~7 años atrás~
Inui: 9 años Koko: 8 años
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-¡Parad, por favor!-¿Qué te pasa, Inui? ¿Tienes miedo? -dijo un niño dándole a este en la cabeza con la muleta del rubio, de la misma edad que Inui.
-Nos debes los 1000 yenes a cada uno, ¿recuerdas -continuó otro lanzándole una piedra al moflete haciendo que Inui empezara a a sangrar por la nariz.
El rubio se quedó callado negando con la cabeza. Él sabía defenderse bien, aunque en aquella situación se le dificultaba ya que tenía la pierna escayolada.
-¿¡Cómo que no?! -explotó el último agarrando la cabeza de Inui y este cerrando sus ojos esperando lo que se le venía encima.
El mayor iba a golpearlo cuando de repente alguien lo agarra del antebrazo. El primero giró su cabeza con descaro y gritó: ¿Qué m*erd- Ahí se quedó callado por culpa de un golpe que alcanzó su cara haciendo que se callera al suelo sangrando de la boca y de la nariz.
Los dos restantes quedaron inmóviles ante la situación. El que lideraba la función había quedado inerte por el puñetazo que le había dado el menor que había llegado a la escena y que había salvado a Inui de aquellos matones. El último nombrado quedó asombrado y encantado con el que le salvó.
-¿Queréis quedar como él? -dijo el salvador del rubio que apartó la mirada de este para dirigirse a los dos que quedaban.
-Y-ya nos vamos -dijo uno agarrando del dorso al que estaba tirado en el suelo.
-Vámonos cuanto antes -susurró el último para agarrar de sus piernas y para irse corriendo cargando con el otro tipejo.
El chico que había salvado a Inui se quedó mirando con una cara de satisfacción a los chicos mayores que él mismo les había dado una lección.
Después de que se perdieran de su vista giró su cabeza para apreciar al chico sentado en el suelo un poco malherido. El último nombrado solo pudo contemplar con admiración a aquel chico que le había salvado de una paliza.
Inui mientras se quedaba embobado mirando al otro niño, este recogió sus muletas que estaban tiradas en el suelo a unos metros del rubio y se las entregó. En ese momento Inui volvió a la realidad y cogió las muletas con timidez. El más joven extendió su mano para ayudar a levantarlo y así hizo. El malherido ya estaba levantado, pero aun tenía la nariz sangrando, así que su salvador metió su mano en su bolsillo y de ella sacó una tirita y se la puso al mayor.
-¿Te encuentras mejor? -preguntó observándolo con atención.
-¿Eh? Si, si... Gracias por haberme ayudado -contestó un poco apenado- Por culpa de mi pierna no pude defenderme bien -se quejó moviendo su pierna escayolada.
-Pues tu pierna está así porque tu la fracturaste -continuó el pequeño riéndose de la actitud el mayor.
-¡Eso no tiene nada que ver! -gritó avergonzado Inui.
-Aja, aja -continuó riéndose el menor- Me presento, soy Kokonoi Hajime, pero me puedes decir Koko -terminó diciendo con una sonrisa en sus labios.
-Yo me llamo Inui Seishu... y gracias por haberme ayudado -dijo el rubio al fin.
-Inui...Inui... -empezó a susurrar pensativo Kokonoi.
El mayor se quedó un poco preocupado y dudoso de lo que le pasaba al chico. Lo dejó pensar hasta que este acabó de hablar consigo mismo en voz alta.
-¡Inupi! -exclamó orgulloso y alegre.
El rubio se quedó pensativo. ¿Qué quería decirle?
-Te llamaré Inupi a partir de hoy -siguió hablando.
-¿Y por qué Inupi? Suena raro.
-¡Qué va! Mira. Inui de tu nombre y -pi de pillado por Koko -empezó a reírse el pelinegro.
-No tiene sentido -continuó el rubio serio.
-¡Vamos! Es divertido. ¿No le ves la gracia? -siguió Koko pero vió en la cara de Inui que no tenía gracia- Venga no pongas esa cara. Te acompaño a casa.
-¿A mi casa? -respondió Inui con otra cara.
-Estás herido, no pienso dejarte solo -dijo Kokonoi para agarra de la mano del mayor para empezar a caminar hacia su casa.
Inui se quedó mirando todo el camino su mano y la de su nuevo amigo entrelazadas. Se sentía cómodo. Era una nueva sensación que nunca había experimentado. Le agradaba.
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Koko preguntó si la casa que ahora tenían en frente de ellos era la de él, haciendo que Inui saliera de sus pensamientos y soltara la mano de su amigo.-Si. Es esta.
-Pues hasta pronto, Inupi -dijo Kokonoi recalcando su nombre y dejando ver una gran sonrisa.
-¡Qué no me llam-
-¿Inui?
Alguien había intervenido aquella escena. El rubio giró su cuerpo completamente para mirar a aquella persona que la había reconocido. Koko solo movió un poco su cabeza para ver a la chica que estaba detrás de Inui y que tenían un gran parecido, aunque ella era más mayor que los dos.
-Akane, ¿qué sucede? -preguntó el rubio.
-¿Qué que sucede? Has estado fuera casi toda la tarde y mira como estás. ¿Quién te ha golpeado? -finalizó seria.
-No es nada. Koko fue el que me ayudó -dijo Inui mirando a los ojos del pelinegro pero este estaba embobado con su hermana.
-¿Tú lo has ayudado? ¡Muchas gracias! -dijo abrazándose a él.
Koko estaba tieso como una piedra. Inui notaba que estaba sonrojado por la acción de su hermana. De un momento a otro, el corazón de Inui empezó a palpitar más rápido. Le habría gustado que aquel sonrojó fuera por él.
Este se sorprendió por lo que estaba pensando y se dió un bofetón del lado derecho.
-¿¡Inui, que haces?! -dijo Akane separándose del pelinegro y acercándose para acariciar la mejilla de su hermano- Hoy estás muy raro. Venga entremos ya en casa.
Inui movió la cabeza para aceptar y se fue con su hermana. Pero por un momento se paró girándose a Koko.
-Espero que estés al lado de mi hermano para cuidarlo, eres un buen chico -dijo Akane sonriente mientras Inui la miraba con rareza y Koko se sonrojaba más.
-Ahora es mi amigo. Nunca lo voy a dejar.
Inui miró hacia Kokonoi y dejó salir una pequeña sonrisa. El pelinegro se la regresó.
Desde ahí, Koko se fijó en como se iban los dos hermanos para dentro del edificio.
-Lo protegeré con mi vida. Por ti Akane -fue lo último en decir para darse media vuelta y volver al su vida de un niño rico, pero travieso.
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Espero que os allá gustado esta primera parte. Seguid dando apoyo a esta historia.

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Un Amor Inevitable [Koko×Inui]
FanficKokonoi Hajime e Inui Seishu son amigos desde su infancia. Han compartido casi toda su vida con el otro, pero hubo algo que marcaron a los dos niños... A partir de ahí la relación de los dos jóvenes sería más lejana y dudosa. Uno entraría a una band...