Serán dos historias en una pues se contara la historias de los hijos de la Reina Briana con el Duque Bennett. Un par de gemelos nacidos en el Reino de Germania el Imperio predominante y conocido como una potencia mundial.
Una semana ya ha pasado una semana desde la llegada del rey Darío a las tierras de Langdon. El Palacio se encuentra concurrido por el simple hecho que el mismo rey, esta participando en los combates que mi padre a preparado para los Caballeros.
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Como el último día de la competencia, los Caballeros que pasaron a las finales, competirán el día de hoy y anunciándose como ganador uno de ellos.
La familia real esta presente y el asiento que me han ofrecido es junto a Rosalía, mi día no puede ser bueno si ella está cerca de mi.
La multitud aplaude a los Caballeros de Germania que comienzan a llegar desfilando por el lugar y él es el primero en entran en mi campo de visión, nuestras miradas chocan y una corriente recorre mi cuerpo.
Todos estos días que he pasado junto a el han sido caóticos llenos de angustia y deseo. Cuando estamos solos él procede a besarme pero frente de la gente solo chocamos miradas.
Me da miedo reconocer que posiblemente es como mi padre, que se divierte con todas las mujeres que puede pero frente a su pueblo es un respetable monarca.
-¡Oh cielos! Conde Félix que agradable encuentro. - Rosalía saluda contenta al hombre que mi padre a elegido para ser mi esposo.
Es un hombre joven que heredó el título a temprana edad porque su padre sufrió un accidente, después de tantos años de hacerse cargo del condado es hora de casarse, es lo único que las doncellas que pusieron a mi cuidado me han dicho.
-Mi mañana se a iluminado con tanta belleza, es un placer poder saludarlas. - tienen una lengua larga y suelta al parecer por su aspecto puedo decir con seguridad que es un mujeriego.
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-Estoy muy emocionada por la ronda final, dígame conde Félix, ¿Que es lo que usted podría pedir si gana el torneo. - mi estúpida hermana están escandalosa que no soporto estar cerca de ella, no quiero meterme en su conversación así que sigo viendo el desfile de los Caballeros de Germanía. Darío no deja de mirar en mi dirección.
-Deseo pedirle al rey que haga público mi compromiso con la princesa Aurora lo antes posible. - mi nombre hizo que despegara la vista para ver al conde que tenía un rostro complacido.
-¡Que romanticismo que es el conde! Pero lamento que su futura esposa sea tan insípida que no puede disfrutar de sus elogios. - y ahí está otra vez, ella buscando la manera de dañar me.
-No se preocupe princesa, eso se puede arreglar con el tiempo, después de casarnos yo le enseñarle muchas cosas. - sus palabras son tan despreciables como él, arreglo mis guantes y trato de no prestar atención a sus estúpidas palabras, son tan iguales. El rey Darío se aproxima hacia nosotros.
-Mi hermana necesitará de su ardua educación pues como puede ver ella carece de educación y etiqueta, ella ni sabe mostrar respeto a quienes son superiores a ella. - las palabras de Rosalía ya a rebasado mi límite de tolerancia pero mi punto culminante es que los dos empezaron a reír de sus palabras.
Me levanto del asiento con la furia llenando mi cuerpo y sin pensarlo dos veces coloque mi mano con tanta fuerza en el rostro del conde y el lugar se quedó en profundo silencio. creo que voy a ser castigada otra vez.
~~~~~😲😱 que pasará con nuestra princesa ahora? Aunque yo también le hubiera dado su tremendo puñetazo al conde y otro de regaló 😎~~~~~
