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—¿No hablarás? —preguntó Rachel, mirando como jugabas con las esposas que tenías en la manos. Ignoraste la voz de la agente y seguiste jugando con las esposas, tratando de mirar más allá de ellas—. Veo que no lo harás —volvió hablar, pero estaba vez se levantó de su asiento y caminado hacia la puerta, llamando tu atención.
Salió de la habitación y soltaste un suspiró de alivio, al ver como ya estabas solas, dejaste caer tu cabeza y te reclinaste sobre la silla donde estás. En eso la puerta se abre, haciendo que recuperar tu postura y lo miras; un hombre que conocías, de barba bien rasurada, cabello largo de color castaño, ojos azules, con una camiseta de cuadros que estaba remangada hasta sus codos dejando ver sus brazos, con unos jeans de mezclilla azul oscuro.
—Agente Levinson —saludaste con alegría, miraste como su rostro estaba serio sin ninguna emoción además de esa.
—Rachel me dice que no has querido decir nada —camino hacia la silla donde momentos atrás estaba la rubia, se sentó en ella y miro como una sonrisa de diversión se formaba en tus labios—. Es muy divertido para ti "T/N", mataste más de veinte y cuatro civiles en esa ataque.
Cerraste por unos momentos tus ojos y los abriste, encontrandote con los ojos de Ari.
—No es divertido —admites con una voz seca—, pero tampoco me arrepiento de ello, agente —dijiste, con la misma sonrisa burlona que momentos atrás. El castaño pensó que estabas repacitando, pero se equivocó al escuchar tus palabras.
—Bueno me dirás ¿Quién ordenó el ataque en aquella isla? —preguntó, con frialdad en su voz, sin dejar de mirar tus ojos, tu no borraste tu sonrisa y acercaste tu rostro a unos centímetros de él.
—Cariño la persona que buscas no la conozco —reiste un poco, haciendo que el se extrañará y se separa de ti—. y aunque la conociera no te lo diría, es simple agente leviston, me contratan para matar a las personas no sé quién lo hace, solo acepto la paga y ya —te encogiste de hombros y te hiciste hacia atrás.
—¿Cómo puedes ser tan cruel para pensar eso? Mataste a niños "T/N" —dijo, con un tono de voz alto, haciendo que chasqueras la lengua, mientras mirabas de nuevo las esposas.
—Ellos mataron a mi familia y para ser honesta, me importa una mierda —dijiste, mirando el agujero donde la llave entra para quitar las esposas. Ari suspiro, no quería alterarse, pero al ver tu postura no podía no enojarse. Sin embargo le habías dicho algo sobre ti, una información que ellos no sabían.
—¿Quiénes son ellos ? —preguntó, con calma, haciendo que miras las cámaras y después a Ari.
—Gente que no conoces por lo visto —murmuraste, mirando un pequeño cable que estaba debajo de la mesa, bajaste tus manos y metiste el agujero de las esposas.
