De esos ojazos negros. (Miguel Rivera & Hiro Hamada)

The Beginning.

"A whisper into the night
telling me it's not my time
...and don't give up
I've never stood up before this time."
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—¿Hiro? ¿Te quedaste toda la noche trabajando?

The Beginning de One Ok Rock sonaba en un volumen bajo de fondo y el mentado había soltado un gruñido al tiempo que el coro de la canción entraba. Honey Lemon le miraba con reproche. Él le había prometido que descansaría antes de su viaje y, al parecer, había hecho todo, menos descansar. Típico de Hamada.

—¿Qué hora es?
—Las siete de la mañana.
—Entonces solo han pasado cuarenta y cinco minutos desde que me dormí.

Hiro se desperezó y se alejó de su escritorio lleno de papeles, herramientas, protoboards, cables y resistencias que, por milagro, no se habían clavado en su rostro mientras dormía sobre estas.

—Tenemos que irnos ya si queremos llegar a tiempo para el vuelo.
—Gracias, Honey, adelántate con los chicos, estaré listo en cinco minutos —la chica le dedicó una sonrisa antes de abrazarle con fuerza y salió de su habitación, para reunirse con sus amigos en la cafetería de la tía Cass.

Veintidós años recién cumplidos, un proyecto de titulación para la maestría y una maleta llena de sueños efímeros que aún trataba de descifrar; porque además de salvar San Fransokyo, no estaba seguro de hacia dónde sería dirigida su vida sin un plan tan bien planteado como el proyecto que estaba a punto de presentar en la ciudad de Nueva York, en uno de los eventos de innovaciones tecnológicas más grandes del continente. Era excelente para planear sus proyectos tecnológicos, pero pésimo para planear "qué pasará mañana".

Honey Lemon y Fred estaban más entusiasmados que nunca, porque conocerían a uno de sus mejores amigos. Era un tal Miguel Rivera con quien llevaban hablando varios meses atrás y que, además, era una de las promesas musicales más jóvenes a nivel internacional y, por ello, había sido invitado para cantar y amenizar tan magno evento. Fred le había mostrado su música un par de veces, pero el muchacho japoamericano siempre estaba tan enfrascado en sus proyectos que cuando le preguntaban qué le parecían las canciones, Hiro contestaba con un "Muy bonitas, pásame ese arduino, que se me olvidó programarlo".

Bueno, ya le conocería en unas horas. Se supondría que iría a cantar al evento y se prometió, ahora sí, ponerle atención. Lo único que recordaba es que tenía una buena voz. Y ya.

Terminó de alistarse en tiempo récord y fue directo a la cafetería, para encontrarse con sus amigos repasando mentalmente lo que se suponía, debía estar en la maleta. Estaba confiado y casi listo, porque solo faltaban los abrazos asfixiantes de su tía Cass para que emprendieran a ese viaje que le cambiaría la vida por completo. The Beginning no dejaba de reproducirse en su cabeza, como un bucle. El destino y sus satíricas e irónicas señales.

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Después de un pambazo, unas quesadillas y una coca, Miguel esperaba su vuelo hacia Nueva York. Toda su familia lo había ido a dejar al aeropuerto y después de que Mamá Elena le dio la bendición y unos cuantos consejos, además de amenazarle que más le valía hacer videollamadas todos los días, Rivera fue directo a la sala de abordaje y sacó su celular para escribirle a Honey.

Miel Limón
(en línea)

Buenas, buenas, cómo estamos?
Mielecita, ya estoy esperando el avión <3
[09:34]

Hey! Ya te dije que no me llames así
[9:35]

Lo que tú digas 🍯🍋
[9:35]