cap 6

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Hera: quien leerá ahora.

Antes de que alguien pudiera hablar  una luz envolvió a Naruto para después dejar ver...que había sido convertido en un niño de unos 6 o 7 años.

Su pelo rubio llegaba hasta el cuello y lo que mas destacaba era su vestimenta, estaba casi completamente rota, su piel era color canela pero estaba cubierta por heridas, moretones y otras cosas.

Era una vista espantosa para los olímpicos incluso hades se veía perturbado.

Hestia: ¡Apolo!-le grito al dios sol apareciendo al lado de Naruto.

A apolo no le tuvieron que gritar dos veces para aparecer al lado de Hestia y verificar las heridas y signos vitales.

Kurama quien había escuchado el alboroto abrió los ojos, lo primero que noto fue a todos los olímpicos parados mirando un lugar en especifico ya después se concentro en lo que veían, era Naruto considerablemente mas pequeño y lastimado.

De un salto se acerco rápidamente a Naruto y empezó a envolverlo con su chacra, al haber estado sellado en el el cuerpo de Naruto estaría acostumbrado a su chacra, los demás solo observaron en manto rojo que envolvía a Naruto no era energía divina no sabían lo que era.

Al terminar de curar a Naruto, Kurama lo acostó sobre su pelaje y mito a todos.

Kurama: que esperan continúen leyendo yo les aviso cuando despierte-contesto asiendo que todos volvieran a sus asientos excepto Hestia quien se sentó cerca de donde Naruto.

Hera: entonces quien lee?-pregunto desviando la mirada del cuerpo inconsciente de Naruto.

Demeter: ¡yoo!-dijo levantando la mano y agitándola de un lado a otro

Demeter:Parte VI

Los ojos azules de Naruto Uzumaki se abrieron de golpe con el shinobi saliendo de su cama. Su respiración era profunda y desigual, con una capa de sudor cubriendo su frente. Alrededor del cuello redondo de su camiseta blanca, gotas de sudor oscurecieron la tela y se pegaron a la piel debajo. Su cuerpo se estremeció cuando su mano izquierda se levantó y acarició suavemente su pecho, tratando de recuperar el control sobre su respiración. Se agachó sobre una rodilla junto a la cama, su mano libre recorrió con la palma la suave tela de las sábanas mientras sentía que la adrenalina comenzaba a salir de su cuerpo.

Después de un par de minutos, cambió de posición y se sentó con la espalda apoyada en la cama. Su cabeza se inclinó hacia atrás, mirando al techo mientras encendía la lámpara de su mesilla de noche. Junto a la lámpara estaba su reloj despertador, mostrando la hora, 04:01 am. Todavía tenía una hora antes de tener que levantarse, pero algo le dijo que no volvería a dormirse.

'¿Que demonios fue eso?'

Su sueño, o pesadilla, como quiera que quisiera referirse a él, había sido tan vívido. A veces, cuando la gente soñaba, sus cuerpos cambiaban a una especie de piloto automático y seguían los movimientos de la historia que se estaba desarrollando. Otras veces, se miraban a sí mismos en tercera persona, observando las decisiones que estaban tomando. Era como un sueño cinematográfico, y la persona estaba viendo una película en su mente. Este, sin embargo, era un sueño lúcido, y Naruto tenía el control de cada una de sus acciones. No soñaba a menudo, pero cuando lo hacía, su mente se volvía creativa.

Athena: nunca había escuchado esa descripción de los sueños-dijo escribiendo en una libreta de sabe donde saco.

'Hinata'.

Por supuesto, el sueño era sobre Hinata. Su difunta esposa había estado en su mente durante semanas, desde que los Underhills visitaron Fox's Den para su día de San Valentín. Al principio, eran pensamientos aleatorios que aparecían en su mente aquí y allá. Había estado comiendo un plato de ramen en su sala de estar cuando sus pensamientos se dirigieron a la noche en que Hinata se superó a sí mismo y a Choji para convertirse en el campeón indiscutible de ramen de Iciraku Ramen. Hasta el día de hoy, no sabía cómo lo hacía ni adónde iba todo ese ramen. Otras veces pensaba en sus tardes juntos en el jardín después de prepararse un té. Hinata era una maestra cuando se trataba de preparar té y ceremonias del té. Ella le enseñó todo lo que sabía sobre cómo preparar hojas de té y obtener el sabor perfecto. La mayoría de las mañanas, cuando se despertaba, su mano instintivamente se acercó a lo que habría sido el lado de la cama de Hinata, queriendo sentir su cálido cuerpo bajo las yemas de sus dedos. Ahora, era solo la superficie fría de las sábanas.

Leyendo cenando con la divinidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora