✐┊Razón N°7.

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╔═══════ ≪ °❈° ≫ ═══════╗☁️Sólo ante ti mostraría su ladovulnerable

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☁️Sólo ante ti mostraría su lado
vulnerable.☁️
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La noche había caído de un momento a otro, era de esperarse al mantenerte con ocupaciones todo un día junto con tu pareja

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La noche había caído de un momento a otro, era de esperarse al mantenerte con ocupaciones todo un día junto con tu pareja. Keigo por su lado de héroe, mientras que tú poseías tus rutinas habituales. Te encontrabas simplemente observando el techo u observándolo a él por escasos segundos, ya que el insomnio se presentaban en situaciones no esperadas para tu persona, ya que aún encontrándote entre las sábanas permanencías sin pegar los ojos.

Era cuando mayormente sentías los brazos de Keigo reposar en ti. No era nada irritante tenerlo cerca de tu cuerpo, al contrario, te brindaba relajación y ternura; sin embargo, estabas deseando dormir como lo hacía él, como si fuese todo un bebé. Ya que al fin y al cabo, el día siguiente sería un día con mayor pesadez y tensión. Hacías el intento de no moverte frecuentemente en la cama con el motivo de no despertarlo, sabías lo duro que pasaba fuera de casa y no querrías llevarle molestias.

Con discreción alejabas sus brazos de tu cintura, mientras de paso en paso te levantabas de cama para caminar un poco por la situación.—Tal vez una bebida caliente podría ayudarte en algo.—Te colocaste inmediatamente las pequeñas pantuflas que Keigo una vez te obsequió, aquél que tenía incrustado un pajarito como adorno. Sin balbucear te dirigiste hacia la cocina a prender las luces y la estufa, tal vez con ello tu mente se despejaba para llevar un poco de sueño y relajación para tu cuerpo.

Realizabas la preparación de un té hasta que la voz de Keigo llamó tu atención, provocó que hubiese un sobresalto en ti por las repetidas veces que éste te llamaba desde el dormitorio. Sabías que algo andaba mal al escuchar unos gritos aferrados hacia ti con tono desgarrador. Dejaste las cosas en el lugar para observar el estado de Keigo, hasta que él mismo bajó los escalones para llegar a ti.

Su cuerpo quedó estático, mientras ambos ojos se expandían al verte, a la vez, lograbas visualizar su nariz roja y ojos hinchados por las lágrimas que recorrían en sus mejillas.

—¡C-Cariño!—Gritó con una voz quebrada hasta dirigirse a ti con los brazos abiertos.—¡No vuelvas a irte como así!—Rodeó sus brazos en ti fuertemente mientras ocultaba su rostro en tu cuello.

—K-Keigo... Sólo bajé a la cocina.—Decías atónita.—¿Qué sucede?—.

Se aferró a ti con mayor fuerza mientras rompía en llanto sin saber aún el porqué.

—Keigo... —Susurrabas al corresponderle el abrazo mientras acariciabas su cabeza.—Tranquilo, estoy aquí—.

Él sólo se limitaba a acentar con su cabeza. Segundos después entró en mayor relajación a como estaba antes, hasta poder explicar la situación.

—Tuve una p-pesadilla... —Susurró aún con voz quebrada.—Soñé que te perdía, soñé que no pude salvarte del ¡maldito villano que tenía frente a mí!—Alzó la voz lleno de ira y angustia.—Simplemente no pude hacer nada para salvarte... H-Hasta que desperté y no estabas ahí conmigo. Por favor, no vuelvas a irte así.

Pedía nuevamente al romper en llanto, seguía aferrado a ti sin querer alejarse de tu cuerpo. Lo único que él necesitaba, era tenerte y no soltarte. Podría tener una faceta completamente diferente ante los demás, pero sólo tú sabías quien era Keigo Takami realmente, sólo tú tenías esa oportunidad de observar lo vulnerable que puede ser a veces, y eso mismo, es por no querer perderte.

—Cariño... —Decías en su oído.—Todo está bien ahora, yo estoy junto contigo.—Llevaste ambas manos a su rostro para observarlo de frente.—Ya no temas, tontito. Todo está bien, sólo fue un mal sueño que no tiene porqué repetirse, ¿de acuerdo?

—¿Y si ese sueño se vuelve realidad?—Preguntó con expresión asustadiza ante ti.

—No lo hará, ¿sabes por qué? Porque eres el mejor héroe y siempre encontrarás la manera de solucionar las cosas pese a la tensión que puede haber.—Con tu pulgar retirabas gentilmente las lágrimas que brotaban en sus mejillas.—Además, sabes que soy muy terca como para dejarme capturar tan fácil.—Decías al terminar con una sonrisa.

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━❝𝗖𝗜𝗡𝗖𝗨𝗘𝗡𝗧𝗔 𝗥𝗔𝗭𝗢𝗡𝗘𝗦 𝗣𝗔𝗥𝗔 𝗔𝗠𝗔𝗥❞ ፧ 𝗞𝗘𝗜𝗚𝗢 𝗧𝗔𝗞𝗔𝗠𝗜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora