||capítulo 6||

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Christopher

Observó el cuerpo de la mujer que está a espaldas de mi.

Mi corazón está acelerado, lleva un color que solo les pertenece a las mujeres de los Morgan, rojo kriptonita. Mi atención desciende desde su larga cabellera azabache su pequeña cintura que con mucho gusto la agarraría cuando la tenga en cuatro para mí, sus caderas joder es que ella es adonis en persona, su cuño se ve grande demasiado grande, a lo lejos se llega a notar que no es operada.

Cuando se da cuenta que estoy se da media vuelta mostrando lo que más eh esperado su rostro.

Es una fiera que nunca nadie domara ni el mejor montador, sus ojos son azules que hipnotizan a cualquiera. Se ve mucho mejor en persona que en cámara. Mentiría si dijera que no me gusta como se ve en cámara al contrario en todo momento es jodidamente sexy esta mujer.

Dios sus labios. Son regordete que hacen que mi polla se hinche pero se que aun no es el momento para coger.

Mi vista viaja hacia su escote. Tiene unas tetas grandes mierda esto es muy caliente para mi bien.

Salgo de mis pensamientos cuando habla.

- Coronel Christopher Morgan.

Pará no quedar como un pendejo, como diría Patrick. La saludo de la misma manera.

- Rachel James.

Me acercó a ella a paso lento y cauteloso. No vaya a ser que saque una pistola y me apunte.

Cuando quedo a centímetros de su rostro ella levanta un poco la mirada. Y yo la bajó para poder observar su rostro más de cerca.

Ella se alza un poco y besa mis labios. Dejando un suave y tierno beso que no tardó en corresponder. Coloco mis manos en su rostro a una dolo mientras ella acaricia mi espalda.

Suelta mi boca cuando nos falta oxigeno.

Sonrió como si fuer a natural.

Aún siento el sabor dulce de su boca.

Cuando abro los ojos ella aún los mantiene cerrados. Con las mejillas sonrojada. Y con una radiante y tierna sonrisa. Como si la fachada de dama de la mafia la a dejado atrás.

Segundos después me encuentro con sus ojos enredados con los míos, como si estuviésemos destinados.

En sus ojos ahí bastante aprecio e curiosidad, y otro sentimiento que no logro captar del todo bien.

Es como si nuestros caminos se entrelazaran. Como si el universo estuviese desviando que esto pasara. Que yo me entregue a ella en secreto. Ya no me importa nada de la campaña ni del ejército ni mi vida solo para estar con ella. Ver sus ojos hipnotizantes.
Despertar con su rostro a mi lado. Entregarme a ella por el completo.

De lo que estoy seguro es que si mi vida acaba aquí, moriré siendo Feliz por que el último rostro que vi fue el de ella.

No quiero nada más en este mundo, si no es con ella por que mi corazón le pertenece a usted, dama de la mafia.
Luego de esta cena nada será igual romperse mi corazón de mil maneras y se que decepcionaré a ella, la mujer con la que envió cartas todos los días.

-siéntese coronel, que no tengo toda la eternidad con usted-indica la mujer que tengo al frente.

Le hago caso como un fiel sumiso siendo que soy un dominante por completo.
su voz muerda la voz de la dama de la mafia, cuando ordena algo cambia por completo. Regina se enamorara de esta mujer.

-le agradezco coronel, por tomar de su tiempo y venir aquí a una cena conmigo.

Dice con voz dulce como si nunca me hubiera ordenado que me siente.

-no tienes por qué agradecerme nada nena.

-lo sé, pero quería sonar más educada y con clase.

-créeme, que lo que menos quiero es que finjas que eres otra persona, nena.

-bueno por que muero de hambre.

Empieza a llamar a un camarero.

-tráeme cinco pollos fritos enteros. Dos.. No mejor tres coca-colas de tres litros. Ah y dos pizzas familiares con extra queso.

La miró atónito. Como mierda comerá todo eso sí es demasiado delgada.

-y que no ordenarlas Christopher-dice burlándose. - ahí se me olvido-se apena. - eh muchacho tráeme papas que se me olvidarnos anotarlo con confianza bastantes eh no te agás el tonto, ya luego te comparto.

La miro con cara de burla y diversión, pero más de asombro.

Me queda mirando avergonzada y con las mejillas rojitas. Joder la quiero solo para mi en este momento.

-eh jeje- habla nerviosa-también tráeme una ensalada. - la miró con diversión-digo para bajar todas esas calorías.

Riéndome. Le ordenó al chico.

-tráeme lo mismo que encargo mi novia. Pero más grande por que yo todo lo tengo grande-digo en doble sentido.

El camarero ríe y se aleja con diversión. Rachel esta atónita en su lugar, mirándome impresionada.

-¿qué?.

-dijiste que soy tu novia.

-fue un impulso.

Ella no dice nada, mierda la cague.

No me habla hasta que llega el camarero y unos secuaces ayudándolo a dejar miles de bandejas de comida que encargamos.

Cuando ve la comida se le pasa lo muda, e empieza a cotorrear de lo que izo hoy como si de una niña se tratara. Como si estuviéramos en confianza.

Me encanta esto realmente.

Nunca, antes había comido tanto, estaba exquisito todo y me rio toda la noche viendo como a Rachel. Le queda un trozó de pollo en la comisura.

...

La beso con firmeza. Mientras aprieto sus caderas contra mi. Refriego mi erección. Contra su entrepierna. Estamos en una pared.

Tengo mi rodilla entremedio de sus piernas restregándola duro, por su coño casi al descubrimiento ya que la braga a un la trae puesta.

Lleva un conjunto de lencería negra con lazos rojos que la hacen sexy muy sexy.

Tengo la polla dura y demasiada gruesa.

Gruñó cuando baja su mano hasta mi polla que está cubierta solo por la tela de mi bóxer.

Acaricia fuerte. Mierda, juro que me correré ahora solo con su tacto, mis bolas están duras. Mi falo palpita.
Muevo mi rodilla presionándola más en su coño. Con mi mano tocó una de sus tetas. Sacando gemidos de su parte.

Estamos teniendo sexo con ropa si así lo podemos llamar.

hasta aquí mi reporte joaquin, nos vemos la prox semana

xoxo


deseo prohibido-FANFIC PECADOS PLACENTEROS|libro2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora