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  ¿Que cuando me di cuenta? pues creo que desde que comencé mi etapa de la adolescencia, aunque mi padre me dijo en una oportunidad, que aun estando en la niñez tuvo problemas con algunas chicas que trabajaban de servicio en la casa.

        Lo cierto es que todo comenzó temprano, una tarde, esas de las que mi padre le daba por irse a  fumar porro en la casa de campo, claro, ignorando el hecho de que yo sabía, Kate llevaba trabajando para mi padre casi un año, se encargaba de limpiar los cuartos, una mujer hermosa de largo cabello castaño y piel morena, solo algo me sorprendió al conocerla y eso fue mirar esos ojos atigrados que la hacían parecer indomable hasta que la vi acatar la primera orden de mi padre.

        Yo rondaba los diez o doce años y las mujeres nada más me interesaban para que me hicieran un sándwich, ella toco la puerta de mi cuarto y me miro sonriente.

-Te traje algo de comer- Dijo cerrando la puerta tras de sí, yo estaba sentado en la cama escuchando música, pause mi reproductor y coloque los auriculares a un lado  -Creo que le agregan algo a tu comida. . . sin ningún inconveniente podrías hacerte pasar por un joven que ronda los 16, algo debes de comer para lucir así- Agrego.

-JA! yo diría que más bien los 18, hasta podría casarme dentro de un año, mi padre me ha dicho que soy muy maduro para mi edad- Dije con arrogancia, y ella estrecho los ojos con malicia dejando la bandeja de comida en la mesita de luz.

-Casarte ¿he?.  . . lucir mayor no te hace merecedor de una mujer, te faltan muchas cosas, que se   pueden reducir en una sola palabra- Dijo ella acercándose lentamente por el costado de la cama.

-¿y cuál sería?- Pregunte intrigado viéndola sentarse en la orilla de la cama, su camisa estaba entre abierta y el inicio de sus senos se veía sin dificultad, me sentía extraño, trague saliva y ella me dedico una media sonrisa.

-Experiencia querido, y mucha, aunque luzcas mayor solo eres un niño de papa que ni siquiera sabe hacerse un sándwichMe volteo los ojos y se levanto de la cama con intención de irse, lo cual me molesto yo era el único que dejaba a las personas con la palabra en la boca, la tome del brazo y la hice sentarse, quedando de pie frente a ella.

-¿Qué cosas llamas tu experiencia? ¿Aprender a hacer un sándwich?- Estaba molesto me había cabreado, nunca toleraba que me tratasen como idiota y ella al parecer lo sabía muy bien.

-¿Que tanto conoces de una mujer? crees que te vas a casar y ella vivirá sirviéndote?- Pregunto carcajeándose, ella la estaba pasando de maravilla a costa de un chico ingenuo.

-Te pregunte que mierda llamas experiencia?!- Grite muy cerca de su cara, reírse había acabado mi paciencia. Su cara se transformo en una mueca que no supe reconocer y se levando de la cama.

De un momento a otro tenía su lengua abriéndose paso dentro de mi boca, me tomo la cara con sus manos y guio el beso haciéndolo más profundo, apenas y había reaccionado y cuando empecé a responder se alejo, quería más y ella lo noto.

-Tus ojos inocentes se tornaron más oscuros. . . ¿quieres más?-  Su cuerpo estaba pegado al mío, sentir sus pechos y verla sonreír mientras se mordía un labio me hizo explotar.

        La bese con toda la rabia contenida y ella me respondió sin chistar, mi miembro endureció al rozar su muslo, por instinto tome su trasero con las dos manos y la apegue mas para sentirla,  un dulce gemido se escucho y sentí unas manos enredarse en mi cabello para luego tomarme de los hombros y tirarme en la cama, se sentó sobre mi y se quito la camisa moviendo las caderas lentamente, ese roce era exquisito, subí mis manos por sus piernas hasta llegar a su cadera y seguir con el roce.

        Se acerco para besarme y sus manos con desición me quitaron la camisa, sentí un cosquilleo en mi pecho que me hizo morderme el labio para evitar soltar una maldición, sus pechos estaban desnudos. Mordió mi lóbulo de la oreja y me susurro algo para luego seguir desnudándose.

"Espero que aprendas, porque no repito las cosas dos veces" - Estaba demasiado excitado para  prestarle atención y para cuando entendí lo que dijo, al día siguiente ella se había ido.

        Mi padre me dijo que renuncio ya que quería dedicarse a otras cosas en vez de servir en casas ajenas, me sorprendí al escuchar eso pero en el fondo le agradecí, aquello me había despertado y veía de forma diferente el cómo me miraban la mayoría de las mujeres que trabajaban en la casa, sonreí al ver las piernas de mi primera víctima, y desde ese momento mi ego se hizo indestructible.

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Espero que les haya gustado el primer capi :) siento que sea tan corto, los demas los hare más largos, me encantaria saber su opinión y si les gusto la historia apoyenme votando y comentando muchas gracias por leer .

Meli

oxox 

Bad BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora