Capítulo 38: The Last - ¡Avante!

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- "Raikage-Sama ¿Cómo es posible que tengas escondida un arma de ese calibre? ¿querías matarnos a todos?" Parecía armarse toda una confrontación entre los líderes de las cinco grandes naciones Shinobi.

- "¡Cálmese, Tsuchikage-Sama! Raikage-Sama por favor, conservemos la calma, debemos estar unidos y en paz para pensar mejor los pasos que daremos en adelante, tengo un equipo de experimentados Shinobi en la misión lunar, estoy seguro que ellos pronto nos darán su reporte" Kakashi trataba de calmar los exacerbados ánimos de ambos Kages.

Kakashi intentaba por todos los medios tratar de mantener la calma, aunque con ese par, era bastante difícil y peor aún, no había tenido noticias de Naruto y esto francamente ya lo estaba agobiando; también recibía los reportes de Tsunade por medio de Shizune, donde le ponían al tanto de los niveles de agresividad que estaban manejando los aldeanos al tratar de ingresar al refugio subterráneo y cómo sus demás alumnos por medio de sus jutsus hacían hasta lo imposible por evitar que cayeran las rocas lunares ya convertidas en llamaradas de fuego encima de la aldea; incluso, había recibido el reporte que Chouji había ido a rescatar a Kurenai y a Mirai de una roca que logró impactar su casa y se quedaron atrapadas en medio del fuego y ambas ya se encontraban sanas y salvas, el Hokage pensaba, si a ellas les pasaba algo, no sabría con qué cara le respondería a Asuma cuando se encontraran en el más allá.

- "Por favor, Raikage-Sama, Tsuchikage-Sama, este no es el momento para estar jugando a quien lanza el mayor de los sarcasmos, este momento es sumamente delicado y confío en que Hokage-Sama no está pidiendo algo descabellado, esperemos a que Naruto y su equipo envíen un reporte, es lo menos que podemos hacer" la Mizukage Mei Terumi exponía su opinión frente a todos.

- "¿Pero ¿qué dices Mizukage-Sama? estamos a punto de morir, no podemos darnos el lujo de esperar a que Naruto se reporte, la solución es volar en pedazos la luna con el cañón de chakra" el Raikage dio una de sus fulminantes ideas.

Los demás Kages no podían salir de su asombro ante tal propuesta, a lo que Chieko le insinuó a Kakashi en voz muy pero muy baja: "Este tipo no solo es musculoso sino también bruto ¿cómo se le ocurre destruir la luna? Es ridículo" Kakashi sólo pudo suspirar al estar de acuerdo con su astrónoma y anhelaba en ese momento tener los cojones de Tsunade que, sin importar lo que sucediera, siempre lograba imponerse ante el Raikage y éste finalmente accediera a sus aspiraciones, decidido Kakashi intentó hacer algo similar cuando escuchó una voz de fondo que hablaba con mucha serenidad:

- "Yo también le solicito Raikage-Sama que le conceda un tiempo a Naruto para que se reporte, además recuerde que gracias a él estamos vivos, si no fuera por su intervención lo más seguro es que todos hubiésemos muerto en la guerra" Gaara finalmente había hablado luego del alboroto. Kakashi agradecía de corazón la intervención de Sunagakure ya que así conseguiría más tiempo para que Ino lograra comunicarse con Sakura o con Shikamaru.

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Shikamaru descansaba junto a Sai a la entrada de la cueva donde había estado resguardados; habían investigado toda la noche la forma para entrar al castillo y llegar hasta Toneri Otsutsuki y así poder rescatar a las hermanas Hyuuga quienes estaban en real peligro; Shikamaru no olvidaba que la corazonada de Kakashi relacionaba a las hermanas con el extraño suceso lunar y el reloj que conservaba en la palma de su mano, le decía que había que actuar pronto; teniendo esto presente lograron saber cómo las marionetas entraban o salían de aquel lugar, pero esperaba que su equipo estuviese completo para salir de inmediato. Estando allí acostado, sintió un fuerte golpe que hacía doler sus nalgas a lo que adormilado respondió que todo era un fastidio.

- "Levanta tu estúpido trasero del suelo Shikamaru, tenemos una misión que terminar" Hablaba Naruto con una gran sonrisa dibujada en su rostro y chocando el puño de su mano derecha contra la palma de su mano izquierda.

Los Años PerdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora