Capítulo 2

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Tras el día de la visita inesperada de sus amigos, se quedó pensando mucho en su situación académica, llegando a la conclusión de que regresaría a clases. Si bien, estaba lo suficientemente nervioso por las condiciones en que regresaría, la opinión de las personas era algo a lo que le restaba importancia. Esto lo hacía por su bien y su futuro.

Y el de su hijo, claro está.

Quería darle un hogar estable, que a pesar de que su padre no estuviera presente, a su bebé no le faltaría nada. Además, sabía que sería bien recibido por sus amigos y hermanos. Así que el cariño no le faltaría nunca. Por su parte, menos.

Mientras caminaba por las calles de los residénciales, en dirección a la universidad, su mente le llevaba al baúl de los recuerdos con su pareja, o mejor dicho, ex pareja. Las memorias de su relación con Satoru le traían sentimientos de nostalgia y melancolía que se impregnaban como navajas en su corazón.

Quería odiarlo, si, pero desgraciadamente no podría permitirse eso. Lo amaba y aunque tuviera cierto rencor hacia él, no excedía el límite. Su razonamiento discutía día y noche con sus sentimientos, su moral le recriminaba sus actos, y su Omega pedía a gritos la compañía de su amado.

Sin darse cuenta, había perdido la noción del tiempo, tanto que ya estaba en las instalaciones de la universidad. Reparó un poco su imagen, inhaló hondo y entró. Sonrió discreto a algunas caras conocidas e ignoró otras que lo veían con superioridad, su lobo les gruñía en alto.

A lo lejos, en unas pequeñas mesas antes de llegar a la división de edificios, visualizó a su amigo de la infancia. Se acercó a él para saludarlo y hacerle compañía. Se dió el lujo de expulsar una pequeña parte de sus dulces feromonas para que el Alfa lo notase, sin embargo, este tenía una mascarilla puesta.

Este aún no lo había notado, hasta que el Omega se sentó frente a él en la banca. Yuuji le sonrió amable y el Alfa por su parte, simplemente asintió con la cabeza, retirándose los audífonos para hablar con su amigo. Miró alrededor para asegurarse que no estuviera alguien cerca y se retiró la mascarilla, colocándola en la mesa.

— Sueles soltar feromonas cuando te emocionas escuchando música, sabes - comentó al olfatear el aroma fresco y relajante de la menta

— ¿Regresarás a la universidad? ¿Y tu embarazo? - preguntó por lo bajo - No te confíes mucho, por ahora tienes suerte de que no se note

Fushiguro estaba preocupado que alguien verá el estado del Omega e intentara hacerle daño. Él como Alfa no podía evitar querer proteger al contrario de todo aquello que le causara un mal, también la necesidad de cuidar la salud del cachorro.

— Tenía que volver. Quiero darle una buena vida a mi hijo, que sea recibido con todas las comodidades que pueda brindarle. Quiero que se sienta orgulloso de mi, seré un padre ejemplar y con un título que presumirle - dijo espontáneamente, logrando sacar una sonrisa en el azabache- Además, necesito buscar un trabajo. Todo este tiempo he vivido de las tarjetas de crédito que Satoru dejó, sin embargo, soy consciente que no puedo depender solamente de ellas. Pero, dejando eso de lado dime, ¿Por qué está usando mascarilla? ¿Estas enfermo o algo?

Megumi se alzó un momento de su sitio y depositó un beso en la frente del pelirosa. Para luego negar con la cabeza.

— Me enorgullece el hecho que quieras superarte, eso habla muy bien de ti. Ahora, volviendo a mi asunto, tranquilo, estoy bien. Simplemente es que el aroma de los Omegas está por todo este lugar y combinado a los olores de los Alfas, me dan náuseas - Yuuji miró confundido a su amigo, haciendo que este suspirara para explicarle mejor - Por alguna razón, desde hace un tiempo las feromonas tanto de Alfas como Omegas me marea y da algo de asco. A excepción del mío y el de mi familia

Baby Counterattack - Goyuu [Resubiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora