—¿Llevas tu...
—¿Organizador de tareas?
—¿Y tu...
—¿Bloqueador y bolsa de maquillaje que me diste hace unos días? —la alcé entre mis manos antes de colocarla dentro de mi maleta—. Por cierto, gracias por ayudarme con todo esto.
—No es nada, estoy más libre ya que el señor King nos dió a todos los siguientes días libres —Jackie me pasó mi estuche de aseo personal y cerré mi maleta—. Mi esposo y yo estaremos estos días juntos.
—Espero puedan disfrutarlos mucho.
—Le tengo una linda sorpresa preparada, cuando regreses te contaré los detalles —sonreí y me acerqué a ella para abrazarla.
—Y aquí está el vestido —mamá entró con una gran funda negra de lavandería en sus manos.
—Yo ya debo irme —asentí y Jackie recogió su bolso—. También disfruta un poco del viaje —me guiñó un ojo y se despidió de mamá.
—¿Cuál vestido? —pregunté al repasar en mi mente lo que llevaba en mi maleta.
—Pues el que Grey te envió, mi pequeña florecita —dijo sonriente y fruncí el ceño.
—¿Y por qué no lo sabía?
—Porque es una sorpresa —aplaudió y cuando quise acercarme a verlo, golpeó mis manos levemente—. No, no, solo puedes verlo cuando sea el momento.
—¿Es mi imaginación o tú fuiste su cómplice?
—Oh, pero claro...
—¡Lo sabía!
—... que es tu imaginación —se acercó a besar mi frente—. Me conoces y sabes lo que pasaría si me propongo a hacerlo.
—Buen punto.
—Tu carroza ha llegado por ti —negué con la cabeza ante el dramatismo de Gina—. Y con un chofer bastante atractivo.
Me acerqué a la ventana de mi habitación y vi hacia la calle. Grey estaba recostado sobre el lado del copiloto, mirando su reloj y luego hacia cada lado. Toda su vestimenta, a excepción de los zapatos y el reloj, eran de color negro. Su suéter era ajustado, y de no ser porque mi habitación quedaba en el segundo nivel, podría apostar a que sus pectorales, al igual que sus brazos, se marcaba perfectamente en la tela.
Deja de comértelo con la mirada.
Parpadee varias veces y me alejé para tomar mis cosas.
—Lya —me detuve en medio del pasillo de la floristería y vi a mamá. Gina se adelantó con mi maleta—. Mi pequeña florecita, antes de que te vayas, quisiera que platicáramos algo —asentí un poco extrañada—. Irás de viaje con Grey.
—... ¿Sí? —analicé su rostro y la noté un poco nerviosa—. Mamá, ¿Qué pasa? ¿Por qué tanto misterio?
—Esto es nuevo para mí, mi pequeña florecita, jamás apareció la oportunidad de que charláramos sobre este tema y ahora sí, aunque sé que eres una adulta responsable, como tu madre me siento responsable en la tarea de poder aclararte cualquier duda o inquietud que tengas...
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Amor a primer accidente
RomancePara entender mi día a día primero debemos repasar algunas cosas, solo cierra tus ojos e imagina... Ser positiva. Mostrar una radiante sonrisa para alegrar el día de aquel que lo necesite. Trabajar en la editorial como traductora novata. Ayudar en l...