—Toma asiento. Ponte cómoda y puedes esperarle. —Hizo un gesto hacia una silla atiborrada—. ¿Algo con lo que pueda ayudar? —Se sentó en el sofá de cuero, aún observándola.
—Iba a… quería hablar con él. Algo ocurrió.
—Puedes decírmelo. Le veré más tarde. O, tal vez pueda ayudar. —Se recostó contra el sofá y ________ decidió que podía confiar en él con esto. Era importante y alguien debería saber lo que había averiguado sobre Ryan, que era un licántropo y la había atacado. Justin le dijo que ella era el objetivo.
—Creo que sé quién es el licántropo. El que ha estado atacando a las personas. Justin pensó que estaba obsesionado conmigo, y, bueno, algo ocurrió hoy.
Bec se inclinó hacia adelante, sus ojos fijos en ________.
—¿Quién es? ¿Dónde está?
—Es el chico para el que trabajo, Ryan. Tiene una tienda de tatuajes cerrada cerca de donde vivo. Hoy cambió… frente a mí. Es un líder, probablemente alto, y… bueno, lo golpeé. Y me atacó. —Sus palabras eran apresuradas, un furioso respiro de aire escapando de sus labios que cuanto más rápido le contaba mejor se sentía.
El cambio en Bec fue inmediato. Cada musculo en su cuerpo se tensó, sus ojos casi brillando. Se sentó y ________ se recostó en su silla. Estaba intimidando y ella tuvo un destello de él como el lobo en el callejón con Justin. Se había quedado de pie en su terreno con la cosa, poniéndola entre eso, y ella y Lori.
—¿Puedes llevarme ahí? ¿Mostrarme dónde está?
________ asintió.
—Sí, puedo.
Justin
Justin brincó por las escaleras. La casa estaba en silencio, casi demasiado silenciosa. Encontró a Finn en la cocina con Angela, sentándose en la mesa. Ambos parecían tensos, el rostro de Angela ojeroso. Finn sentado encorvado, brazos descansando en la mesa. Miró arriba cuando Justin entró.
—¿Dónde está Bec, el resto de la manada?
—La mayor parte están arriba, esperando. Bec estaba aquí, pero se fue con ________ hace unos minutos.
—¿Se fue con ________? ¿Dónde? ¿Por qué se fueron? —¿Por qué diablos ________ se marcharía con Bec?
—No lo sé, algo sobre su lugar de trabajo. —La voz de Finn era baja.
Justin deslizó la mano por su rostro, perdido en sus pensamientos. Dejó la casa rápidamente sin más palabras para Finn, dirigiéndose hacia donde acababa de venir, teniendo la esperanza por el infierno de llegar ahí antes que ________ y Bec.
________ estaba equivocada, pero Bec no sabía eso.
________
Ahí. Esa pequeña casa en el medio.
________ y Bec estaban en la otra calle a la de Ryan. La tienda estaba oscura, el cartel de enfrente dado la vuelta. Algo estaba apagado, pero antes de que pudiese decir algo, Bec estaba llevándola por la calle.
—¿Dónde vive? ¿Sobre la tienda?
—En realidad no lo sé. Creo que hay una escalera en la habitación trasera que sube arriba. En realidad no he estado en otro lugar más que en la habitación de enfrente.
—¿Salida de incendio? ¿Algo así? —Bec estaba mirando la parte frontal del edificio, avaluando las ventanas del primer piso.
—No lo sé. Como dije, nunca he pasado de la entrada. Pero creo…
Se detuvo, el sonido de vidrio rompiéndose cortando sus palabras. Bec había atascado su hombro en el cristal de la puerta de enfrente. Esperó un momento y cuando ningún sonido vino del interior, o algo de las casas vecinas, con cuidado extendió el brazo por la entrada y agarró el pomo, abriendo la puerta.
—Vamos.
________ miró sobre su hombro mientras Bec la empujaba dentro de la estrecha habitación delantera. Estaba igual que como lo estuvo cuando se hubo marchado, una de las sillas vuelta de espaldas sobre el suelo. Bec estaba
merodeando por el pequeño espacio, moviéndose detrás de las cortinas con cuentas.
—¿Esto? ¿Qué es esto? —Su voz apenas era audible y se enderezó cuando lo escuchó.
—Donde él… hace sus negocios. Tatuajes, si los hacía. Vender drogas. —Se retrasó detrás de Bec mientras él se movía por la habitación.
—Esa es la puerta del piso de arriba. —Bec señaló y ________ vio la puerta abierta, los primeros escalones visibles, el resto desapareciendo en la oscuridad. Bec se giró hacia ella, algo brillante en su mano. Ella retrocedió, tropezando con una caja sobre el suelo.
—Aquí, coge esto. —Empujó algo en su mano. Ella miró abajo; era un cuchillo, largo, brillante y muy pesado.
—¿Qué diablos es esto? —Miró al cuchillo, las intrincadas tallas en el mango, la pesada hoja atrapando la luz.
—Es plata. Funciona en los hombres lobo, no tanto en los licántropos. Podría ralentizarle, si eres atacada.
—Pero no voy a subir ahí… de ninguna forma. Ni visualicé eso, simplemente traerte aquí. Tu eres el cazador, yo solo soy… no voy a subir ahí.
________ salió de la habitación, los ojos de Bec fijos en los suyos. La ira en su mirada era casi palpable y de repente estaba casi tan asustada de él como lo había estado de Ryan. No creía que le haría daño, pero de repente nada de esto parecía una buena idea.
Se dio la vuelta, queriendo regresar a la calle. Pero antes de que fuese a través de esa maldita cortina de cuentas, un brazo se envolvió entorno a su
cuello, tirándola hacia atrás. Reconoció al instante el olor del cuerpo sin lavar y el pelo sucio. Era Ryan, en forma humana... más o menos.
Las luces de la diminuta habitación se encendieron repentinamente, cegándola por un momento. Hubo un grito, la voz de Bec alta en su oreja y después otra voz, una mujer. Era Lori.
Contra su cuello podía sentir a Ryan cambiando, pelo reemplazando a la piel, garras clavándose en su cuello.
Su pecho jadeaba y se retorcía debajo de su espalda y de pronto fue levantada del suelo, sus pies colgando. Quería gritar, pero el agarre que él tenía sobre ella, y el miedo que sentía le impidió hacer algún sonido.
—Déjala ir. No es a quien realmente quieres. —La voz de Lori era fría, sus palabras cortadas. Ryan giró, los pies de ________ balanceándose como los de un títere, cuando dio la vuelta para mirarla.
—Tú... perra. Me vendiste a éste, ¿verdad? Arruinaste todo.
Su aliento caliente raspó contra su mejilla y por un momento, ________ pensó que vomitaría por el hedor de su aliento. Él siguió hablando, pero sus palabras se volvieron ilegibles, transformadas en gruñidos, ladridos y luego después rugidos. Sus dientes estaban peligrosamente cerca de su mejilla y ella intentó apartarse. Pero su agarre era como el acero y no había nada que pudiese hacer.
De repente algo caliente se esparció por la cara de ________ y se encontró a sí misma sobre el astillado suelo de madera, jadeando por respirar. Se pasó una mano por la cara, horrorizada cuando salió rojo con sangre.
El bramido le dijo que era la sangre de Ryan. Se alejó a cuatro patas, dirigiéndose hacia Lori. Finalmente se sentó, mirando sobre su hombro.
Bec se abalanzó sobre Ryan con un cuchillo de plata grande, mucho más grande del que le había dado a ________. Con practicada facilidad abrió el cuello de Ryan. Pero Ryan levantó una miembro plateado, desviando la hoja, golpeando el cuchillo de la mano de Bec.
—Mierda... —Bec escupió la palabra, agachándose mientras Ryan avanzaba, extendiendo las largas patas delanteras filtradas con muy afiladas garras hacia Bec. Él perdió el equilibrio, cayendo atrás sobre sus manos, retrocediendo como un cangrejo del furioso Ryan.
