- Segunda temporada de 'Tu serás mi destino'
Parejas jóvenes empezando a convivir en un entorno 'voluble' como es la universidad. Las hormonas, gente nueva, el poder, el dinero y el amor, todo junto... ¿Qué podría salir mal?
¿Habrá sido una buena id...
– Bien, supongo que podría entretenerme un rato contigo – rápidamente se levantó y corrió hacia mí, logrando hacerme caer, de igual manera se puso de cuclillas frente a mi
– No eres fea – estiro su mano en un intento de acariciar mi rostro, pero me moví para esquivarlo – Sin embargo, eres muy dócil para mi gusto – se acercó a mi lo suficiente para poder sentir su respiración en mi cuello
Pude sentir el peso de su cuerpo caer sobre mí, como acto reflejo lo empuje y fue extrañamente muy fácil lograr zafarme de él, al hacerlo de lado pude notar que estaba como inconsciente
– Pero que tipo tan de insoportable – observe la figura de Kirari delante de mí, sosteniendo el 'taser'
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Rápidamente busque mi maletín, y si, efectivamente era el mío que guardaba de emergencia
– Gra-gracias – tartamudeé mientras me levantaba del piso
– Gracias a ti – sonrió
Después de quedarnos varios segundos en silencio, me entregó el 'taser' y al dar el siguiente paso... se desvaneció, para mi buena suerte pude reaccionar a tiempo y logré sostenerla
Con ayuda de los guardaespaldas pude llevarla a casa y cuidar de ella, finalmente reaccionó justo al ocaso del sol. Ella miro desconfiada todo a su alrededor y se tocó la frente, donde había colocado una compresa fría para su fiebre
– No te la quites, te la acabo de poner – dije esbozando una sonrisa
Creo que se aturdió con mi presencia ya que inmediatamente se levantó de la cama prácticamente de un salto
– El doctor dijo que debes descansar – expliqué acercándome a ella
Se coloco la mano tras el cuello y se sentó sobre la cama. Yo por otro lado, recogí la compresa que había dejado caer cuando se levantó tan bruscamente
– Tú...
– No te preocupes, me iré cuando te sientas mejor – expliqué forzando una sonrisa
Al parecer eso la alivió ya que obedeció y se echó en la cama a descansar como había indicado el doctor
– Sé que no estoy en posición de preguntar... pero – volví a colocar la compresa fría en su frente – ¿Qué sucedió con Mako?
– Pues... – cerró los ojos – Algunas personas no toman bien las rupturas – soltó una carcajada
– Pudiste haber muerto – me senté en el borde de la cama para no incomodarla ni quitarle espacio
– ¿Acaso no lo recuerdas? – sonrió – Si algo me hubiera pasado seria porque era mi momento – estiro su mano y quito la compresa de su frente
