Una nueva Konoha [Sasuhina] [Pausada]

Capítulo 6

Ya había pasado una semana desde que Sasuke tomo el control.

Ahora el veía como lo consideraban su líder.

Estaban todos reunidos frente a los rostros de los Hokages.

Ese día por fin se llevaría a cabo un funeral en honor a todos los que murieron durante los ataques antes de tomar Konoha.

Y en especial para Jūgo, el sería honrado como un héroe, un héroe que dió su vida para que todo cambiará.

Para eso Sasuke tallo los nombres de los caídos en una piedra en total escribió 539 nombres, Jūgo llevo el apellido Uchiha ya que para el azabache era como su hermano.

Soltó un suspiro antes de empezar a hablar, el no juraría que todo estaría bien, tampoco sería el líder perfecto, pero si podía permitir algo, se puso al frente y con una voz fuerte y clara hablo.

-Este día los e reunido aquí pasa poder rendir honor a aquellos que pelearon a mi lado para poder conseguir lo que tanto necesitamos, ellos han dado su vida para poder proteger a la gente de está aldea, se sacrificaron para brindarnos un futuro dónde no se muera de hambre, para que sus familias supieran que pasará lo que pasará siempre habría alguien dispuesto a luchar por los suyos, no los pude conocer a todos pero aún así me e aprendido cada uno de sus nombres, ellos murieron para obtener algo mejor, así que yo tomaré esos deseos y los volveré realidad, no les puedo prometer que todo será color rosa, pero si juro que daré mi vida de ser necesario, solo para que ustedes estén bien, se lo debo tanto a ellos como a ustedes, lo jure una vez en la tumba de mi hermano que protegería está aldea y ahora frente a la tumba de mis hombres les juro que la protegeré aún más-.

La gente se quedó callada por unos segundos y acto seguido empezaron a aplaudir.

El tomo un lirio y camino hasta la roca grabada y con mucho respeto lo dejo frente a ella, se inclino y dijo.

-Jūgo yo protegeré a esta gente, ahora puedes descansar en paz, y todos los demás también, yo haré lo posible para proteger a nuestra gente, solo les pido que le den fuerza en los momentos más oscuros-.

Se puso de pie y camino hacia dónde estaba Atsushi.

Este le sonrió y dijo.

-Maestro, tenemos información del país del rayo, . Están reuniendo tropas para atacarnos-.

Sasuke lo vio completo, desde su armadura oscura  hasta su cabellera larga color negra y ojos color negros,

Sasuke solo suspiro y hablo.
-Era de esperarse, no se tomó nada bien el que matará a su querido hermano,. Bien entonces mostremos nuestro poder al mundo. Mañana en la madrugada atacaremos su capital. Alista 150 hombres, abriré un portal a las doce, así que diles que descansen-.

Atsushi lo analizo y dijo.

-¿Que piensa hacer maestro?-.

Estaba curioso, casi nunca sabía como su maestro creaba los planes, pero sabía que esa mirada que tenía, prometía un río de sangre, no por nada lo llamaban el Dios de la Muerte.

Sasuke solo dijo.
-Si el quiere guerra le mostraré lo que podemos llegar a hacer, seguro intentará que los demás lo ayuden, así que daremos el primer y último golpe antes de que logré convencerlos-.

Dicho esto empezó a avanzar, aún tenía cosas por hacer.

Al llegar a su oficina al abrir la puerta vio a Hinata sentada en un sofá negro, ella se había quedado dormida, a el no le sorprendió que se durmiera, después de todo durante las noches lo ayudaba con el trabajo, y durante las mañanas entrenaba hasta desfallecer el sonrió y con mucho cuidado de no despertarla camino hasta su escritorio para tomar asiento y empezó a trabajar, tenía mucho papeleo y  tenía que crear una estrategia para poder tener la cabeza del Raikage a sus pies.

Pero eso talvez no bastaría así que también matarán al sucesor.

Un chico de piel morena, espadachín, ¿Pero como atacar?.

Joder, Sasuke no quiere derramar más sangre de la necesaria.

Y menos atacar a los civiles, aunque el Raikage no lo pensaría dos veces para atacarlos si con eso podía matar a su enemigo, lo aria.

Si solo los pudiera pegar al suelo.

Eso es utilizaría la gravedad cómo si carta de triunfo, y serviria para dar el mensaje, claro eso mostrará lo que el fuego del Uchiha puede hacer.

Paso una hora y el seguía haciendo su trabajo.

Hinata lentamente se despertó, el la veía estirarse como un gato con pereza, y bostezar incluso haciendo eso parecía una princesa, rio un poco por ello y dijo.

-Buenos días dormilona-.

Ella lo vio y se sonrojo se había olvidado donde se quedó dormida.

Y con toda la peña del mundo y la cara roja como un tomate trato de decir.

-B-Buenos días Sasuke-kun-.

El sólo sonrió un poco y dijo.
-Ya desayunaste?-.

-Te estaba esperando para desayunar juntos- pronuncio con una sonrisa.

-Bueno deja le pido a Amae que traiga algo que comer. Por cierto mañana en la madrugada partiremos con un comando-.

Ella abrió los ojos con sorpresa y dijo.

-Ire contigo-. Su vos sonaba decidida.

- No será necesario volveré lo más rápido que pueda, además  te necesito aquí, me llevaré a Atsushi así que tu te vas a hacer cargo por mi-.

Ella hizo una mueca y cuando iba a protestar el dijo.

-La gente te aprecia mucho, en menos de una semana te has ganado su confianza, así que si tú te quedas aquí ellos estarán tranquilos. Además eres la segunda al mando, no podemos ir los dos,. Ahora ¿Me puedes ayudar con unos papeles en lo que pido el desayuno-.

Ella solo asintió, aún estaba preocupada, si algo salía mal la gente perdería a su líder y ella a alguien muy importante, y no quería eso.

En esa semana vio como la gente confiaba plenamente en el azabache y como el estaba haciendo todo lo posible para ayudar a la gente, mejorar la aldea y protegerla.