- Segunda temporada de 'Tu serás mi destino'
Parejas jóvenes empezando a convivir en un entorno 'voluble' como es la universidad. Las hormonas, gente nueva, el poder, el dinero y el amor, todo junto... ¿Qué podría salir mal?
¿Habrá sido una buena id...
– ¿Sachiko no te dejo dormir? – pregunté en un tono de voz pícaro
– No quiero hablar de ella, si no fuera mucha molestia
– Por mí no hay problema... normalmente tu eres la que habla de ella. En fin ¿Qué haremos hoy?
– Iré a clases y almorzaré con Yoshio, si gustas puedes unirte – ofreció amablemente
– ¿Es enserio? – me burlé – Pero si lo detestas
– Sacrificios querida Mary, sacrificios – me dedicó una última sonrisa y se fue
" Supongo que hoy estaré por mi cuenta " – pensé
Estaba caminando rumbo a mi clase de 'Análisis' y pasé por el aula de Ririka, me pareció raro que no estuviera ya que ella es muy disciplinada con sus horarios. Ya era tarde para mis clases así que no le di más vueltas al asunto y continúe mi camino
– ¡Acá! – Tsuzura levantaba los brazos para que pudiera notar que me había guardado un asiento junto a ella
No me gusta sentarme con ella porque ya tiene su grupo de amigas y todas me caen mal, pero no tenía otra opción. Pasó un par de horas y la clase termino... fue una buena siesta
– ¿Quieres ir a almorzar? – le pregunté a Tsuzura
– Lo siento, debo ir a buscar a Mikura – explicó amablemente – Mañana ¿sí?
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Sonreí y asentí como respuesta, sinceramente no me importa ya que últimamente no tengo mucho apetito
" Lo que realmente me hace falta es un buen juego, sí, eso es " – me animaba en mis pensamientos mientras me dirigía al patio de apuestas
Caminaba a paso lento, observando a los infelices digo 'mascotas', en una de las aulas pude diferenciar un par de muchachas... familiares, tenía un mal presentimiento así que decidí acercarme.
Finalmente, pude diferenciar como la pelinegra, mejor conocida como Aiko, acomodaba un mechón de cabello de Ririka tras su oreja... tal como ella hacia conmigo
– ¿Qué creen que están haciendo? – me acerque furiosa
Ambas se quedaron paralizadas y eso me daba más rabia
– ¿Acaso no me han oído? – con mi brazo boté todo lo que había sobre la carpeta que estaba frente a ellas – ¿Qué están haciendo?
– Cálmate, todos te están mirando – Ririka dijo en su irritante tono de voz sereno
– Si, Mary. Cálmate por favor – la intrusa añadió
– ¡No me interesa ninguno de estos idiotas! – alcé la voz aún más furiosa
