C4. Embarazada?

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Estoy muy preocupada.

Tras la llamada que me hizo Samuel ayer por la noche no me contesta, no sé a que se refería y si este lugar es peligroso, estuve toda la noche pensando en lo que el pensaba decirme pero no respondió... así que decidí llamar a mis padres.

Escucho el sonido de espera cuando la voz de mamá ablanda mis oídos.

—Hola, cariño.

—Hola mamá.

—Todo bien?

—Conmigo si, pero, Samuel está contigo?

—Está en su habitación, quieres hablar con el?

—Porfavor.

Escuchó a mamá tocar la puerta de Samuel.

—Samuel, cariño tu hermana quiere hablar contigo.

—Dile que después—escucho gritar a Samuel.

—Estás bien?

—De puta madre.

Mamá regresa conmigo.

—Caro lo...

—Escuché todo mamá, no te preocupes, seguro Sabrina le cortó el rostro.

Se me hacía tarde para clase de historia universal así que tomo mis cosas y voy hacia la puerta, no puedo creer que Luisa siga durmiendo, digo, al parecer le importa un rábano el cole.

Paso por la habitación de Sofia, sigo con vista adelante porque personas así no valen la pena, pero cuando empiezo a ir cabizbaja escucho un leve llanto proviene de un hombre, volteo y es Manuel, está acurrucado tras el bebedero.

—¿Estás bien?

—Vaya que eres curiosa—dijo volteandome a ver hacia arriba con sus brazos abrazando sus piernas, sus ojos tenían lágrimas pero su boca sonrió levemente tras sus palabras.

—Vamos! Que ocurre?—lo ayudo a levantarse del suelo.

—Que para mis padres solo soy... nada, para ellos solo soy el hijo que perdió un año de escuela que ni siquiera tiene sus sangre.

—¿Como no tienes su sangre?

—Soy adoptado, o algo así, cuando mi hermano tenía unos once años mis padres me encontraron en los escombros del laguna negra, no saben  quienes son mis padres biológicos pero quienes lo sean son unos...

—idiotas—completo.

—idiotas—dice suspirando.

—A clase!—Nos grita la profesora Sandoval.

—Ambos damos paso rápido hasta llegar a nuestro salón ya que nos toca una clase juntos.

Algo que no mencioné, es que justo hoy es el juicio de mis padres y todo su grupo contra el abuelo de Marcos, fue encontrado hace dos años pero hasta hoy se medio hizo justicia.



Iván

Hoy es el juicio, me pongo un traje, como debe ser, dar mi testimonio no será fácil pero debo hacerlo, porque si para mi no lo es mucho menos para Paula, Marcos y su madre que son su familia, ese señor tiene 90 años, algún día tenía que pagar, su muerte falsa fue una idiotez.

—Iván, que se nos va a hacer tarde!!!.

—Ya vooooy, Dios mio Julia eres una impaciente.

Subimos al auto, pasaremos por Vicky, Martín y Rebeca será un día muy tenso y quizá tengamos sorpresas.

Ya con ellos en el coche llegamos al tribunal, llaman al estrado a todos, llegó mi turno.

—Se le cede la palabra al señor Ivan Noiret— El escuchar mi nombre me hace temblar.

—Todo pasó cuando yo tenía 16 años, llevé toda mi vida en el internado pero todo cambió el día en que estás personas aparecieron en mi vida, me robaron mi adolescencia, por momentos mis ganas de vivir, sobreviví tan solo por una persona y ahora ella es mi esposa... nos lastimaron y el es una parte fundamental  vimos videos  videos reales que nunca hubiera imaginado que pude justamente yo verlos, por años me pregunté lo que había hecho mal para merecer todo eso, pero ssben, lo único que hice mal fue llegar a este lugar, ahora mis padres biológico y adoptivo están muertos, varios de mis mejores amigos, el primer amor de mi mamá y nuestro héroe está muerto, sería idiota preguntar el porqué nuestro odio a este hombre.

—Gracias señor Noiret, ahora si no tienen más testigos...

—ME TIENEN A MI—reconozco ese acento, esa voz, no... no puede ser.

—Quién es usted?—dice de manera neutral el juez.

Lentamente giro mi corazón palpita.

—Carolina Leal Solís, quiero dar mi testimonio, soy parte de todo esto.

—Todos quedamos atónitos, Julia me mira, yo a ella ambos con lágrimas en los ojos, me giró y Marcos llora y mira a Carolina así como ella a el, sus ojos no dan respuesta así que decide sentarse, ella se quita sus gafas de sol y su pañuelo que usaba para cubrirse.

—Puede comenzar.

—Gracias, Como ya lo dije mi nombre es Carolina Leal Solís, tengo 36 años, al igual que la mayoría de los presentes, me pueden recordar  como Caro, como la hija de la fácil, y peor aún "la muerta" pero las cosas no son así.

—En el año de 2009, yo tenía 18 años, casi 19, mi novio de ese tiempo—su mirada penetró a Marcos que seguía sin procesar las cosas.— me preparó una sorpresa, que se basaba en sexo y velas, para mi fue el día más romántico que pude presenciar pero no sabía lo que me esperaba... —su voz empieza a cortarse.—yo... quedé embarazada.—seguíamos en shock, todos lo hacíamos pero para Marcos esto debe ser lo más fuerte que escuchó en mucho tiempo, sollozaba muy fuerte y sus lágrimas caían, no lo vi así nunca desde el día de la "muerte" de Caro—, lo supe dos semanas después tras sentirme mal por días, lo que mis amigos pensaban que solo era una infección, pues no amigos, era un bebé, cuándo este señor presente se dió cuenta de que yo esperaba a este bebé, hizo un plan, para ello pidió ayuda a un ex amigo mío, Roque para fingir mi muerte, así poder experimentar conmigo y con mi hijo, el día de mi supuesta muerte ellos me dejaron sola y lastimada, tras ello encontraron la manera de hacerme comunicar con mis amigos, al saber que ellos se acercaban me hicieron consumir a la fuerza una pastilla para dormir y bajar mi pulso, lo que los hizo pensar que yo estaba muerta, me enterraron, después de irse este señor de aquí me sacó, me llevó a sus laboratorios y después de todo ello mi hijo logró sobrevivir tanto como yo, al nacer el nos separaron, los nazis al igual se dividieron, el me tuvo cautiva por 17 años—dijo mirando al acusado.—con mi bebé nunca supe que ocurrió, solo que perdí a mi hijo antes de tan solo ver su carita—su llanto se volvió más fuerte aún.—la única vez que lo vi fue en el derrumbe del laguna negra, lo tuve en mis brazos pero tras el fuego me lo quitaron, no supe que sucedió, intenté escapar pero fui llevada a la fuerza.— su dolor lo sentíamos todos pero para Marcos... no quiero imaginar como se siente ahora, Carol siempre será su amor, y ahora no solo la perdió sino también al hijo que tuvo con ella.

Lamento mis actualizaciones lentas, volví a la escuela y no me da tiempo, pero hoy me llené de ideas y vi necesario hacer esto






Operación ChachipiruletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora