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—¡Papi! ¡Papi!
Aquellos gritos lo despertaron, se levantó de golpe asustado buscando con la mirada de donde provenía la voz de su pequeño.
—¡Papi, ven, mira!
Sale de su cuarto y camina hasta la sala, donde su cachorro apoyado en la ventana señala algo que estaba afuera.
Se coloca detrás de él, viendo aquello que fascina y sorprende a JiHoon. Abre los ojos sorprendido, lo que sus ojos ven debe ser una broma y una de mal gusto.
—Cariño, ve a vestirte. Voy a preparar el desayuno ¿si? —le habló sonriendo de costado. Su pequeño asiente y corre a su habitación rápidamente.
En cuanto escucha la puerta cerrarse, toma su abrigo y la escoba que ambas cosas estaban al lado de la puerta y sale de la casa.
—¡Fuera, váyanse! —grita, asustando a los presentes.
—Señor Min, venimos en nombre de los señores Park. Ellos nos han contratado para qu-
La frase no fue terminada al tener que apartarse porque sino, un golpe lo recibiría. Aquello le sorprendió.
—He dicho que se larguen. No pueden estar aquí. Es propiedad privada.
Y al cabo de unos minutos, aquellos hombre se habían marchado rápidamente. El omega suelta un suspiro, no quiere saber nada sobre sus padres, ellos habían perdido todo el derecho que tenían hace años.
Desde que lo echaron de su casa, negarlo como hijo y luego faltarle el respeto a su alfa, habían cortado todo lazo con ellos. Por ello, se habían ido a un pueblo a las afuera de Daegu, ciudad de su alfa, a vivir su vida de recién casados.
—Papi...
Aquel llamado lo hace girarse y ver a su hijo con su jardinero, cae de rodillas y pronto los bracitos de JiHoon rodean su cuello.
—Ya se fueron, papi, esas personas malas no volverán
—Lo sé, cariño... siento que hayas tenido que ver eso.
[...]
—Cariño, ten cuidado. No queremos salir lastimados ¿o si?
Recibe una negación, haciendo que su pequeño disminuya su velocidad. Suelta un suspiro.
Llegan al descampado, el pasto estaba un poco largo, pero nada que no se pueda arreglar.
—La tarde esta muy bonita.
Murmura tendiendo la manta en el suelo, colocando la canasta sobre ella y luego sentándose viendo a JiHoon jugar con las pequeñas flores a una distancia favorable.
A pesar de hoy sentirse un poco más animado, su corazón anhelaba verlo nuevamente. Quería vivir aquella vida al lado de su compañero.
Su lobo, sintiendo el aroma de la rosas, solo duerme tranquilamente; Jimin al sentir aquella paz, le agradece por volver a tener aquella sensación de estar vivo.
—Papi, ¿cuándo vendrá papá Min?
La pregunta de su pequeño lo descoloca, no sabe que responder. Pero entre el pánico, recuerda nuevamente las palabras de su amado
—Vendrá un viernes. Solo debemos esperarlo, cariño.
Y con ello, la rutinaria actividad de siempre vuelve a surgir. Aunque parezca desganado, amaba ir todas las tardes al descampado a esperar a su alfa.
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Rosas.〔 yoonmin 〕
NouvellesDonde Min Jimin todas las tardes suele ir al pequeño descampado a ver el atardecer esperando la llegada de su esposo. ♡por favor, lee con atención♡ ¡Si esta leyendo esta obra en cualquier plataforma que no sea wattpad, es probable que corra riesgo d...