________ miró a Lori, agazapada en su propia postura salvaje. Y tomó una decisión.
—¡Lori, aquí! —________ lanzó el cuchillo a Lori. Lori miró abajo durante un segundo, entonces agarró el cuchillo, saltando hacia Ryan. Ahora Bec estaba de espaldas en el suelo, con los brazos arriba, esperando para atacar a Ryan.
Lori hundió la hoja entre los hombros de Ryan, la hoja entrando hasta la empuñadura. Bec instantáneamente estuvo de pie, buscando su cuchillo.
—¡Sácala de aquí! —Lori estaba retorciendo el cuchillo cuando Ryan arrojó los brazos detrás de él, desesperadamente intentando mover el cuchillo. Pero Lori se sostuvo la hoja, dientes apretados, sin ceder una pulgada—. Dije que la sacases...
Hubo un choque en la habitación exterior y Justin estaba allí, sacando a ________ de la habitación. Lo último que vio fue a Lori, cubierta en lo que ________ esperaba fuese la sangre de Ryan, ambas manos entrelazadas alrededor del mango del cuchillo.
Ella encontró los ojos de ________ por un momento, le sostuvo la mirada y por un instante ________ supo que todo estaba bien entre ellas. Hubo un indicio de sonrisa en el rostro de Lori.
Entonces Ryan empujó su cabeza hacia atrás, golpeando a Lori en la frente. Ella se tambaleó, el cuchillo soltándose. En ese instante, Justin sacó a ________ de la habitación. Prácticamente la arrojó por las escaleras del frente, empujándola hacia la acera.
—¿Estás herida? ¿Es esta tu sangre? —Estaba mirándola en la tenue luz de la solitaria farola en el mismo bloque.
________ sacudió la cabeza.
—No, creo que todo es por Ryan. Justin... Lori está ahí. Ayúdala.
Justin miró hacia atrás a las escaleras.
—Bec también está allí. Quédate aquí. No te muevas. —La besó rápidamente y luego se fue, subió las escaleras de la tienda y desapareció de la vista.
________ se puso de pie en la acera, inquietándose, moviéndose de un pie al otro. Había empezado a llover de nuevo y pronto estuvo mojada hasta los huesos. Sus dientes comenzaron a castañear y saltó de arriba a abajo, tratando en vano de calentarse.
El sonido detrás de ella hizo que su sangre corriese fría, helándola incluso más de lo que ya estaba.
Cuando el olor se apoderó de ella, se congeló. El corazón le dio un vuelco dolorosamente en el pecho y sin girar supo exactamente lo que estaba detrás de
ella. Estaba paralizada, queriendo correr, queriendo gritar por Justin o Lori o Bec. Pero su garganta hizo clic, su boca de repente seca.
El clic de una garra en la acera le envió en movimiento. Giró a la izquierda, casi corriendo hacia la criatura. Se deslizó hacia un lado y finalmente encontró su voz, un grito desgarrador saliendo de sus labios.
Justin estaba en la tienda y ella lo quería, pero la cosa-lobo estaba entre ella y Justin. No creía que pudiese escapar de esto mucho más tiempo, en todo caso. Pero el único otro lugar en el que podía pensar era en el apartamento de Lori. ________ dio la vuelta, la adrenalina inundando su cuerpo. Corrió más rápido de lo que nunca lo había hecho en su vida, esquivando el callejón que había junto al apartamento de Lori.
Estaba demasiado asustada para mirar detrás de sí, toda su concentración en no resbalar en la pavimentación mojada.
La oscura abertura del callejón apareció y se metió en ella, golpeando sobre un cubo de basura. El sonido resonando envió a su corazón a lo alto y su pecho se sentía como si fuera a explotar.
Y entonces lo vio. La pared en el otro extremo del callejón. Había imaginado que se atravesaría recto, hacia la calle. Pero algún idiota había construido un muro. Estaba atrapada en un patio lleno de basura a un tiro de piedra del apartamento de Lori.
________ saltó por la pared, pero era demasiado alta para que consiguiese un asidero. Buscó a su alrededor frenéticamente algo para mantenerse de pie, arrastrando de una caja. Pero la madera podrida cedió tan pronto como la pisó, enviándola a desparramarse sobre el húmedo cemento sucio.
Escuchó el baboso gruñido húmedo de la criatura antes de que la viese. Yaciendo en la acera, mirando hacia arriba, era horrible, colmillos amarillos; el cuello cubierto de pelo enmarañado y sangre seca. Podía ver lo que parecían heridas abiertas, antiguas y bruscas, pero la sangre aún rezumando.
Era Arden, todavía atrapado entre la vida y la muerte. Y ahora parecía que tenía intención de terminar la de ella.
Se abalanzó y rodó, aterrizando sobre su costado, sus colmillos mordiendo el aire donde ella había estado. Mientras ella yacía en la acera, él se puso de pie sobre sus patas traseras, levantando el hocico deformado hacia el cielo. El sonido que hizo de lejos era diferente de cualquier cosa ________ hubiese escuchado nunca.
Con la velocidad del rayo él movió el brazo hacia adelante atrapándola por debajo de la cintura con el brazo, su largas garras cortando fácilmente a través de la chaqueta y la camisa, el dolor abrasándole la piel. Ella gritó y luego estuvo volando por el aire.
El golpe le dejó sin aliento, la polvorienta acera debajo de su cara. Tomó un respiro, pero no pasó nada. Lo intentó de nuevo, sus pulmones negándose a funcionar. El mundo se desvaneció a gris y luego incluso eso desapareció. Lo último que escuchó fue el sonido de la cosa, un sonido como una risa. Pero eso no podía ser cierto. La risa era el sonido equivocado. Pero incluso eso se fue.
Justin
—¡Ve! ¡Encuéntrala! —Lori estaba gritando a Justin. El grito de
________ todavía resonaba en su cabeza.
Ryan aún estaba luchando con Bec y Lori, ambos cubiertos de la sangre de Ryan. Bec finalmente había conseguido su cuchillo, conduciéndolo en varias ocasiones a la garganta de Ryan. Pero Ryan todavía era increíblemente fuerte.
—Ve... nos encargamos de esto. —Bec estaba despachándolo, retorciendo el cuchillo. Justin dio un último vistazo y luego convertido, se zambulló por las escaleras y salió a la calle.
________ se fue y su corazón se detuvo. Entonces escuchó los leves sonidos de una pelea, un cuerpo golpeando el suelo y un sonido que le congeló la sangre. El sonido de la risa.
Sabía exactamente dónde estaba ella y salió a la carrera. El callejón estaba allí antes de que se diese cuenta de ello y se deslizase por la estrecha abertura.
________ estaba en el suelo, la criatura de pie junto a ella. No se movía, pero Justin no tenía tiempo para hacer otra cosa que golpear a la criatura con toda su fuerza. Se derribaron ambos, Justin rodando con la criatura, su hedor impregnándose en él.
No había nada que pudiera hacer por ________ excepto matar a esta cosa. Con más fuerza de la que creía posible lanzó la cosa sobre de él, saltando en cuclillas. Al instante estuvo en su cuello, clavando los dedos en el pelaje enmarañado, encontrando la herida infligida hace tantos años.
Clavó los dedos en el cuello de la criatura, retorciendo, sintiendo el chorro de sangre fresca de la vena yugular rota. La cosa hizo un horrible ruido de gorgoteo, retorciéndose débilmente debajo de él, olas de sangre corriendo por el suelo, cubriendo todo en un brillo escarlata.
Se terminó, más rápidamente de lo que había creído posible. Se sentó, mirando a la criatura arruinada debajo de él. El pelaje enmarañado estaba mojado, con lluvia y sangre. Su pecho sacó un último respiro superficial y luego se quedó inmóvil.
Justin se puso de pie, echando un último vistazo a la cosa. Y luego corrió hacia ________. Ella estaba respirando, pero apenas. Suavemente la puso de espaldas, aliviando su posición vertical. Ella abrió los ojos y lo miró.
—Justin... —Su voz era apenas un susurro—. Sabía que me encontrarías.
—Shhh... No hables. Necesitamos llevarte a un hospital. —Intentó cogerla, pero ella se estremeció en sus brazos, sus ojos rodando hacia atrás en su cabeza.
—¡No! ________... —Él la sacudió suavemente—. Vuelve a mí... vamos, ________. Abre los ojos.
Sus párpados revolotearon, pero permanecieron cerrados. De repente escuchó la voz de Bec en el callejón y luego su hermano estaba junto a él.
—No va a hacerlo Justin. Tienes que sangrarla, ahora. No tienes elección, hermano.
Justin miró a Bec, agachado junto a él, empapado en la sangre de Ryan.
—Yo... no puedo.
Miró a ________. Sus ojos estaban abiertos y ella estaba mirándole, sus ojos vidriosos, su cuerpo debilitándose.
—Justin. Estoy lista. Tómame... por favor.
Justin asintió, acariciándole la mejilla.
—Bec… hermano, ayúdame. Mantenla firme.
Bec la sostuvo contra él y Justin abrió su chaqueta y camisa. Nunca había contemplado morder a alguien antes. Los cazadores a los que había matado solo lo habían desbaratado. Esto era diferente. Muy diferente.
Suavemente ladeó su cabeza, exponiendo su cuello. Se inclinó hacia ella, sus dientes picoteando su suave y delicada piel. Con tanto cuidado como podía, mordió en su carne caliente. El cobrizo sabor de su sangre le llenó la boca y se sostuvo contra ella un momento, suavemente lamiendo la herida.
Se sentó, limpiándose la boca con el dorso de la mano. Bec lo miró, cejas fruncidas juntas.
—Debería comenzar a sanar.
Justin sacó su chaqueta envolviendo a ________ en ella. Ella estaba fría en su toque, la lluvia golpeándole la cara.
La meció suavemente, esperando algún tipo de señal; algo que le dijera que morderla funcionó.
Después de lo que pareció una eternidad ella se revolvió en sus brazos, sus ojos abriéndose.
—________… —Justin deslizó una suave mano por su mejilla.
—Justin… ¿voy a estar bien?
—Sí, nena, vas a estar bien. ¿Cómo te sientes? —Apartó una hebra de pelo de su cara.
—Mejor. Débil… pero mejor. —Cerró los ojos por un momento, entonces habló sin abrirlos—. ¿Justin?
Él sonrió.
—¿Sí?
—¿Puedes llevarme a casa ahora?
—¿A casa?
—A casa… contigo. Donde pertenezco.
Epílogo
Luna Llena
Justin
La luna llena estaba todavía a varios minutos. ________ había estado caminando con ansiedad durante la última hora, quejándose de que sus huesos heridos, su piel no cabían más... todos los signos clásicos de la luna estaban ejerciendo su atracción hacia ella, a partir del cambio en su cuerpo.
—Lo sé, ________. Lo sé. No hay nada que puedas hacer. Pero si te relajas, será más fácil.
Justin deseaba eliminar el dolor, hacer esta una transición más fácil, pero sabía que eso no era posible. Cada ser humano que era sangrado pasaba por esto, su primera vez. Él todavía iba pasaba por esto, cada luna llena, pero se había acostumbrado a ese momento de dolor, cuando su cuerpo cambiaba en ese breve segundo entre el ser humano y lobo.
—Quiero sacarme la ropa —ella estaba tirando de su camiseta, casi frenética por arrancársela del cuerpo. Tomó el dobladillo, tirando de ella por
encima de su cabeza. Él le había explicado que necesitaría estar desnuda y fue sorprendido por su repentina modestia. Ella había insistido en permanecer vestida, diciéndole que había traído ropa extra para... después.
