Un Amor Inevitable [Koko×Inui]

||Capítulo 11||

Uno... Dos... Tres... Seishu llevaba la cuenta de cuántas veces le habían golpeado mientras estaba inconsciente.

Horas después, abrió sus ojos pesadamente. Se encontraba en un garaje abandonado demasiado descuidado, con grietas y telas de araña en las paredes.

-I-inupi-pi... -giró rápidamente su cabeza al oír aquella voz que le era muy familiar.

-¿Koko...? -su voz se cortó. El azabache se encontraba atado a una silla y tenía demasiadas heridas en la cara por golpes. Este miraba al suelo evitando el contacto visual con el rubio.

Inui iba a preguntar qué le había pasado pero un golpe le había entrado al oído. Miró a su lado derecho y pudo ver qué Takemichi estaba siendo golpeado por el tipejo fuerte que les había golpeado.

Al ver aquella escena se quiso levantar, pero no pudo porque estaba atado por las muñecas, haciendo que perdiera el equilibrio. "M*erda* pensó.

Se fijó bien en el rostro de su supuesto secuestrador. Lo reconoció.

-¿¡Muto?! -preguntó desorientado.

El nombrado dejó de golpear a Takemichi y lo alejó tirándolo lejos de él. Se paró frente el de cicatriz.

-Ese soy yo -dijo pasando de una cara seria a una con una sonrisa malévola.

-¿Que estás haciendo? -preguntó firme Inui.

-¿No está claro? -miró a otro chico de pelo blanco y largo que estaba en una esquina sin hacer nada- Nos hemos unido a otra banda y mi nuevo jefe quiere algo de Hajime -prosiguió- ¿Verdad, Sanzu?

El mencionado solo afirmó con la cabeza.

-¡Idiotas! Tracionasteis a la ToMan y a Mikey -gritó.

-¿Tracionar? -sé agachó a la altura que estaba el rubio y lo agarró de su cabello- Que nosotros sepamos, la ToMan se deshizo hace años. Podemos hacer lo que queramos ahora -tiró a Seishu al suelo con gran fuerza.

-¿¡Que le estás haciendo, estúpido?! -soltó furioso Kokonoi ante aquella escena, intentando moverse de aquella silla- ¡Querías algo de mi, ¿no?! PUES NO LE HAGAS NADA A ELLOS.

Inui se levantó, sangrando de la cabeza por el golpe que había recibido.

-¿Y Chi-chifuyu? -dijo al notar que no estaba allí.

-¿El otro niño? Pudo escapar -ante aquello el de cicatriz se relajó, pero de nuevo continuó.

-¿Que quieres de nosotros? -dijo serio.

-¿De vosotros? Nada -dijo y observó al pelinegro- Solo lo queremos a él.

-¿¡Entonces por qué les diste una paliza a ellos también?! -el azabache no podía aguantar más. Iba a reventar al ver como Inui estaba sangrando.

-Por si no aceptas.

-¿Que? -dijeron el menor y el mayor a la vez.

Muto se acercó más a Kokonoi y levantó su mentón con su mano.

-Kokonoi Hajime. Acepta entrar a Tenjiku -sonrió y le dió una mirada pícara al rubio que estaba atontado con lo que estaba diciendo- Así conseguirás el dinero que hace falta para salvar a la hermana de ese idiota y podrás dejar de robar -al escuchar eso el de cicatriz abrió más los ojos y observó al pelinegro que tenía la cabeza gacha.

-¿Qué has hecho que? -su voz se quebraba.

-Oh. ¿No te lo ha contado? -tenia una sonrisa demasiado pícara. Tenía algo tramado- Durante estos días que tú estabas ingresado, Hajime ha estado robando en pequeñas tiendas.