Los chicos me encontraron, gracias a Dios, ellos ya estaban preocupados y no era para menos, no solía desaparecer de la nada.
Desayunábamos en la terraza del hotel, el sol iba saliendo, y la vista era preciosa.
Marruecos es sin duda una de mis ciudades favoritas, por algo había decidido ambientar mi proyecto aquí.
Cultura, tradición y amor, se podía percibir fácilmente. Ese tipo de ciudades donde puedes perderte por horas y encontrar un sinfín de cosas interesantes.
No había dormido en toda la noche, pero no pensaba desperdiciar ni un segundo, eran millones los que estaban en juego, y en poco tiempo, sino lográbamos los permisos, tendríamos que adecuar toda una producción en otro lugar, pero no era una cobarde, no por serlo había llegado tan lejos. Podía con esto y mas.
Nos vestimos y partimos rumbo a las instancias necesarias para los permisos de producción pero parecía como si todo en mi vida iba mal.
Me sostuve el sombrero que de un momento a otro quiso irse.
El sol no era muy buen amigo para mi, por lo que las gafas que cubrían casi toda mi cara hacían buen trabajo protegiéndome. Vestía un vestido blanco un poco tradicional para encajar, al igual que el resto de los chicos.
-Podemos llegar a un acuerdo, sinos dan la oportunidad.
-Lo sentimos, ese tipo de permisos son casi imposibles.
Y es que quien me manda a escribir novelas eróticas. Yo y mi mente cochina.
Bueno, no es para tanto, pero entiendo que algunas culturas son mas estrictas y es de respetar.
No por algo algunas producciones no tienen ni un beso hasta el capítulo 158 caso que no es así en mi historia.
Salimos con los ánimos bajos , para estas alturas ya había caído la noche, decidimos comer afuera.
El local se veía muy fino, y tradicional, nos sentamos y comenzamos a comer de la comida típica que estaban ofreciendo esa noche.
-¿Qué pasa?
Pregunté extrañada al ver como varias chicas hacían fila y se peleaban entre ellas.
-Preguntemos-Víctor llamó a la chica que nos estaba atendiendo.
-¿Están regalando hombres, para hacer fila?
La chica entendió de que hablábamos.
-Es el concurso para ver al príncipe, se realiza una vez al año y la chica ganadora puede ya saben...-Ella se sonrojó.
-Vaya dato.
Eso sonaba un poco turbio quien querría concursar para eso.
-¿Y aceptan hombres?
-No.
-Daniela-Víctor me vio con brillo en los ojos.
-¿Qué?-Pregunté mientras le daba like a una publicación que me había enviado Becky de un hombre en calzones.
-No.
Respondí segura. Al conocer sus intenciones.
-¿Qué deben hacer en el concurso?-indagó Amalia mas interesada.
-Prácticamente es un concurso de danza árabe, la que mejor lo haga es la ganadora, 24 horas con el príncipe de Marruecos. Yo lo intenté al año pasado pero no llegué ni a las primeras 10.
-Daniela, levanta el culo y gana ese concurso.-Víctor tiró de mi.
-Ya te dije que no, y no pienso cambiar de opinión.
-Hazlo por el proyecto, esta es nuestra única oportunidad además que desde lo de Luke andas un poco ya sabes...estresadita.
-Cállate y no ando estresadita como dices.
-Ajá...
-Ya dije que no y no pienso cambiar de opinión. Eso sería caer muy bajo.
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Viviendo un sueño
Roman pour AdolescentsPrólogo Cuando somos niños creamos mundos imaginarios, donde podemos ser héroes o villanos de nuestras propias historias; ir a la luna, formar parte de una familia real, pelear con dragones y cuantas cosas más. De pequeños existen los sueños en su f...