Rose

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Me desperté el siguiente día temprano por el sonido de los coches de la autopista que pasaba por al lado.

Me levanté y me dirigí como un zombie hacía el baño de mi habitación donde me limpié con el agua con ayuda de mis manos la pálida cara.

Me cogí el primer vestido que encontré en el armario, uno negro con flores blancas y me dirigí canturreando por el pasillo hacía la cocina donde estaba mi madre.

- Hola princesita, ¿Qué tal ha dormido hoy mi reina?

- Pues mal mamita, ayer estaba muy preocupada y triste.

- Oh, que dulce eres Rosy, preocupándote por Kelly.

Yo la miré un poco extrañada, ¿Kelly? Porque me tendría que preocupar por ella, ag, los padres de Kelly parecen estúpidos, yo estaba preocupada porque no le podría gastar bromas.

- Si, si claro, me preocupo mucho por ella. - le dije a mi "madre" dulcemente.

- ¿Qué quieres desayunar? - me dijo mi madre.

Pero yo no le contesté, en la mesa de la cocina vi una extraña carta, yo la cogí y la leí, la letra me sonaba familiar.

Hola señor Cooper,

Le mando esta carta para que sepa usted de que tiene que pagar la factura de su casa:

Precio de la luz: 500€

Precio del agua: 340€

Precio del gas: 415€

Si no paga todo eso dentro de una semana, tendrá que someterse al juzgado y quitarle toda su fortuna ganada. Incluida la casa. El lunes de la semana que viene le espero en mi oficina de la calle 21 a las 8:30 a.m. para hablar sobre algunos asuntos importantes.

Espero su puntualidad,

Su jefe Pablo.

A mi me resultaba tan familiar la letra que me llevé la carta a mi habitación sin que mi madre se enterará.

Una vez en mi habitación, saqué la carta que Pablo (mi "amigo") me envió y las comparé.

Tenían la misma letra. Me quedé sorprendida, ¿Podía ser que Pablo haya falsificado una nota? ¿Para qué?

Me levanté de mi cama con muchas preguntas en la cabeza sobre la carta que había encontrado en la mesa de la cocina y la había leído a escondidas.

Cogí la nota que había dejado tirada en la cama, la doblé con cuidado y la volví a meter en el papelito que había estado envuelta. Salí de mi habitación con intención de ir a la cocina a dejar la nota en su sitio. Pero no fue tan fácil, como me esperaba, tenía que pasar unos cuantos obstáculos. Mi madre estaba en la cocina preparando una tarta de carne para comer y mi padre estaba pasando justo por el pasillo en el que estaba plantada intentando pensar en un plan.

- Hola cariño, ¿Qué tienes ahí?

- Emm, nada, nada, es una carta que le voy a mandar a Kelly para ver qué tal está. - dije mintiendo.

- Hay que ver que buena hermana eres.

Cuando se fue de mi vista seguí con mi plan, tirar un paraguas del paragüero para que mi madre vaya a ver qué pasaba, yo mientras, entro en la cocina y dejo la carta, perfecto.

El plan fue de perlas y cuando volvió mi madre a la cocina ni se percató de que yo había estado allí y había dejado la carta.

Después llamé a Pablo, y quedamos en el parque dentro de una hora. Después de una hora, yo ya bajaba por una cuesta, rumbo al parque.

De repente, noté que un señor un poco extraño no paraba de seguirme. El señor vestía entero de negro y tenía una capucha que le tapaba la cara. Pero yo no le di importancia, porque vi a Pablo sentado en un banco, esperándome.

Yo sin andarme con rodeos, me dirigí hacia él y lo encaré.

- Pablo, ¿Le has escrito una carta a mi padre?

- No, claro que no, ¿Por qué?

- ¿Seguro? Y ¿Qué es esto?

Le entregué la carta y él después de leerla me dijo:

- Habrá sido una coincidencia, yo no le he escrito nada. Por cierto, ¿Qué bromas has pensado para gastarle a Kelly?

- Emm... no, ella está en Shanghái y ya no le podemos gastar bromas. - le contesté un poco extrañada.

- ¡No te preocupes, Rose! Tengo una infiltrada con Kelly, ella le gastara las bromas, Kelly sufrirá de verdad. - dijo Pablo con una sonrisa un poco maliciosa.

Me asusté un poco al oírle decir eso. No quería que Kelly sufriera, o ¿si?.

Esta es la guerra "hermana" (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora