La gran y hermosa portada de esta historia fue dibujada y realizada por @Soleilcx
Nathalie y Gabriel deberán enfrentarse a lo que alguna vez fueron, ahora siendo héroes combatiran codo a codo con sus viejos enemigos, en contra de un mal mucho peor...
Era un nuevo día en la ciudad del amor, Gabriel salió muy temprano para irse a la empresa y diseñar allí tranquilo, con Nathalie durante su luna de miel prometió trabajar fuera de casa en las mañanas y pasar las tardes en familia.
El adolescente se despertó algo tarde, ya que pasó la noche limpiando lo que quedó de su imprudente fiesta, lo primero que hizo fue sentarse a tomar el desayuno, hasta ahora no había señales de los adultos, eso lo aliviaba un poco.
Apenas tomo un sorbo de su taza de te, el timbre sonó, este se levantó rápidamente y fue hasta la puerta para abrir, ya que anoche fue advertido de la llegada de su tia y primo, al llegar a la entrada y abriendo la puerta, rápidamente unos brazos fuertes lo rodearon, era Félix, aunque siempre tuviera esa actitud de pocos amigos, con su primo era diferente.
─Hola Adrien─ se separa y se corre
─¿Cómo está mí sobrino preferido?─ ahora es Amelie quien lo abraza fuertemente
─Muy bien tía, pero déjame respirar─ contesto, ella lo libera
─Esperaba que la asistente fuera por nosotros pero no hubo nadie, ¿acaso tu padre ya no tiene una?─ cuestionó despreocupada
─Ya no─ dijo una voz desde detrás de ellos, Adrien se giró y los otros dos elevaron su vista, chocandose con la imponente figura de Nathalie
La mujer tenía un trajecito negro que se adaptaba perfectamente a su figura, su cabello estaba suelto y caía todo por completo hacía la parte delantera por su hombro izquierdo, luciendo delicadamente su mechón rojo que se mezclaba con el resto de mechones negros.
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─Pero miren, si es la nueva señora Agreste─ Amelie aplaude ─Felicitaciones, lamentó no haber podido venir a la boda
─Entiendo, llevar el apellido Agreste debe ser mucho para ti─ ríe ─Lo bueno de esto que Gabriel no va a necesitar más los anillos Graham de Vanily
─Bueno, sabiendo que tu hijo se llevó el que mí esposo tenía puesto, no entiendo que haces aquí. . .
─Si, lo reconozco, Félix hizo mal en llevárselo sin permiso, pero, Gabriel me mintió, el sigue teniendo el de Emilie y lo quiero de regresó─ se cruza de brazos
─¿Solo viniste a eso tía?─ intervino el rubio
─Y a pasar tiempo contigo, claro, pero primero quiero solucionar este asunto─ mira a Nathalie
─Yo no te puedo ayudar. . .si quieres esperar a Gabriel hazlo.
─Eres su asistente, tu deberías saber dónde tiene el anillo, dámelo y no molestaré.
─Era su asistente, soy su esposa, y no se que hizo Gabriel con ese tonto anillo, de seguro lo tiró para usar el nuestro─ esboza media sonrisa
