✧Puma✧ C.YJ

✧* ੈ Epilogo✧* ੈ

—¿Están listos para ordenar? — pregunta la camarera a lo que YeonJun mira el menú y dice con seguridad los platillos elegantes, cuando esté termina la camarera dirige su mirada a ella.

Vuelve a hacer un escaneo minucioso al menú, intenta no ponerse nerviosa porque sabía muy bien que YeonJun percataba cualquier cambio de aroma en ella o inclusive en sus expresiones faciales.

—Oh...Uh... escogeré lo mismo que él — responde y sonríe a la chica intentando ocultar el hecho de que no sabe lo que acaba de ordenar.

Una vez que la camarera se va, la risa de YeonJun rompe el silencio entre los dos:—No tienes idea de lo que acabas de pedir ¿cierto? — por primera vez desde que entraron al restaurante lo mira a los ojos, que error más maravilloso.

Las luces tenues del restaurante besaban la piel de su esposo, sus dulces orejitas sobresalían de su cabello negro haciéndolo ver majestuosamente atractivo. En momentos como esos aún se sorprendía lo que él podía causar en ella aunque llevaran cuatro años casados.

—Lo siento — le dio una sonrisa incómoda y nuevamente miro los platos como la cosa más interesante del mundo.

—Hionnie, no te disculpes... lo siento si te sientes incómoda aquí, sólo quería impresionarte en nuestro aniversario — la mano de YeonJun tomó su mano para dibujar círculos con su pulgar en una forma de reconfortarla.

—Definitivamente estoy impresionada, pero estamos derrochando demasiado dinero, la cena está costando el salario de un mes — murmuró con preocupación, sabía muy bien por experiencia que YeonJun era un buen administrador con el dinero pero aún así no podía evitar preocuparse.

—Bueno te lo mereces, además es una de las pocas ocasiones en las que salimos de la villa, así que quiero mimar a mi bebé — respondió YeonJun, era cierto pocas veces salían de la villa y cuando lo hacían era por su trabajo o por asuntos que su madre le mandaba a resolver.

Esta era la especialidad de su encantador esposo, lograr que se tranquilizara con tan solo unas cuantas palabras que salían de parte de él; y es que sus palabras bailaban fácilmente en su lengua, siempre tenían el efecto de conservarse en su mente.

Durante la cena, ambos conversaban vagamente sobre los cambios que querían hacerle a su pequeña cabaña, cosas que querían hacer mientras estuvieran en la cuidad, simplemente relajándose de su trabajo y YeonJun del suyo, por lo general ambos siempre valoraban el tiempo que podían tener a solas, ya que normalmente o ella estaba trabajando en el bufete con su madre y él ayudaba a los híbridos y personas de la villa, así que cuando tenían tiempo no hablaban de trabajo.

Lo sorprendió mirándola fijamente varias veces, tenía cierto brillo en los ojos que hacía que sus ojos resplandecieran en un dorado que la dejaba sin aliento, además de su mirada de gatito enamorado que siempre le daba. Frunció el ceño mientras lo veía querer debatir decir lo que pensaba, terminaba cambiando de tema, tosiendo o poniendo excusas cada vez que preguntaba si había algo mal.