Summer Love 2: Don't make this any harder

Capitulo 31: Waffles

Y una vez más, me sorprendía de mi gran fuerza de voluntad.
Tres semanas, casi un mes y aún lograba mantener ese trato estúpido que había hecho con Niall; aunque bastantes razones si tenía para no querer involucrarme con él en un largo tiempo, no podía, y eso lo sabía perfectamente.

Primero que todo estaba Amy, que aunque se había comportado agradable cuando Niall me llevó casi a rastras a verla, seguía siendo la principal razón de mis celos. Digo, él iba a verla casi todos los días, mientras que nosotros dos, con suerte, llegabamos a hablarnos en persona entre semana.

Lo único que lograba rescatar de todo esto, era que cada noche me llegaba el mismo mensaje de él que ponía:

"¿Qué tal tu día?"

Al que yo siempre respondía lo más sincera que podía, pues esa era la única oportunidad que tenía para hablar con él, así fuera por mensajes.

"Lo único emocionante que sucedió hoy fué que Logré validar las materias que me faltaban por el traslado, así que.. ¡Te veré en el campus, rubiesito!"

Así es, estaba validando materias en otra sede de la universidad, por lo que ahora ya podía seguir estudiando y mejor aún: En un mismo lugar con los chicos.

"¿Es en serio? No juegues conmigo, Jones" Reí, acostada entre mis montones de cojines

"Que si, que es en serio, Horan.. Pronto estaré arruinando tu existencia en la universidad"

"Te creo.."
"¿Waffles?" ¡Dios! Sonaba terriblemente tentador, además de ser otro pretexto para vernos.

"Estoy en tu casa en diez ;)" Salté de mi cama, y a pesar de tener pijama, quería salir. Me cambié lo más rápido que pude y corrí hasta estar en la casa de Niall. Ahora que lo pensaba, era la segunda vez que venía en el tiempo que había estado aquí.

-¡La señorita de los waffles! -Me recibió con una gran sonrisa y brazos abiertos. Lo dudé unos segundos pero lo abracé fuerte. El trato no prohibía los abrazos, al fin y al cabo.- Déjame unos segundos voy por mi abrigo y...

-Espera ¿Abrigo? ¿Acaso vamos a salir?

-Linda, no tengo ni mezcla, ni huevos, ni wafflera ni ganas de cocinar...-Explicó con una mueca. Rodé los ojos graciosa. De saber que ibamos a salir tal vez me lo hubiera pensado un poco más...

Bueno, eso ya no importaba. Al llegar a ese acogedor local dejó de importarme ese estúpido trato, sólo quería pasar un momento con Niall, como en los viejos tiempos.

Me pedí un waffle con helado y él uno con chocolate. Mientras esperabamos, Niall se quedaba mirándome con una sonrisita que me parecía más burlona que cualquier otra cosa. Pensé seriamente en que me había puesto la ropa al revés o algo así.

-¿Qué? -Le pregunté al fin, inquieta.

-¿Qué de qué?

-¿Por qué me miras así?

-Es que aún no logro comprender cómo es que no hemos roto ese trato...-Miró el mantel de la mesa y luego de nuevo a mi. Sonreí, orgullosa.

-No es como si te necesitara, Niall -Le dije. Por un milisegundo ví su expresión herida, pero recuperó la sonrisa arrogante. Nos quedamos callados hasta que llegó la orden. Comimos despacio, sin mucha prisa, y sin decir mucho más que lo deliciosa que estaba la comida. Peleamos por pagar, pero al final decidimos que él pagaba ésta vez y yo la próxima. Acepté sólo porque eso implicaba que hubiera una próxima.

Al salir de la cafetería, las gotas de lluvia golpeaban contra el pavimento de una manera violenta, era imposible cruzar la calle sin quedar completamente empapado. Maldije el momento en que decidimos dejar el auto unas cuadras más atrás porque supuestamente era más seguro.

-A la cuenta de tres, salimos -Dijo Niall. Se estaba riendo.-Uno...Dos...Tres! -Y salió corriendo, agarrado de la manga de mi chaqueta, casi arrastrándome tras él. Media cuadra más adelante, me sentía como una esponja, ya estaba empapada. No quedaba más; la risa de Niall, de por sí era contagiosa, sumándole la situación y el ruido de la lluvia, entonces, en un momento estaba riéndome también. Soltó mi chaqueta, pero en vez de alejarse, su mano cubrió la mía completamente. Ahora corríamos agarrados de la mano.

Otra cuadra más y sentía que de mi cabello escurría agua. De pronto, Niall se detuvo haciéndome chocar con él gracias al impulso que llevabamos, se dió la vuelta y me bloqueó el paso.

-Oye! -Casi que grité. Era divertido, pero eso no quitaba el hecho de que me estaba congelando; Aún así, no se quitaba: Se reía con ganas, casi tan feliz como lo hacía cuando estabamos en el local. -Niall, muévete.

Ahora no me cogía una mano sino las dos

-Pruébalo..-Dijo. Me miraba fijo, pero no lograba entender a qué se refería.

-¿"Pruébalo"? ¿Probar qué? -Le dije tiritando. Ansiaba llegar al auto y encender la calefacción al máximo.

-Prueba que no me necesitas -Su sonrisa se ensanchó, mientras mi expresión se tornaba en una totalmente desconcertada- Prueba que no quieres besarme en este mismo instante.

Pero fué inevitable, cuando estuvo a tan sólo centímetros de mí, literalmente salté y enredé mis piernas en su cintura. Logró sostenerme y adaptarse al exigente beso que yo misma le estaba dando en ese momento. Perdió un poco el equilibrio, pero no dejó de besarme. Encontró un muro para apoyarme, y eso fué lo que me hizo perder completamente el orgullo y la cordura.

Era definitivo, eso era lo que habíamos estado esperando todo este tiempo.