Estaba cansado de lo mismo, no podia dejar de verlos, pense que me estaba volviendo loco, vivia todos los dias de mi vida soportando y teniendo que ver esos fastidiosos hilos de seda rojos, siempre los veia, desde mi infancia, no habia un instante en el que no los viera, no me atrevia a hablar con nadie sobre eso despues de aquella vez que le conte a quien yo creia era mi mejor amigo, el solo se burlo de mi haciendo que los demas tambien lo hicieran. Al parecer solo yo podia verlos, ya tenia 25 años viviendo todos los dias con los mismo, estaba cansado de ellos, solo queria ser una persona normal, siquiera sabia que significado tenian, solo los veia atados a un extremo del dedo meñique de cada persona, incluso del mio, un dia intente cortarlo pero no hubo resultado, era imposible, no podia escapar de ellos, nunca he podido.
-----
Me fui a la universidad como de costumbre despues de haber bebido mi taza de cafe. Esta vez hubo algo distinto en mi rutina diaria, siempre veia la ciudad entera llena de esos benditos hilos rojos, pero en esta ocasion mientras iba en uno de los vagones del metro seguia el hilo del dedo meñique de una mujer que se habia quedado en la estacion, al llegar a mi destino pude ver que el otro extremo de su hilo llegaba al dedo meñique de un hombre, ¿es posible?-pense-¿sera que me distraje un momento y no estaba mirando el hilo de la chica?. No podia dejar de pensar en lo que habia visto, estaba muy distraido, sabia que mi compañera de clases y amiga Amanda me estaba hablando pero no la escuchaba hasta que me grito diciendo:
-¿si o no?
-¿que?-dije volviendo en si-¿ que pasa?
-¿que si iras a la fiesta en mi casa mañana sabado?-dijo algo alterada.
-¿mañana?, si, si ire.
-¿que te pasa Janzu?-dijo mirandome directamente a los ojos con un tono mas calmada-
-no es nada-dije desviando mi mirada, ella sabia que eso siempre funcionaba cuando intentaba averiguar algo, porque sabia que me gustaba mucho y esos ojos grises arian que dijera todo.
-esta bien te dejare tranquilo,pero sabes que puedes confiar en mi, somos amigos y puedes contar conmigo para lo que sea-dijo regresando a su asiento-
¿de verdad puedo confiar en esas palabras?-pense-¿ y si le digo solo a ella?, solo le dire una vez y si no me cree olvidare este bendito tema y hare como si nunca he visto nada ni veo nada aunque no se como lo aria, es algo que atormenta.
ESTÁS LEYENDO
NUESTRO DESTINO EN UN HILO.
RomanceTodos hemos oído hablar de el o por lo menos casi todos. Sabemos que es una creencia japonesa, trata de hilos invisibles que unen a las personas predestinadas, pero ¿qué sucedería si pudieras verlos?, ¿qué harías?. Janzu vive todos los días de su v...