciendo —sonreí ante su comentario— me hace feliz que podamos pasar nuestra primera navidad con nuestro hijo.

— A mi también, es justo en lo que estaba pensando hasta que entraste.

Shikamaru me miró y yo también lo miré a los ojos sonriendo, no puedo evitarlo... lo amo.