Estoy segura de que si la gente se arma como las muñecas de "Coraline y la puerta secreta", alguien me rellenó con granitos de culpa en vez de arena. Y no soy amiga de las agresiones físicas, pero me muero por subirme a un ring con quien me haya maldecido así; por ahí si gano puedo dormir sin levantarme exaltada cada 15 minutos asumiendo que tengo que ocuparme de absolutamente todo en mi vida, por ahí si pierdo me noquean y de todas formas logro descansar bien un rato. Win-win. Aunque según los sueños que me frecuentan el viento no está a mi favor.
Mis sueños son divertidos porque parecen una película de ficción escrita por alguien que decidió probar varios alucinógenos juntos. Nunca tienen sentido y siempre pasan cosas muy raras. Algo que soñé en más de una ocasión fue el verme incapacitada para lastimar a alguien "malo" para proteger a la gente con la que protagonizo la película. Usualmente no tiene mucho sentido (asumo, ya que la última vez esta persona era el capitán Garfio, al cual nunca pude ni siquiera rasguñar con una espada, que estaba con Andy Bernard impidiendo que mis amigos y yo volviéramos al mundo real trepando una pared de pelotero de 30 metros de altura), pero el otro día leí que eso significa algo así como que no tengo las herramientas necesarias para hacerle frente a mis problemas y es un indicador de ansiedad. Estaría necesitando que alguien me pase la dirección de la ferretería porque estoy cansada de estar en el limbo. Es más, exhausta.
También me vendría bien que alguien me diga qué carajo está pasando, que me diagnostiquen o que me saquen boludeces de la cabeza porque claramente en mi criterio no puedo confiar. Por ahí lo que debería hacer es usar el tiempo que uso con la psicóloga para hablar de conciertos para tratar de explicarle que soy una granada que está muy, muy al borde (igual la dejé, porque ya no le interesaba más. Lo cual tiene mucho sentido, porque ¿a quién sí?). También podría encontrar otro profesional y tratar mis temitas con la confianza, ¿no?
Cómo me toca Phoebe Bridgers. Con Christmas Song pasé de querer estar a fin de año a acordarme de exactamente cómo se siente la navidad.
¿Por qué la crema rusa tiene sabor a navidad?
Igual estamos en Agosto.
Debería empezar a escribir mis sueños.
Igual ayer pasó un chico con el cosplay de Ragnar a vender pan vikingo, no sé qué tanto de sueños necesito para vivir cosas falopa.