Tiró de sus pantalones vaqueros por sus piernas, a patadas con la frustración. Justin se quitó la camisa y los pantalones, el tira y afloja de la luna era más fuerte ahora, la emoción del inminente cambio corriendo por sus venas.
—Oh, mierda, Justin. Esto está sucediendo ahora. Yo no... no estoy segura... no me dejes —ella estaba de pie frente a él, con todos los músculos tensos, los ojos muy abiertos. Él extendió la mano, agarrando sus manos.
—Estoy aquí, ________. Mírame, solo sigue mirándome. Escúchame. ¿Bien? Todo va a estar bien.
Y entonces empezó. Observó con asombro cómo su cuerpo comenzó a cambiar, su propio cuerpo imitando el de ella, los huesos alargándose, los músculos estirándose. Vio sus colmillos extendiéndose al sentir el dolor de su propio lagrimeo a través de sus encías.
Sus manos estaban cambiando, sus dedos alargándose, las palmas de las manos cada vez más grandes contra las suyas, su piel suave convirtiéndose en patas de lobo. Sus uñas arañaron en su contra, rastrillando sobre su propia pata.
Todavía estaba mirándolo, sus ojos todavía de ________, la última parte humana de ella. Levantó la cabeza, abrió la boca y un sonido se abrió paso entre sus labios. Era entre un grito y un aullido, y luego, cuando el grito se transformó en un aullido puro, ella se puso de rodillas.
Su propio dolor se intensificó y Justin tiró la cabeza hacia atrás, liberando su propio aullido. Se dejó caer a cuatro patas y levantó la cabeza.
Frente a él, de pie sobre la alfombra estaba la loba más hermosa que había visto en su vida, el pelaje como un sable con fuego, ámbar y rubí destacando en la suave luz.
________
El dolor era insoportable y ella pensó que iba a desmayarse. Quería gritar, gritar, hacer algo, pero nada funcionó. Los huesos de sus brazos y piernas, la espalda, todo tiraba, cambiando, convirtiéndose en algo más. El sonido de la tierra en su cabeza se hizo más fuerte, el bloqueo de las palabras de Justin, bloqueando sus propios pensamientos. Lo único que registró fue el dolor, intenso y consumiéndose.
Echó la cabeza hacia atrás, con la garganta trabajando convulsivamente.
Oyó ruidos, sonidos, gritos, ladridos y luego un aullido. Se hizo más fuerte y era vagamente consciente de que venía de su propia boca. El dolor era demasiado y se cayó, cayendo a la alfombra, esperando...
Se había ido. El ruido, el dolor... el dolor insoportable. Se fue. Se sentía... increíble. No había otra palabra para ello. Hubo un breve instante en el que se preguntó si había muerto, pero se sentía demasiado viva para eso.
Estaba mirando la habitación de Justin desde una perspectiva sesgada, de forma reconocible, pero diferente, de alguna manera. Las cosas eran grises, pero claras y nítidas, más claras de lo que habían sido.
________ tomó aire y parpadeó sorprendida. Todo olía, el aire incluso tenía un olor. Arrugó la boca, tratando de tomar todo dentro.
Se oyó un ruido a su lado y se dio la vuelta. Justin. Lo reconoció al instante, el abrigo negro sedoso y esos hermosos ojos de plata. Ella quería decirle cómo se sentía, pero el único ruido que oyó fueron sus propios gemidos y lloriqueos. Sacudió la cabeza de nuevo.
Pero luego él se frotó contra ella, su cuerpo cálido, elegante y potente. La condujo por las escaleras, a través de la oscurecida casa y al exterior.
Y luego, en la luz de la luna, todo era perfecto. Eran solo ellos, los dos. Y bajo de la luna, corrieron—
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Claiming the alpha II JB&TU(Terminada)
FanfictionNUEVAA NOVEEE SI LA LEES AL MENOS VOTALA!